Madrid-Kosovo
El que firma estas l¨ªneas entrevist¨® en dos ocasiones a Ibrahim Rugova, l¨ªder de la Liga Democr¨¢tica de Kosovo en tiempos de la resistencia contra la autoridad serbio-yugoslava. La cosa iba siempre bastante r¨¢pida porque todo su proyecto pol¨ªtico consist¨ªa en que la OTAN interviniera y las potencias occidentales garantizaran la independencia de Kosovo. Pero esa estrategia no era tan peculiar de Rugova; en realidad, ven¨ªa a ser la de una mayor¨ªa de pol¨ªticos albaneses de Kosovo a lo largo de los noventa; y tambi¨¦n, la de otros muchos l¨ªderes de las rep¨²blicas ex yugoslavas. En realidad, forma parte de esa caracter¨ªstica forma de hacer pol¨ªtica en los Balcanes desde hace casi dos siglos: cuando las cosas se ponen feas o no van como desear¨ªan los pertinentes l¨ªderes nacionalistas, se trata de forzar una intervenci¨®n de las grandes potencias para intentar despu¨¦s manipular la situaci¨®n a conveniencia propia.
Independencia de Kosovo equivale a destrucci¨®n asegurada de Macedonia
Todas las propuestas son malas para los nacionalistas albaneses excepto la independencia
Estos d¨ªas ha vuelto a estallar la violencia en Kosovo, hemos escuchado nuevamente las viejas cantinelas de la ¨²ltima d¨¦cada: que si unos ni?os ahogados, que si un joven tiroteado. Es el mismo lenguaje victimista de los albaneses y serbios de Kosovo en los ochenta. En el an¨¢lisis de lo sucedido estos d¨ªas aparecen explicaciones bien claras. Este mismo a?o 2004 habr¨¢ elecciones en Kosovo y desde hace alg¨²n tiempo se desarrolla una ¨¢spera pol¨¦mica sobre el nuevo sistema electoral que seg¨²n la UNMIK (misi¨®n de la ONU en Kosovo) deber¨ªa ser cerrado, lo que ha encontrado resistencia por parte de los sectores nacionalistas albaneses. Junto con todo ello, est¨¢ la idea de que el pr¨®ximo a?o ser¨¢ el de la aprobaci¨®n del estatuto de Kosovo, que los albaneses locales identifican con independencia. Una reciente conferencia apadrinada en Suiza por una ONG local se ha dedicado a discutir por adelantado sobre el estatus final de la provincia. Como era de esperar, todas las propuestas son malas para los nacionalistas albaneses, excepto la que contempla una independencia total, sin condiciones y sin estatuto regulador de las relaciones con la minor¨ªa serbia. Una propuesta muy "original" que ya se escuchaba durante las discusiones para la independencia de las rep¨²blicas ex yugoslavas en 1991. Pero esta salida conllevar¨ªa una nueva limpieza ¨¦tnica, la expulsi¨®n de los ¨²ltimos serbios presentes en la regi¨®n; y resulta inaceptable para la Administraci¨®n internacional. Por otra parte, mientras en Bosnia se ha impuesto una reunificaci¨®n de Mostar inici¨¢ndose la reconciliaci¨®n de musulmanes y croatas, en Kosovo nadie quiere repetir la experiencia con Mitrovica, cantonalizada de hecho entre serbios y albaneses. Da una idea del talante que la inauguraci¨®n del nuevo Parlamento de Kosovo ha provocado un incidente con el jefe de la UNMIK, Harri Holken, dado que sus enormes paneles decorativos est¨¢n dedicados a las gestas hist¨®ricas de los albaneses... y nadie m¨¢s.
As¨ª que la caldera estuvo cociendo conflictos durante las ¨²ltimas semanas y ahora ha estallado en sinton¨ªa con los atentados acaecidos en Madrid. Mientras en Europa y Estados Unidos la preocupaci¨®n sube enteros cada d¨ªa ante el espectacular atentado del 11-M y sus consecuencias a escala internacional, para los albaneses de Kosovo ha sido el momento ¨¢ureo para abrir un nuevo frente. El objetivo principal es marear lo suficiente a las potencias intervinientes para que terminen arrojando la toalla, lo que da una idea muy clara del tipo de independencia que desean los instigadores del pogromo.
Por si faltara algo, en Belgrado acaba de formarse un d¨¦bil Gobierno dirigido por el nacionalista Vojislav Kostunica y los radicales se han convertido en el partido m¨¢s votado en las elecciones. Por lo tanto, la ocasi¨®n la pintan calva para los nacionalistas albaneses y serbios. Estos ¨²ltimos han entrado a trapo en los incidentes de Kosovo porque les dan pie para otra maravillosa e irrepetible huida hacia delante en un panorama pol¨ªtico fragmentado, plagado de pol¨ªticos in¨²tiles que, como sus hermanos albaneses, no tienen ni idea de lo que har¨¢n pasado ma?ana.
Si en la mayor parte de los Balcanes gobiernan o conspiran letales pol¨ªticos sin ideas, en Occidente las cosas no andan mucho mejor. Aunque brevemente, han vuelto a aflorar los aprendices de brujo que claman por supuestas soluciones propias de hace un par de siglos, cuando la soberan¨ªa nacional se resum¨ªa en la frontera, esa instituci¨®n que en los Balcanes es muchas veces principio y fin de toda acci¨®n pol¨ªtica. Por lo tanto, hemos de suponer que en una Europa que lucha por la expansi¨®n del espacio Schengen a todos sus componentes, la soluci¨®n que predomina entre los albaneses de Kosovo es, pura y simplemente, la de siempre: independencia sin condiciones. La Administraci¨®n internacional ya ha sido instrumentalizada y no da m¨¢s de s¨ª, se ha convertido en un estorbo porque ya no sirve a los intereses de los nacionalistas albaneses. Y ojo con mencionar la contradicci¨®n b¨¢sica: ?Qu¨¦ hacer entonces con la integridad estatal de Macedonia? La diplomacia occidental ha intentado que los conceptos de Estado nacional y federaci¨®n coexistieran en los Balcanes, pero a la chita callando. La realidad es m¨¢s tozuda, y por ello, independencia de Kosovo equivale a destrucci¨®n asegurada de Macedonia, y ¨¦sta a su vez, a desestabilizaci¨®n del sur balc¨¢nico. Eso constituye un peligro de tal calibre para el proceso de integraci¨®n europea, de la "vieja Europa", que una vez m¨¢s, todo este preparado incidente kosovar huele a cuerno quemado en relaci¨®n al berrinche norteamericano con el rumbo que han tomado las cosas en Espa?a y por lo tanto en Irak, y por ello en la Casa Blanca. Porque tambi¨¦n es casualidad que hace un a?o, coincidiendo con la inminente invasi¨®n del pa¨ªs ¨¢rabe, apareciera un Ej¨¦rcito Nacional Alban¨¦s que anduvo organizando acciones violentas por Macedonia y Kosovo a lo largo de la primavera y el verano.
La primavera es otra cuesti¨®n. Los conflictos balc¨¢nicos suelen despuntar en primavera y desarollarse en verano: desde las guerras de Croacia y Eslovenia, en el remoto 1991, hasta los atentados pol¨ªticos en Serbia, pasando por el inicio del conflicto bosnio, la insurgencia en Kosovo, las guerrillas albanesas aqu¨ª y all¨¢. Mortales marzos, feroces julios. Conflictos a caballo de las estaciones que dan idea de la importancia que tiene en los Balcanes la simple contumacia, sustitutiva del arte de la pol¨ªtica, la capacidad de negociaci¨®n y la conciliaci¨®n de intereses. Kosovo es una regi¨®n europea donde los juristas de la Administraci¨®n internacional han tenido que tolerar y hasta aplicar m¨¢s o menos bajo cuerda el Kanun de Leke Dukagjini, transmitido oralmente desde el siglo XV que se utiliza para solventar numerosos conflictos relacionados con la propiedad y la familia, pero tambi¨¦n establece reglas para los ajustes de cuentas por honor. Es la venganza de sangre, la gjakmarrje, la ley del koka p?r kok? que cada vez se extiende m¨¢s entre los mismos albaneses. Un panorama muy poco prometedor para los inversores y para el turismo, para la integraci¨®n de la zona en la UE del siglo XXI.
Francisco Veiga es profesor de Historia de la Europa oriental en la UAB y autor de Slobo (2004) y La trampa balc¨¢nica.
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