"Admiro al pueblo espa?ol por su madurez"

G¨¹nter Grass (Danzig, 1927) lleg¨® a Barcelona con ganas de hablar de la situaci¨®n pol¨ªtica en Espa?a, en Europa, en el mundo, tanto, que en la conferencia de prensa que precedi¨® a esta entrevista apenas s¨ª se refiri¨® al libro que presentaba, Art¨ªculos y opiniones (1955-1971) (Galaxia Gutenberg / C¨ªrculo de Lectores). "Admiro al pueblo espa?ol por su reacci¨®n espont¨¢nea, pero bien meditada. Ha tomado una decisi¨®n que va m¨¢s all¨¢ de las elecciones y de la ca¨ªda de un Gobierno en las urnas, porque los ciudadanos se sienten responsables de las estructuras de su Estado y porque se opusieron desde el primer momento a la invasi¨®n de Irak, y cuando han visto que los pol¨ªticos elegidos les han mentido y traicionado, han dicho no. Espa?a ha reaccionado de forma madura y eso no puede ponerse en duda".

"Me compromet¨ª como ciudadano, un ciudadano que tiene el oficio de escritor"

"No se puede olvidar. Espa?a no superar¨¢ su presente si no asume el pasado"

"Las recientes elecciones van m¨¢s all¨¢ de las circunstancias que ha vivido Espa?a, porque significan el fracaso de los pol¨ªticos ante el terrorismo, que no se resuelve s¨®lo con medidas policiales o militares", a?adi¨®, y propuso una "especie de Plan Marshall dirigido a los pa¨ªses en desarrollo". Y en esa estrategia, "Espa?a, que durante 800 a?os convivi¨® con el mundo musulm¨¢n, puede jugar un papel muy importante con Francia y Alemania".

Habl¨® Grass tambi¨¦n de los nacionalismos y record¨® sus or¨ªgenes casubos, un pueblo de ra¨ªces eslavas. "No deben poner en peligro la uni¨®n de una naci¨®n establecida por la historia. Los pa¨ªses de la UE no deben transmitir sus problemas a Europa, sino resolverlos ellos". Alab¨® el sistema federal de Alemania y afirm¨® que "un sistema federalista ser¨ªa bueno para Espa?a, porque permitir¨ªa el desarrollo de todas sus culturas".

Art¨ªculos y opiniones es el primero de dos vol¨²menes de la Obra ensay¨ªstica completa del premio Nobel alem¨¢n (1999) y Pr¨ªncipe de Asturias de las Letras (1999). En m¨¢s de 800 p¨¢ginas, y con la impecable edici¨®n de Galaxia Gutenberg, el libro re¨²ne ensayos, art¨ªculos -algunos de ellos in¨¦ditos-, cartas abiertas, discursos pol¨ªticos, conferencias e incluso el Diario pol¨ªtico que public¨® en 1971.

Pregunta. Dice en su libro que para usted "pol¨ªtica y literatura nunca han sido contrapuestas ni excluyentes".

Respuesta. A los 15 a?os llevaba uniforme, crec¨ª en los ideales nazis, fui soldado, result¨¦ herido, fui hecho prisionero por los estadounidenses. Luego tuve que enfrentarme a los cr¨ªmenes que cometi¨® mi pa¨ªs. Fue un shock terrible. A los 18, 19, 20 a?os, mientras estudiaba Artes, me plante¨¦ muchas preguntas. ?C¨®mo era posible que un pa¨ªs civilizado hubiera retrocedido a la barbarie? ?C¨®mo Hitler pudo llegar legalmente al poder? Comprend¨ª que era necesario reconquistar la democracia a diario. As¨ª me compromet¨ª como ciudadano, un ciudadano que tiene el oficio de escritor.

P. ?Le fascina el poder?

R. Nunca ocup¨¦ un cargo pol¨ªtico, aunque en los tiempos de Willy Brandt me impliqu¨¦ m¨¢s. Lo que me fascina es el poder de la palabra. Siempre me ha gustado leer fragmentos de mis obras en teatros llenos de gente y conquistarlos con las palabras. Con ese sentimiento de poder, tengo m¨¢s que suficiente.

P. Son sorprendentes los discursos pol¨ªticos que pronunci¨® a favor del SPD. Son todo un g¨¦nero literario.

R. Hab¨ªa hecho protestas, hab¨ªa escrito cartas abiertas, pero siempre desde el pedestal. No me parec¨ªa bastante y acept¨¦ el desaf¨ªo. Muchos escritores renegaron: "?Es posible que llegue tan bajo?", dijeron. Pero acab¨¦ teniendo su apoyo.

P. Milit¨® en el SPD.

R. En 1961, cuando se construy¨® el muro de Berl¨ªn. Brandt se presentaba por primera vez a canciller, y Adenauer en un discurso le defini¨® como inmigrante y padre de un hijo extramarital. Esa actitud demag¨®gica fue aceptada. Brandt se defend¨ªa mal, as¨ª que...

P. Lo dej¨® en 1994.

R. Dej¨¦ la militancia porque el Gobierno del SPD aboli¨® la joya de la corona: el derecho a la inmigraci¨®n. Era inaceptable e impensable. Sal¨ª del partido.

P. En uno de sus art¨ªculos dice que "el revisionista vive de la duda productiva".

R. Lo escrib¨ª premeditadamente. En esa ¨¦poca la palabra revisionista era un insulto y dije que yo era un revisionista. Pero vea usted, eso se lo tendr¨¢ que plantear Espa?a en alg¨²n momento. No se puede olvidar. La gente no superar¨¢ su presente si no asume el pasado.

P. El silencio de la transici¨®n.

R. Asist¨ª al primer congreso del PSOE en Espa?a. Nadie hablaba de la guerra ni de la dictadura, s¨®lo un viejo socialista se refiri¨® a las heridas del pasado. Le pregunt¨¦ a Felipe Gonz¨¢lez. Me dijo que ten¨ªa por delante una ¨¦poca muy dif¨ªcil y que era importante unificar al pueblo. Lo acept¨¦ en una fase inicial, pero ya se ve, se intenta hacer reposar las viejas historias, pero el pasado siempre nos alcanza.