Camps y Zaplana pugnan por el control del PP en Elche tras la dimisi¨®n del presidente de la gestora

La dimisi¨®n de Rafael Ramos, candidato improvisado en abril de 2003 para las elecciones municipales, y portavoz municipal del PP y presidente de la gestora municipal en Elche hasta el viernes, ha reabierto hist¨®rica crisis los populares ilicitanos. El control de esta plaza donde el PP gana todas las elecciones, excepto en las municipales, es el primer escenario de la pugna Zaplana-Camps por el control del partido. El incombustible l¨ªder local Manuel Ortu?o se presenta como la clave para inclinar la balanza en favor del ex ministro o del presidente del Consell.

El ministro ha ganado la primera batalla pero el presidente aumenta sus apoyos d¨ªa a d¨ªa

La dimisi¨®n de Ramos de todos los cargos p¨²blicos, aunque mantendr¨¢ su afiliaci¨®n al partido, se produce como una reedici¨®n de los males que aquejan al PP en Elche desde 1995, donde los cargos del partido siempre han sido impuestos por la extensi¨®n de la mano alargada del ex presidente del Gobierno Valenciano y presidente del PP, Eduardo Zaplana, a trav¨¦s del ex presidente de la Diputaci¨®n de Alicante, Julio de Espa?a. La manifiesta debilidad de Zaplana tras el resultado electoral del 14-M deja al presidente del PP sin muchos apoyos en Elche. El actual presidente del Consell, Francisco Camps, ya cuenta con apoyos dentro de las filas populares. Y Zaplana cuenta con adversarios pol¨ªticos hist¨®ricos como el actual subdelegado del Gobierno valenciano en Elche, Manuel Ortu?o, al que nunca le han dejado liderar el partido.

Los ediles del grupo popular eligieron el pasado viernes, tras enterarse por la prensa de la dimisi¨®n de su portavoz, un sustituto: Josefa Mart¨ªn, una joven de 29 a?os rescatada por el presidente de la Diputaci¨®n de Alicante como diputada y responsable del Hogar Provincial. El vac¨ªo de poder recay¨® en pocos minutos en manos de Zaplana. Pero es un poder d¨¦bil. A su vera se postula de nuevo la sombra de Ortu?o, que tiene como forma la figura de la edil Elena Bonet y un respaldo mayoritario de las bases del partido que nunca ha sido atendido por la direcci¨®n regional cuando la ha ostentado Zaplana. Hay m¨¢s movimientos, tales como la figura de Mercedes Alonso, que est¨¢ siendo respaldada por Camps en sus intenciones por hacerse con el control del partido. No se descarta tampoco nuevas dimisiones internas, al socaire de la renuncia de Ramos y de aquellos que "enga?ados y dolidos" entraron de su mano a formar parte de un proyecto a "medio plazo" como defini¨® Zaplana.

Ramos aludi¨® a una incompatibilidad entre su vida profesional y personal y la exigencia que le requer¨ªa el cargo de portavoz y presidente de la gestora. La incompatibilidad se puso de manifiesto puesto que la gestora s¨®lo se ha reunido una vez desde abril de 2003. Rafael Ramos lleg¨® a ser candidato nombrado por la mano de Zaplana la misma ma?ana del 2 de abril en la que el candidato real, el empresario Emilio Cano, anunciaba su marcha. Ramos explic¨® que la aceptaci¨®n del puesto se produjo en pocos segundos. Minutos despu¨¦s, el mismo Zaplana hablaba aquella misma ma?ana de un "candidato a medio y largo plazo" en relaci¨®n a Ramos. Adem¨¢s, asum¨ªa la gestora de la agrupaci¨®n local previa a la celebraci¨®n de asambleas tras la dimisi¨®n de Manuel Ortu?o como presidente, obligado por su nuevo cargo de subdelegado del Consell. La realidad, una vez m¨¢s, era que Cano escapaba de la debacle y de las promesas incumplidas de la direcci¨®n del partido que desde Alicante volv¨ªa a imponer miembros "intocables" en la lista, sin dejar margen de maniobra a sus colaboradores. Cano dimiti¨® aduciendo problemas de salud. Desde ese d¨ªa, incluso despu¨¦s de que el resultado de las elecciones municipales para el PP de Elche no fueran catastr¨®ficos -perdi¨® un solo concejal-. Ramos ya anunci¨® en octubre al partido su intenci¨®n de dimitir y dejar la pol¨ªtica. As¨ª lo hicieron anteriormente otros portavoces municipales del PP desde 1995. En julio de 1995, Manuel Serrano -el ¨²nico candidato que gan¨® unas elecciones locales, pero que no lleg¨® a gobernar- abandonaba el cargo y dejaba su acta municipal tras ser derrotado en su lucha con Ortu?o. La salida por la puerta falsa de Ramos reabre la end¨¦mica crisis del PP local y la batalla por el control y la estabilidad de un partido que ha perdido sus elecciones m¨¢s importantes.