Intensa expresividad

Todo el hechizo y la resonancia medi¨¢tica que rodean la figura de Angela Gheorghiu han ayudado, sin duda, a la popularidad de la artista, pero ello no servir¨ªa de nada si a la hora de la verdad no respondiese art¨ªsticamente. Y vaya si lo hizo en este su recital de presentaci¨®n en Barcelona, al menos a juzgar por el gran entusiasmo con que el p¨²blico acogi¨® sus interpretaciones. Y uno no cree que fuese por una voz de timbre l¨ªrico, bella y bien conducida, pero de no gran peso espec¨ªfico y que incluso puede aparecer en algunos pasajes sorda y desigual en la proyecci¨®n, sino por un elegante y cuidado modo de cantar , del que se desprende una gran intensidad expresiva.

Angela Gheorghiu demostr¨® que se puede hacer un gran ¨¦xito con un recital en el Liceo (algo que no han conseguido otros cantantes de muy alto copete), que conoce con meridiana inteligencia las caracter¨ªsticas y posibilidades de su voz y que, en consecuencia, supo escoger un programa amable y, en general, ligerito, en el que arriesg¨® muy poco vocalmente, pero que le asegur¨® el ¨¦xito. La primera parte (Gluck, Mart¨ªn y los italianos) vio a una cantante muy concentrada y con gran l¨ªnea, pero la segunda parte (los franceses y los rumanos) le ofreci¨® un m¨¢s amplio abanico art¨ªstico, siendo de agradecer que diese a conocer las bellas canciones de cuatro compositores de su Rumania natal.

Jeff Cohen dio una mod¨¦lica lecci¨®n de acompa?amiento pian¨ªstico, sin buscar el lucimiento personal. Al final del recital el entusiasmo se desbord¨®, con el p¨²blico puesto en pie y cinco propinas.