Cardenal
Antes de que a un Aznar de artima?as le diera la perra de la carta de Zapatero, para el relevo de las tropas de Irak, cuesti¨®n que era de su responsabilidad e incumbencia como presidente en funciones, aunque desprestigiado y mal perdedor, el que ha sido y a¨²n sigue siendo, confiemos en que por poco, fiscal general del PP o del Gobierno del PP, pero no del Estado, ech¨® a rebato las campanas e imparti¨® una orden sin precedentes, para empapelar rojos. Cardenal pretend¨ªa judicializar las denuncias del PP, como si las concentraciones en torno a sus sedes fueran actividades delictivas. S¨¦ lo que le dijiste a un fiscal ya sorprendido por una iniciativa totalitaria, que pretend¨ªa impedir actuaciones, con libertad de criterio y otros maneras. Pero t¨² le dijiste a un fiscal sorprendido y muy irritado por aquella orden tan general como descabellada: yo estuve frente al domicilio social de los populares, que me procesen, que me detengan, ?qu¨¦ quiere que le diga? Era jornada de reflexi¨®n y no encontr¨¦ mejor manera de reflexionar que situ¨¢ndome ante unas gaviotas en vuelo rasante y casi desplumadas, junto con otros cientos de vecinos. ?Hay libertad de reflexi¨®n o no? Pues que cada quien reflexione como m¨¢s le cunda. He visto reflexionar a muchos mientras contemplaban El juicio universal, de Rubens, o se com¨ªan un plato de alubias, o escuchaban La pasi¨®n seg¨²n San Mateo, o hac¨ªan el amor bajo un cerezo, o cantaban rancheras, con cierta melancol¨ªa, o abucheaban a quienes los hab¨ªan abucheado, ?es que pretende cardenal que la reflexi¨®n sea un petardo de aburrimiento, o un ejercicio de acatamiento, o un movimiento tropero o un estado de excepci¨®n? Cardenal es ficha y facha. Ficha, y menuda ficha; facha, y menudo facha. Despu¨¦s de un mes de marzo, que hoy termina, justamente, tan tenso, tan dram¨¢tico, tan de urnas rebosantes de izquierdas, ?qu¨¦ pretende el fiscal general del partido derrotado?, ?la revancha?, ?llenar las audiencias de causas penales?, ?rubricar una penosa gesti¨®n ya matasellada de sv¨¢sticas? Sin el debido respeto, que le den morcilla, en sentido figurado, claro. Aunque tampoco es morcilla, precisamente, lo que te hace sonre¨ªr.
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