Justicia en Usera
Cambiar seguridad por libertad, he aqu¨ª un trueque que nos proponen, con el mayor desparpajo y sin asomo de rubor, relevantes l¨ªderes pol¨ªticos que se dicen democr¨¢ticos y se desdicen como tales en sus actuaciones y manifestaciones p¨²blicas; aunque no se atrevan a pronunciarlo con todas sus letras, el intercambio que proponen estos usurpadores de la democracia es el del viejo sofisma reaccionario que prefiere la injusticia al desorden, como si la injusticia no fuera el mayor de los des¨®rdenes posibles.
Pedro Mart¨ªnez, teniente fiscal de Madrid, ha denunciado p¨²blicamente hace unos d¨ªas a los se?ores Ansu¨¢tegui, delegado del Gobierno, y Fern¨¢ndez Ranca?o, jefe superior de Polic¨ªa, por haber organizado, con fines electoralistas, "operaciones policiales propagand¨ªsticas", redadas masivas de presuntos delincuentes a las que fueron invitados los medios de comunicaci¨®n, operaciones que seg¨²n el denunciante van en detrimento "de los derechos y garant¨ªas constitucionales de los ciudadanos".
Para recuperar la confianza, y el voto, de las gentes de orden, nuestros dos guardianes de la ley no dudaron a la hora de montar, en la madrugada de la "segunda vuelta" de las elecciones auton¨®micas, un operativo que vulner¨® los derechos, las garant¨ªas y la dignidad de 122 inmigrantes "sin papeles" y por lo tanto sin voto, que cenaban pac¨ªficamente en varios restaurantes del barrio de Usera y que fueron detenidos y exhibidos ante c¨¢maras y flashes como peligrosos delincuentes y conducidos a unas dependencias policiales que dejar¨ªan horas despu¨¦s, humillados y vejados, pero sin acusaci¨®n alguna sobre sus cabezas. Detuvieron a 123, pero a uno de ellos consiguieron acusarlo de algo, todo un r¨¦cord de efectividad, no policial desde luego, pero s¨ª propagand¨ªstica, porque los medios de comunicaci¨®n se hicieron eco del excepcional despliegue policiaco, pero obviaron, o no fueron informados posteriormente por sus sol¨ªcitos anfitriones, del repliegue y del fiasco.
Adem¨¢s de los efectos puramente publicitarios a corto plazo, los mentores de la operaci¨®n 'Tormenta en Usera' pretend¨ªan incidir en otro de sus sofismas favoritos y cargar sobre los inmigrantes el peso y la culpa de una delincuencia que ellos han sido incapaces de controlar.
El aumento de la delincuencia en Madrid, dec¨ªa el teniente fiscal hace unos d¨ªas en estas p¨¢ginas: "Se debe al incremento de la precariedad y de la marginalidad, no a la nacionalidad". Por mantener y no enmendar esa tesis, de una obviedad manifiesta, Ansu¨¢tegui, en una actuaci¨®n sin precedentes y por encima de sus atribuciones, solicit¨® al fiscal jefe de Madrid el relevo inmediato de Mart¨ªnez, solicitud no aceptada pero que cre¨® complicaciones y desajustes en la ya dif¨ªcil coordinaci¨®n entre la polic¨ªa y los jueces.
Para los "justicieros de Usera", los culpables del aumento de la inseguridad ciudadana son los jueces que no encarcelan ni expulsan a los inmigrantes que caen en sus redadas, con la excusa de que, por mucho que se empe?en sus captores, no pueden imputarles ning¨²n acto punible. Inmigraci¨®n y delincuencia, inmigraci¨®n y terrorismo, peligrosas asociaciones de ideas, terribles binomios que manejan con criminal imprudencia estos que anteponen el orden a la justicia y desconf¨ªan de la libertad porque siempre ven en ella el embri¨®n del libertinaje, de la anarqu¨ªa que amenaza su jerarqu¨ªa.
El delegado Ansu¨¢tegui y el polic¨ªa Ranca?o saben, deber¨ªan saber, que el incremento de la delincuencia no se ataja s¨®lo con medidas policiales, ni siquiera judiciales, pero cabe la sospecha de que su inter¨¦s b¨¢sico no est¨¦ tanto en la soluci¨®n del problema, como en la utilizaci¨®n partidaria y corporativa del mismo, partidaria porque justificar¨ªa la actuaci¨®n de un partido "de orden", partidario de la mano dura, y corporativa porque el miedo a la inseguridad propicia la creaci¨®n de m¨¢s medios, m¨¢s poder y mayor impunidad para su gremio.
Despu¨¦s del ¨¦xito medi¨¢tico que obtuvieron en Usera y en v¨ªsperas de la ¨²ltima campa?a electoral, los justicieros, en un alarde de creatividad, organizaron otra redada con luz y fot¨®grafos, detuvieron a 16 inmigrantes rumanos y tuvieron que soltar a 15, una sensible mejora porcentual con respecto al operativo de Usera, ?¨¢nimo!
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