Daniel Mordzinski retrata a escritores que viven en Catalu?a

Daniel Mordzinski (Buenos Aires, 1960) es un hombre empe?ado en vestir siempre de negro y en retratar el esp¨ªritu de la literatura. No ha parado de hacerlo desde que en 1978 fotografi¨® a Jorge Luis Borges y casi siempre vinculando fotograf¨ªa, literatura y el espacio geogr¨¢fico en que nace esta ¨²ltima. Ayer inaugur¨® en Barcelona la ¨²ltima de sus exposiciones, dedicada precisamente a la literatura que genera Catalu?a, lo que no significa literatura en catal¨¢n.

Ayer cambiaron las tornas para Mordzinski. Ayer ¨¦l era el fotografiado junto a muchos de los escritores que componen su exposici¨®n. Cristina Peri-Rosi, Juan Mars¨¦, Ana Mar¨ªa Moix, Enrique de H¨¦riz, Enrique Vila-Matas o Rodrigo Fres¨¢n, entre otros, le acompa?aron en la inauguraci¨®n de la exposici¨®n en el Palau Robert de Barcelona. All¨ª permanecer¨¢ Los rostros de la escritura hasta el 9 de mayo dentro del programa de actividades con motivo del D¨ªa de Sant Jordi.

En total son 72 los fotografiados. Entre ellos Alfredo Bryce Echenique, Roberto Bola?o, Pere Gimferrer, Ana Mar¨ªa Matute, Eduardo Mendoza, Ignacio Vidal-Folch, Rosa Reg¨¤s, Maruja Torres, Quim Monz¨® o Baltasar Porcel. Un nuevo paso en "un largo periplo, una obsesi¨®n quijotesca de retratar las regiones a trav¨¦s de los ojos de sus escritores", explic¨® en la inauguraci¨®n. "Retratar a un escritor no es m¨¢s f¨¢cil, ni m¨¢s dif¨ªcil, que retratar a un ciclista en el Tour de Francia. Lo que realmente cuesta tiene m¨¢s que ver con mi modelo de crear puentes entre la escritura y el p¨²blico. Algo que nace de mi incapacidad de escribir", dijo ayer el fot¨®grafo.

La c¨¢mara de Mordzinski es una aut¨¦ntica devoradora del esp¨ªritu del escritor, capaz de dibujar "el universo que contienen cada uno de ellos". Congela en im¨¢genes la mirada "que es el m¨¢s personal de los atributos humanos. Una huella dactilar del alma". Su secreto, "su trampa" seg¨²n el escritor Enrique de H¨¦riz, consiste en "la adulaci¨®n, nos adula constantemente. Y tiene mucho m¨¢s m¨¦rito adular a un escritor, siempre lleno de inseguridades, que fotografiarle".

En sus fotograf¨ªas, Javier Cercas lee a Shakespeare en una piscina hinchable, Quim Monz¨® se transforma en una predicador de garaje, Cristina Peri Rosi se despereza en una cama, Jorge Herralde se entierra con sus libros de Anagrama o Mercedes Salisachs contempla su jard¨ªn mientras su mayordomo lo riega. Las manos de Ana Mar¨ªa Moix sostienen una fotograf¨ªa de ella y su hermano Terenci (del que ayer se cumpli¨® un a?o de su muerte), en otra de las instant¨¢neas Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n acaricia a su perro mientras sale a la calle y Roberto Bola?os se camufla entre ramas. "Permanece el consuelo de ver sus rostros llenos de inteligencia y de bondad en los retratos que les hice", escribe Mordzinski en el cat¨¢logo de la exposici¨®n sobre los escritores ya desaparecidos.

Hay pocos libros en sus im¨¢genes, "porque la realidad es m¨¢s compleja y alejada de los t¨®picos". En esta ocasi¨®n, a diferencias de otros de sus proyectos, tampoco hay excesivas referencias a la ciudad . "La presencia urbana de Barcelona es enorme, resultaba muy complejo abarcarlo todo con las fotograf¨ªas. Decid¨ª meterme m¨¢s en el universo interior de cada uno de ellos". La muestra se inaugur¨® en La Maison de Catalogne de Par¨ªs el pasado noviembre. Ahora llega a Barcelona de forma ampliada, con 16 fotograf¨ªas nuevas. "Nunca se puede hacer algo completo, este proyecto contin¨²a viviendo y lo continuar¨¦ completando a lo largo del tiempo".