Desmadre teatral en Arrabal de Portillo
El dif¨ªcilmente clasificable grupo de Jos¨¦ Mar¨ªa Alfaya (cantautor reciclado) y su Taller de Reinsertables, que combinan m¨²sica y teatro en una especie de cabaret pol¨ªtico a la alemana, pero de profundas ra¨ªces espa?olas, trajo el desmadre el pasado s¨¢bado al pueblo vallisoletano de Arrabal de Portillo, con el consiguiente regocijo de lugare?os y visitantes. Invitado el grupo por la asociaci¨®n cultural Suspiros del Masegar, tras haber sido el que m¨¢s gust¨® (por votaci¨®n del p¨²blico) en el ciclo anual Conciertos de la Estufa, llamados as¨ª porque se llevan a cabo en una antigua escuela, que se calienta con una vieja estufa, el Taller se reforz¨® esta vez con el grupo de teatro Blas de Otero y mont¨® un espect¨¢culo total que se inici¨® con el recibimiento que el pueblo, portando banderitas espa?olas y castellano-leonesas, dispens¨® a los artistas, en plan revival de Bienvenido, m¨ªster Marshall, retransmitido magistralmente por Pepe Tarduchi como locutor ca?¨ª. Condecorado Alfaya con una ristra de ajos, la cosa sigui¨® con una rueda de prensa fingida junto a la estufa, en la que el grupo present¨® su "nueva gira mundial" y el libro El cancionero del pollo Sanguinetti (Ediciones de La Discreta), que recoge las letras de sus casi 50 canciones golfas. Hubo barra libre de vino y pastas y luego una cena-espect¨¢culo, en la que tanto los artistas como el p¨²blico se entregaron. Alfaya, como patriarca, acompa?ado de Jos¨¦ Luis Yag¨¹e, alias El Capell¨¢n (bajo); Federico Aladro, alias Kiko el Ni?o (percusi¨®n); Pepe Tarduchi (aut¨¦ntica reencarnaci¨®n de la Chelito, con barba), y Juanjo Arranz, un mimo de primera categor¨ªa, ya que su cara tiene tantos matices como una enciclopedia, abordaron un repertorio que fue desde el Bolero del desencanto a Reins¨¦rtame, pasando por la picante y deslumbrante Caperucita Roja, Fandangos por Mastrique (dedicada a la Espa?a ca?¨ª en la UE) o Miltonete el parvulito (dedicada al economista ultraliberal Milton Friedman), as¨ª como los rom¨¢nticos himnos a los barrios madrile?os de Moratalaz y Lavapi¨¦s. Fue muy aplaudido el strip-tease de Tarduchi, en plan chulo de playa, durante la interpretaci¨®n de El cantor, la guitarra, el mar y dem¨¢s circunstancias, ya que lo hace muy bien, a pesar de que su cuerpo no sea el de Leticia Casta, votada por los alcaldes franceses como s¨ªmbolo de la Rep¨²blica francesa, cuyo himno, La Marsellesa, cant¨® no hace mucho Tarduchi en la tribuna del p¨²blico del Congreso de los Diputados en protesta contra el PP por meter a Espa?a en la guerra de Irak, antes de ser expulsado por los servicios de orden. El p¨²blico arrabalero no les dejaba irse y Alfaya logr¨® una vez m¨¢s volver a hacer verdad su frase, a lo Groucho Marx: "Hemos conseguido hacer espect¨¢culo de nuestras propias carencias". Que sea por muchos a?os, porque hacen buena m¨²sica y mejor teatro.-
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