2.000 euros por unas gafas de John Lennon
Una subasta cerr¨® la Fira del Disc Ciutat de Barcelona, que recibi¨® 23.000 visitantes
Era el objeto m¨¢s caro y tambi¨¦n uno de los que ya ten¨ªan comprador antes de realizarse la subasta. Unas gafas de sol de John Lennon fueron adjudicadas telef¨®nicamente por 2.000 euros, su precio de partida. ?ste fue el momento cumbre de la subasta que cerr¨® anoche la primera Fira del Disc Ciutat de Barcelona, celebrada en la estaci¨®n de Francia. Seg¨²n datos de la organizaci¨®n, m¨¢s de 23.000 personas asistieron a ella durante sus tres d¨ªas de duraci¨®n.
Hay tradiciones que no las cambia ni el organizador, y en esta primera feria sin Jordi Tard¨¤ la tradici¨®n sigui¨® mandando que la subasta se encargase de clausurar los tres d¨ªas de actividad. Otra tradici¨®n que se mantuvo fue el triunfo de los Beatles, que en la persona de John Lennon mostraron su tir¨®n entre los coleccionistas con permiso de los Stones, los otros grandes cl¨¢sicos. Las gafas de sol que el beatle regal¨® a la recepcionista del hotel de Palma de Mallorca en el que se aloj¨® en el a?o 1971 fueron adjudicadas por 2.000 euros, justo el doble de lo que se pag¨®, tambi¨¦n v¨ªa telef¨®nica, por una caja de cerillas y una estilogr¨¢fica firmadas por John y Yoko en la misma estancia. Muy lejos quedaron los Stones, de quienes se subast¨® una litograf¨ªa firmada por todos los miembros del grupo que fue finalmente adjudicada por el precio de partida, 300 euros.
La subasta, un tanto fr¨ªa, coloc¨® cerca de una veintena de objetos de la cuarentena que se ofertaban, pese a que los precios eran bastante ajustados. Sin que se diese lugar a las pujas que ambientan las subastas, el ¨²nico objeto que vio sustancialmente variado su precio de adquisici¨®n con relaci¨®n al de partida fue una foto firmada por el incombustible Iggy Pop, que, habiendo salido por 75 euros, fue finalmente adjudicada por 135. La apat¨ªa que el p¨²blico mostr¨® en la subasta no fue ¨®bice para que Juan Carlos Vilella, director de la feria, expresara su satisfacci¨®n por c¨®mo hab¨ªan ido las cosas en esta su primera aventura ferial en Barcelona. Por lo que respecta a la marcha general de esta primera feria posterior a Jordi Tard¨¤, la sensaci¨®n general tambi¨¦n era de moderado optimismo. Habida cuenta de la poca antelaci¨®n con la que se ha montado el evento, los expositores avalaban con su comprensi¨®n a los organizadores. "Al fin y al cabo, hablamos el mismo idioma de aficionados a la m¨²sica y no necesitamos la visita de los pol¨ªticos que aparec¨ªan cada a?o para justificar el alcance e importancia de la feria", dijo un expositor que pidi¨® quedar en el anonimato. En t¨¦rminos generales, los feriantes mostraban confianza en que en pr¨®ximas ediciones los n¨²meros de asistencia aumenten, aunque Alfons Sureda, de Discos Rev¨®lver, se?al¨®: "El problema central es que el formato est¨¢ en crisis y si las tiendas de discos van cada vez peor no se puede pedir que una feria nos solucione los problemas. La gente joven tiene cada d¨ªa m¨¢s diversificado su ocio y un disco de vinilo o de coleccionista no est¨¢ hoy por hoy entre sus prioridades". M¨¢s claro, el agua. Por si no fuera suficiente, Jes¨²s Moreno, tambi¨¦n de Rev¨®lver, se?al¨® a Internet como el gran competidor: "Hoy en d¨ªa puedes encontrar el disco m¨¢s raro en la red y encima te lo env¨ªan a casa con s¨®lo hacer un clic". Por eso mismo la cifra de m¨¢s de 23.000 asistentes durante los tres d¨ªas de feria se sit¨²a en unos t¨¦rminos m¨¢s que aceptables e impulsa a los organizadores a hacer planes con vistas a una segunda edici¨®n para el pr¨®ximo mes de noviembre. La duda es d¨®nde ubicarla, habida cuenta de que la estaci¨®n de Francia es un congelador en fechas invernales. Y mientras unos pensaban en el futuro y otros escuchaban el estruendo de los Damned en el escenario central, la tienda holandesa Good Times reventaba precios ofreciendo discos a 0,25 euros, una cantidad irrisoria destinada a no tener que cargar con material en el viaje de vuelta a Holanda. A veces no hay nada como haber llegado de lejos para acogerse a una determinaci¨®n rayana en la locura.
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