El consejero peregrina a Montserrat

La descentralizaci¨®n resulta informativa. Joaquim Nadal, consejero de Pol¨ªtica Territorial, viaj¨® ayer a Montserrat para hablar con los monjes y tambi¨¦n con los alcaldes de las poblaciones que forman el patronato de la monta?a. Como no vive en Barcelona, sino en Girona, fue directamente desde su ciudad, con un primer resultado: la profusi¨®n de se?ales informativas sobre el cremallera de Montserrat que cualquier conductor encuentra en las carreteras que van a la monta?a desde Barcelona se convierte en nada en las v¨ªas que llegan desde el norte.

"No puede ser", dijo Nadal, "no hay indicadores ni del cremallera ni de Monistrol. Lo arreglaremos".

Nadal subi¨®, desde luego, en el nuevo transporte p¨²blico del Gobierno catal¨¢n: el cremallera. Iba acompa?ado de Joan Torres, presidente de Ferrocarrils de la Generalitat, la compa?¨ªa que lo explota. M¨¢s tarde ambos se entrevistaron con el abad, Josep M. Soler, y comieron (fideos con pescado, carne con pur¨¦ de patatas y macedonia de frutas) con los monjes. En silencio, como manda la regla de san Benito, aunque luego departieron sobre asuntos comunes a la comunidad y al Gobierno catal¨¢n.

El monasterio ha recuperado un espacio de 2.000 metros cuadrados, dise?ado en su d¨ªa por Josep Puig i Cadafalch y apenas utilizado. Ser¨¢ ocupado en parte por el museo que ya exist¨ªa y en parte por exposiciones, y tendr¨¢ tambi¨¦n una sala de reuniones. El presupuesto de las obras procede, en buena parte, del Departamento de Presidencia.

Pero ¨¦ste es un asunto menor. Lo que de verdad est¨¢ en juego, desde la perspectiva de Pol¨ªtica Territorial, es la adaptaci¨®n de los espacios de movilidad de la monta?a y de las cuatro poblaciones (Monistrol de Montserrat, Marganell, El Bruc i Collbat¨®) que forman el patronato. Se trata de potenciar la relaci¨®n entre las localidades y Montserrat. Una vecindad que no todos han percibido como fruct¨ªfera en el pasado, pero que, en opini¨®n de Nadal, debe mejorar en el futuro.

La inauguraci¨®n del cremallera, explic¨® el consejero, ha tenido una primera virtud: algunos visitantes que pasan unos d¨ªas en las celdas montserratinas compran en Monistrol gracias a un pase que les permite bajar y subir en el cremallera. Se trata de interconectar tambi¨¦n el a¨¦reo y de jugar con los espacios de aparcamiento disponibles (incluidos los de la monta?a, gestionados por los monjes).

Nadal se entrevist¨® con el abad en la sala de Romer¨ªas y luego fue invitado a escuchar a la escolan¨ªa, que interpret¨® una Salve y el Virolai. "Trataremos de equilibrar el peso espiritual y el material de Montserrat", dijo. Nadal record¨® que el recinto del monasterio ocupa espacio de dos municipios (Monistrol y Collbat¨®) y que tiene que adaptarse a las relaciones con estas poblaciones, que con frecuencia se han sentido ignoradas.

El d¨ªa resulto espectacular y el propio consejero se encarg¨® de resaltar que era doblemente simb¨®lico: para los monjes cat¨®licos, el inicio de la Semana Santa, para todos los catalanes, un espl¨¦ndido "inicio de la primavera", luminoso y c¨¢lido.