Bartok por Boulez, un lujo
De cine, de lujo. As¨ª se suelen denominar las realizaciones que flirtean con la gloria. En ese grupo de privilegio se sit¨²a el primero de los conciertos orquestales del actual Festival de Pascua de Salzburgo. Un magn¨ªfico Bartok con la Filarm¨®nica de Berl¨ªn, llevada en volandas por Pierre Boulez: la perfecci¨®n se sinti¨® muy cerca, casi al alcance de la mano.
Boulez, el gran patriarca de la m¨²sica francesa, est¨¢, a sus 79 a?os, m¨¢s fresco que una lechuga. No hay m¨¢s que verle dirigir: ordenado, ¨¢gil, dominador, con un control estricto de cada detalle. No se le va una, desde luego, y as¨ª comenz¨® su monogr¨¢fico dedicado a Bartok con la portentosa Filarm¨®nica de Berl¨ªn (qu¨¦ orquesta: se van algunos que parec¨ªan imprescindibles, vienen otros y siguen tocando como si no hubiese pasado nada) con una impecable Suite de danzas y acab¨® con una brillante, espectacular, electrizante versi¨®n de la pantomina El mandar¨ªn maravilloso. Boulez es sobrio en el gesto pero profundo en la construcci¨®n de las arquitecturas musicales. Se podr¨ªa decir que dirige desde el pensamiento. Seduce por la sabidur¨ªa almacenada y los m¨²sicos le siguen con veneraci¨®n.
Orquesta Filarm¨®nica de Berl¨ªn
Director: Pierre Boulez. B¨¦la Bartok: Suite de danzas; Concierto para viol¨ªn n? 1 (con Gidon Kremer); Concierto para viola (con Yuri Bashmet) y El mandar¨ªn maravilloso. Festival de Pascua de Salzburgo, 4 de abril.
Mecanismo de relojer¨ªa
Dos grandes solistas, Kremer y Bashmet, colaboraron con ¨¦l en sendos conciertos para viol¨ªn y viola. Deslumbraron. El primero por la belleza de su sonido -toca un Guarneri de 1730- y el segundo por un poder¨ªo musical elaborado desde el concepto y desarrollado con un virtuosismo extremo. La Filarm¨®nica de Berl¨ªn en este repertorio es insuperable. Siempre es un mecanismo de relojer¨ªa, desde luego, pero en las obras complejas da lo mejor de s¨ª mismas. Bartok lleg¨® as¨ª a la sala como si fuera Beethoven, con inmediatez, con gancho. Boulez pasa as¨ª con matr¨ªcula de honor la primera de sus tres grandes pruebas de 2004 en territorio centroeuropeo. En las otras dos cambia de pa¨ªs y de cometido. Inaugura en julio el Festival de Bayreuth con Parsifal, en un montaje que se presume pol¨¦mico, y crea una academia de m¨²sica contempor¨¢nea a su medida en Lucerna en septiembre, con la colaboraci¨®n en el concierto de clausura con Maurizio Pollini, otro que tal baila y se apunta siempre a las propuesta m¨¢s comprometidas.
Volvi¨® a Salzburgo como espectador Gerard Mortier, ausente desde que dej¨® su trono en agosto de 2001. En Cos¨¬ fan tutte tuvo como pareja acompa?ante a Eliette von Karajan (es el comentario de todos los corrillos); en el concierto de Boulez se sent¨® al lado de su compa?era de fatigas Evamaria Wieser. El tiempo, desde luego, borra todas las heridas y muchos de los que le criticaron sin piedad ahora se deshac¨ªan en admiraciones. En fin, as¨ª es la vida.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.