Jos¨¦ Antonio de la Loma, director, guionista y productor de cine
El pasado lunes muri¨® en Barcelona, a los 80 a?os, el guionista, director y productor cinematogr¨¢fico Jos¨¦ Antonio de la Loma. Sobrevivi¨®, por tanto, en cuatro meses a quien haya sido tal vez la m¨¢s popular de sus criaturas de celuloide, el delincuente Juan Jos¨¦ Moreno Cuenca, El Vaquilla, a quien dirigi¨® en un par de ocasiones (la m¨¢s conocida, en Yo, el Vaquilla, en 1985), y de quien hab¨ªa sido algo as¨ª como su mentor, padre putativo y contable.
Pero ser¨ªa una injusticia recordar a De la Loma s¨®lo por su relaci¨®n con El Vaquilla: de hecho, su carrera cinematogr¨¢fica fue muy larga, con m¨¢s de 40 t¨ªtulos dirigidos y algunos m¨¢s producidos, un perfecto exponente de lo que fue el artesanado cinematogr¨¢fico catal¨¢n entre los a?os cincuenta y el regreso de la democracia.
Nacido en la Ciudad Condal el 4 de marzo de 1924, nada hac¨ªa presagiar que en el destino de De la Loma se tuviera que cruzar el cine. De familia militar (su padre era teniente coronel de la Guardia Civil) y ¨¦l mismo maestro nacional en el conflictivo Barrio Chino de los a?os cuarenta, su afici¨®n principal, ya en sus tiempos de estudiante en la Universidad de Barcelona, fue el teatro: lleg¨® a dirigir el Teatro Espa?ol Universitario e incluso, junto al gran renovador de la escena catalana de posguerra, Juan Germ¨¢n Shroeder, cre¨® la compa?¨ªa El Corral.
Tambi¨¦n se interes¨® por la escritura (ya su segunda novela, Sin la sonrisa de Dios, publicada en 1949, conoci¨® adaptaci¨®n cinematogr¨¢fica, en 1955, dirigida por Julio Salvador y con gui¨®n del propio De la Loma), tanto novel¨ªstica como de obras teatrales y adaptaciones de sus guiones cinematogr¨¢ficos a formato narrativo.
Sus comienzos en el cine se sit¨²an en 1953, cuando adapt¨® La hija del mar, de ?ngel Guimer¨¤, para que la dirigiese el antiguo exilado republicano Antonio Momplet, y durante a?os trabaj¨® a las ¨®rdenes del estajanovista Ignacio F. Iquino, el productor catal¨¢n m¨¢s prol¨ªfico de los cincuenta, para quien escribi¨® numerosos guiones, algunos no firmados.
No ser¨ªa Iquino el ¨²nico productor que cont¨® con sus servicios durante a?os: de hecho, fue director de producci¨®n en el periodo de auge de los Estudios Balc¨¢zar (1962-1968), al tiempo que rodaba sus propias pel¨ªculas y fundaba la primera de sus varias empresas de producci¨®n, Java (1960), a la que habr¨ªan de seguir, hasta los noventa, muchas m¨¢s: Promofilms, Films Zod¨ªaco, Golden Sun, JAL PC, Stars Lighting. Fue, por lo tanto, uno de los m¨¢s prol¨ªficos profesionales que trabajaron en el cine de g¨¦nero y coproducci¨®n, ese fil¨®n que en los sesenta parec¨ªa inagotable, y gracias a cuyos ¨¦xitos pudo independizarse definitivamente, tras su salida de Balc¨¢zar.
De su cine, en el que abunda el filme de acci¨®n y rodaje r¨¢pido (Misi¨®n en Ginebra, 1967; El magn¨ªfico Tony Carrera, 1968; Golpe de mano, 1969; Metralleta Stein, 1974), seguramente quedar¨¢ bien poco en el futuro: eran pel¨ªculas de consumo instant¨¢neo y cine de barrio, ideales para el doble programa.
Pero tambi¨¦n intent¨® producciones ambiciosas, como Jugando con la muerte (1982), en la que cont¨® nada menos con Max von Sydow y George Peppard, o Pasi¨®n de hombre (1988), protagonizada por Anthony Quinn. Y hasta se atrevi¨® a utilizar a la ETA como tel¨®n de fondo del conflicto de Goma 2 (1984).
Pero tal vez lo m¨¢s popular de su filmograf¨ªa fueron las pel¨ªculas sobre delincuentes juveniles, que con astuto sentido de la oportunidad y un retorcido temor ante la democracia "liberticida" que se reinstal¨® en 1977, cultiv¨® desde mitad de los setenta: Perros callejeros (1977) y Perros callejeros II (1978), Los ¨²ltimos golpes de El Torete (1980), Perras callejeras (1985), incluso Tres d¨ªas de libertad (1985), la pel¨ªcula que, en toda l¨®gica, clausur¨® su carrera, en 1995.-
![Jos¨¦ Antonio de la Loma.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/W73GHVV5QMV5GCNWD2PFO5ZMGM.jpg?auth=dfce362f092f6a44fdc8ef6ba2de486f58129cc9e3845127d8dfa747280c098d&width=414)
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