El Ayuntamiento y la autoridad portuaria sellan el plan urban¨ªstico que abrir¨¢ M¨¢laga al mar

El presidente de la Autoridad Portuaria de M¨¢laga, Enrique Linde, hist¨®rico dirigente del PSOE curtido en mil batallas, resumi¨® ayer su padecer ante el ¨²ltimo acuerdo alcanzado con el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, para poner en marcha el Plan Especial del Puerto, que abrir¨¢ M¨¢laga al mar. "Creo, espero, solicito e imploro que sea el definitivo", dijo. Nueve palabras para resumir el tortuoso camino de cinco a?os de negociaciones. Un proceso que ha requerido 77 encuentros entre t¨¦cnicos y la mediaci¨®n en 13 de ellos del subdelegado del Gobierno, Carlos Rubio.

De la Torre present¨® ayer, en solitario, el acuerdo cerrado el d¨ªa anterior con Linde y que supuestamente -ha habido varios anuncios anteriores de acuerdo definitivo- permitir¨¢ poner en marcha una de las operaciones urban¨ªsticas m¨¢s importante que acomete M¨¢laga en los ¨²ltimos 100 a?os, la apertura de la ciudad al mar con la cesi¨®n de los muelles 1 y 2 del recinto portuario al uso ciudadano.

En el muelle 2, el que conecta el puerto con la Plaza de la Marina, apenas se levantan edificaciones y se ejecutar¨¢ el denominado Palmeral de la Sorpresas. El proyecto, obra del arquitecto Jer¨®nimo Junquera, incluye 400 metros cuadrados para quioscos y restaurantes, as¨ª como un espacio destinado a museo y otro para ubicar el Aula del Mar.

El muelle 1, donde se concentran los usos comerciales, habr¨¢ otra zona de restauraci¨®n. En los terrenos portuarios situados frente al Muelle Heredia no se levantar¨¢n viviendas, sino oficinas p¨²blicas, as¨ª como las nuevas oficinas de Aduana y la Guardia Civil. El techo m¨¢ximo edificable en este entorno ser¨¢ de 5.000 metros cuadrados.

El primer edil se atrevi¨® incluso a dar una fecha para el inicio de las obras, afirmando que comenzar¨¢n antes de que finalice 2004. No obstante, reconoci¨® que "a¨²n quedan algunas cosas por concretar". De la Torre estim¨® entre 20 y 24 meses el posible plazo de ejecuci¨®n de los trabajos.

El plan acordado prev¨¦ un techo edificable de 23.500 metros cuadrados y un uso comercial que afectar¨¢ a otros 14.400 metros cuadrados. En ambos casos se ha reducido sustancialmente la edificaci¨®n prevista inicialmente. Adem¨¢s se refuerza el uso institucional con un edificio entre ambos muelles, la denominada esquina de oro, que servir¨¢ de equipamiento cultural, desapareciendo el pol¨¦mico inmueble destinado a unos multicines previsto en el proyecto anterior. La urbanizaci¨®n del recinto permitir¨¢ habilitar un millar de plazas de aparcamiento. La ¨²ltima cifra sobre el coste de la actuaci¨®n, ayer no ofreci¨® ninguna el alcalde, elevaba la inversi¨®n en torno a los 36 millones de euros.

Modificaciones en el plan

La luz verde definitiva est¨¢ pendiente de que la Autoridad Portuaria presente el nuevo texto refundido y negocie con la empresa que obtuvo en su d¨ªa la concesi¨®n de las obras, Chervelton, las modificaciones firmadas en el nuevo plan. La empresa, a pesar de los continuos cambios, siempre estuvo dispuesta a acometer el proyecto.

De la Torre estim¨® que el plazo no deber¨ªa ser superior a cuatro meses y plante¨® que si al final no hay acuerdo, habr¨ªa que sacar un nuevo concurso. Ante esta posibilidad, hizo un anuncio importante: "Si no hay operador privado, est¨¢ la red de seguridad de la iniciativa municipal, porque el proyecto es viable econ¨®micamente y los usos comerciales son mayores que los que planteamos en nuestro anterior estudio".

El alcalde dej¨® claro que el consistorio que preside estar¨ªa dispuesto a asumir la financiaci¨®n que se precise, dando por hecho que la Junta de Andaluc¨ªa mantiene su disposici¨®n a sufragar el coste de la urbanizaci¨®n del muelle 2.

El acuerdo lleva impl¨ªcito la marcha atr¨¢s del equipo de gobierno del PP en su decisi¨®n de dejar sin efecto la modificaci¨®n de elementos del plan aprobada inicialmente en mayo de 2003, as¨ª como la vuelta al Plan consensuado en 1998 por todos los partidos pol¨ªticos. Esta decisi¨®n municipal hab¨ªa provocado un recurso de la Autoridad Portuaria y la advertencia de Cheverlton de que estaba dispuesta a exigir indemnizaciones.