El Gobierno catal¨¢n crear¨¢ una comisi¨®n para decidir si proh¨ªbe las corridas de toros

El Gobierno catal¨¢n crear¨¢ una comisi¨®n para decidir el futuro de las corridas de toros, seg¨²n anunci¨® ayer el director general de Juegos y Espect¨¢culos, Xavier Guitart. La intenci¨®n, dijo, es buscar el acuerdo m¨¢ximo sin herir la sensibilidad ni los derechos de nadie. La decisi¨®n, asegur¨®, "no puede ser administrativa y fr¨ªa". Y fr¨ªa dif¨ªcilmente lo ser¨¢, porque la pol¨¦mica desatada por la declaraci¨®n efectuada el martes por el pleno municipal de Barcelona, que declar¨® antitaurina

la ciudad, provoc¨® ayer una oleada de manifestaciones a favor y en contra.

A favor de las corridas se pronunciaron los toreros, los criadores de toros, las pe?as taurinas de la ciudad, la Escuela Taurina de Barcelona; las manifestaciones en contra procedieron de diversas entidades defensoras de los animales, grupos ecologistas e Iniciativa per Catalunya Verds, partido que forma parte del gobierno municipal y del catal¨¢n y que anunci¨® su intenci¨®n, no urgente, de llevar el asunto al Congreso de los Diputados para que proh¨ªba las corridas.

El Ayuntamiento de Barcelona estaba ayer sorprendido por el eco de la noticia y, en parte, casi desbordado por la multitud de llamadas de medios de todo el mundo que se interesaban por los detalles: desde la BBC brit¨¢nica hasta la colombiana Radio Caracol, pasando por medios de Francia, Italia, Holanda y pr¨¢cticamente toda Am¨¦rica Latina.

La sensaci¨®n en Catalu?a fue resumida por varios de los que intervinieron en el pleno que rechaz¨® las corridas: la sociedad est¨¢ dividida, aunque mayoritariamente es partidaria de eliminar las corridas por lo que tienen de sufrimiento para los animales. No obstante, el asunto no parece ser prioritario, convencidos los antitaurinos de que el tiempo y las costumbres juegan a su favor.

Esto supone que sean m¨¢s beligerantes los partidarios de la fiesta. As¨ª, los toreros calificaron la actitud de los ediles barceloneses de "intolerante", mientras que los criadores de reses argumentaban que la prohibici¨®n supondr¨ªa p¨¦rdidas de puestos de trabajo y hablaban del valor ecol¨®gico de su labor al preservar la existencia del toro bravo.

El Gobierno catal¨¢n, por su parte, trataba de enfriar el asunto. Guitart anunci¨® la comisi¨®n, ya prevista. El portavoz del Ejecutivo, Joaquim Nadal, sugiri¨® que antes de actuar hay que "calibrar" la opini¨®n social y las consecuencias. Catalu?a tiene una ley de protecci¨®n de los animales que permite las corridas en las plazas estables, aunque las proh¨ªbe en otro tipo de recintos.