Un Bonaparte argelino con plenos poderes

A sus 67 a?os, Abdelaziz Buteflika ser¨¢ un jefe de Estado con plenos poderes y es probable que promueva una reforma constitucional para acentuar el car¨¢cter presidencialista del sistema pol¨ªtico argelino. Antes disolver¨¢ el Parlamento para barrer del hemiciclo a los numerosos partidarios de Al¨ª Benflis, su rival derrotado en la carrera presidencial, al que intentar¨¢ arrebatar el control del Frente de Liberaci¨®n Nacional (FLN), el antiguo partido ¨²nico. Si lo consigue, el camino quedar¨¢ expedito para el Bonaparte argelino, como le describen sus adversarios.

El aparente espaldarazo recibido en las urnas resarcir¨¢ a Buteflika de los sinsabores que han salpicado su larga carrera pol¨ªtica, empezada con 19 a?os cuando, reci¨¦n acabado el bachillerato, se apunt¨® en Tlemcen -la ciudad del oeste de Argelia de donde es originaria su familia- al brazo armado del FLN para combatir al colonialismo franc¨¦s. Nombrado ministro de la Juventud con 25 a?os, en el primer Gobierno de Argelia, Buteflika empez¨® una fulgurante carrera bajo la protecci¨®n del presidente Huari Bumedian, que puso en sus manos, al cumplir los 26, la cartera de Exteriores. Su mentor falleci¨® en diciembre de 1978 y ¨¦l se ilusion¨® con sucederle pero el FLN prefiri¨® al general Chadli.

Empez¨® entonces una ca¨ªda en desgracia -fue incluso acusado de malversaci¨®n de fondos- que lo llev¨® a autoexiliarse. En 1994 fueron los militares los que lo buscaron para pedirle que asumiera la presidencia, pero declin¨® la oferta que acept¨® cuatro a?os despu¨¦s. En 1999 unas elecciones falsificadas por el Ej¨¦rcito lo convirtieron en jefe del Estado, pero ese primer mandato qued¨® marcado por el amparo de la instituci¨®n castrense. Ahora empieza uno nuevo sin padrinos.

El respaldo le servir¨¢ para reparar los insultos que han proferido contra ¨¦l, durante la campa?a, los equipos de sus contrincantes y buena parte de la prensa que le tacharon de "media colilla", "fascista", "dictador" y "corrupto". Han puesto en duda su capacidad de seguir gobernando porque no ha tenido descendencia aunque estuvo casado. El "media colilla" es el primero en re¨ªrse de su baja estatura, pero acaso para compensarla va siempre elegantemente vestido, con sus trajes con chaleco, estira sus cuatro pelos para disimular su calvicie y, cuando toma la palabra, demuestra ser un gran orador en franc¨¦s y en ¨¢rabe.