Bush y Mubarak ven positivo el repliegue israel¨ª de Gaza si se vincula al plan de paz

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y su hom¨®logo egipcio, Hosni Mubarak, calificaron ayer de "positivo" el plan propuesto por el primer ministro israel¨ª, Ariel Sharon, de retirarse unilateralmente de Gaza si se enmarca en la Hoja de Ruta. Pero anoche, antes de viajar a Washington, Sharon asegur¨® ante los colonos de Maale Adumim -con una poblaci¨®n jud¨ªa que cuadruplica la existente en la franja de Gaza- que su Gobierno mantendr¨¢ el control e impulsar¨¢ el crecimiento de seis de los principales asentamientos en Cisjordania.

Las declaraciones de Sharon cierran la posibilidad de una retirada similar de Cisjordania -el otro territorio ocupado en 1967 y que junto a Gaza compondr¨ªan el futuro Estado palestino-. No es s¨®lo el mantenimiento del muro de separaci¨®n, que modifica en algunos tramos las fronteras reconocidas antes de la guerra de los Seis D¨ªas, es que Sharon concreta sus intenciones: mantener el control de los seis asentamientos m¨¢s importantes, fortalecerlos y ampliarlos. En Cisjordania viven unos dos millones de palestinos y 250.000 jud¨ªos.

Varios diarios israel¨ªes ya indicaron durante el fin de semana que la Casa Blanca no presionar¨ªa a Sharon para que respete la l¨ªnea verde (fronteras de 1967) en un hipot¨¦tico repliegue de Cisjordania, y que le permitir¨ªa mantener sus principales asentamientos y que Bush se pronunciara en contra del derecho a miles de palestinos a regresar a su tierra.

Una de las cuestiones centrales en encuentro de ayer entre Bush y Mubarak, que se celebr¨® en el rancho de Crawford (Tejas), fue el plan de Gaza y el desmantelamiento de sus 21 asentamientos (donde 7.500 colonos israel¨ªes apenas conviven con 1,3 millones de palestinos). Ese plan, propuesto hace unas semanas por Sharon, despert¨® en un primer momento las inquietudes palestinas, que vieron un intento por suplantar el proceso de paz de la Hoja de Ruta.

La Casa Blanca indic¨® ayer claramente que la medida israel¨ª s¨®lo pod¨ªa contemplarse como un paso hacia la creaci¨®n de dos Estados independientes. "Si Israel decide retirarse, en el marco de la Hoja de Ruta, ser¨¢ un hecho positivo", coment¨® Bush, a lo que Mubarak a?adi¨®: "Cualquier repliegue de los territorios ocupados ser¨¢ muy apreciado, siempre y cuando coincida con el plan de paz" y se extienda a Cisjordania.

Washington se encuentra en una situaci¨®n delicada. Despu¨¦s de ignorar el dossier durante cuatro a?os, ahora debe afrontar lo que muchos gobiernos estadounidenses han debido reconocer tarde o temprano: casi todos los problemas de Oriente Pr¨®ximo, incluso los de Irak, pasan por la cuesti¨®n palestina. En v¨ªsperas de las elecciones de noviembre, el margen de maniobra es escaso. Ning¨²n presidente, dem¨®crata o republicano, puede arriesgarse a perder el voto jud¨ªo, que en el caso de Bush, ha sabido adem¨¢s construir alianzas estrat¨¦gicas con la derecha religiosa. Pero la Casa Blanca tampoco puede ser tan descaradamente proisrael¨ª como en sus primeros d¨ªas porque necesita el apoyo del mundo ¨¢rabe para consolidar al futuro Gobierno iraqu¨ª y llevar a cabo los planes de transformaci¨®n democr¨¢ticos de la zona que ideol¨®gicamente justificaron la guerra.

La entrevista de ma?ana con el primer ministro israel¨ª ser¨¢ clave. Sharon se enfrenta a una rebeli¨®n en el seno de su propio partido por la retirada de Gaza (que someter¨¢ a un refer¨¦ndum interno en el Likud el d¨ªa 29) y a un esc¨¢ndalo por un presunto delito de corrupci¨®n en el que tambi¨¦n se ha visto involucrado su hijo.