El juez
Mientras los gobiernos occidentales se exprimen el cerebro para combatir y desarmar el terrorismo integrista, las v¨ªctimas de la violencia dom¨¦stica caen a diario en una lenta y dispersa matanza que, pese a herir nuestra sensibilidad, no llenar¨¢ las calles y las estaciones de velas encendidas, de ramos h¨²medos, de palabras rotas. Es el momento de que una ley integral contra este g¨¦nero de masacre cotidiana se aplique sin paliativos y de que todos los medios humanos, t¨¦cnicos y econ¨®micos se la jueguen en ello. De otro modo, no s¨®lo se le ir¨¢ dando tregua al crimen o al maltrato pasional sino que se estar¨¢ fomentando un tipo preventivo de homicidio no contemplado hasta ahora que consiste, simplemente, en que alg¨²n protector de la v¨ªctima se tome la justicia por su mano y le aplique al verdugo la pena capital en un momento de arrebato y de ira.
No s¨¦ si el anciano de 72 a?os que el pasado lunes descarg¨® la escopeta de caza sobre su ex yerno en plena calle de Sant Joan d'Alacant obr¨® con premeditaci¨®n, pero mucho me temo, seg¨²n su declaraci¨®n ante el juez, que act¨²o sin otra alevos¨ªa que el instinto paterno. A veces, entre la defensa y el ataque s¨®lo media la imprudencia de un dedo oprimiendo el gatillo de un arma, pero para este jubilado que ahora permanece en prisi¨®n incondicional sin fianza en la c¨¢rcel de Fontcalent fue un acto inevitable, un simple deber ante los acosos sufridos por su hija en los ¨²ltimos a?os: "Hice lo que deb¨ª haber hecho mucho antes..." Se habla del pasado 31 de octubre, cuando la hija del presunto homicida present¨® una denuncia contra su ex marido ante la Guardia Civil. Sobre el joven pesaban varios antecedentes policiales: tenencia il¨ªcita de armas, explosivos y delitos de robo. Fuentes de la investigaci¨®n informaban de la ¨²ltima paliza grave que el joven propin¨® a la muchacha cuando ¨¦sta se hallaba en cinta.
El momento de actuar tiene forma de pret¨¦rito. Ahora es tarde. Un anciano se ha vestido de juez y ha dejado limpio y despejado el futuro de su hija. Su tragedia es la de todos, no se enga?en. La Ley Integral contra la Violencia Dom¨¦stica es ya tan necesaria como el derecho a la vida. Lo dem¨¢s es s¨®lo humo, fracaso, indignidad, muerte, nada.
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