Tiger Woods se entrena con los boinas verdes

Del green del Masters de Augusta al verde de las boinas militares. Tiger Woods est¨¢ pasando unos d¨ªas entren¨¢ndose con las Fuerzas Especiales, en la base militar de Fort Bragg (Carolina del Norte), esperando quiz¨¢ recuperar algo de su energ¨ªa perdida. No todo ser¨¢n batallitas, los soldados tambi¨¦n esperan aprovechar la presencia de Woods, que impartir¨¢ algunas clases pr¨¢cticas, para mejorar sus handicaps. "No creo que le entrenen tan duramente pero le har¨¢n hacer algo", coment¨® el sargento mayor Dwight Nixon, durante el turno de vigilancia del campo de golf de la base donde ma?ana Woods deber¨ªa dar clases magistrales a ocho de los 200 soldados que se presentaron voluntarios.

"F¨ªsicamente creo que Fort Bragg ser¨¢ muy duro, mentalmente dudo de que sea mucho peor que jugar al golf en Augusta", dijo el n¨²mero uno del mundo, refiri¨¦ndose sin duda a su mediocre prestaci¨®n en el Masters, donde termin¨® en el puesto 22. "No lo estoy haciendo para mejorar mi juego pero a lo mejor ayuda", coment¨® antes de salir.

Al llegar a la base militar en su avi¨®n privado, Woods recibi¨® un uniforme de camuflaje con su nombre y un breve cursillo de instrucciones b¨¢sicas. No est¨¢ previsto que participe en las sesiones de entrenamiento de los boinas verdes, la unidad donde estuvo destinado su padre, Earl Woods, en los a?os 60 y 70, antes y despu¨¦s de luchar en Vietnam.

El jugador no se arrastrar¨¢ por el lodo, ni luchar¨¢ cuerpo a cuerpo en enfrentamientos ficticios. "Ning¨²n sargento le gritar¨¢ ¨®rdenes", asegur¨® el portavoz de la base, el teniente coronel Bill Buckner, "pero ver¨¢ algo de c¨®mo act¨²an y se comportan las Fuerzas Especiales". Total, que no ser¨¢ Oficial y Caballero, m¨¢s bien El turista accidental.

Woods, de 28 a?os, confes¨® que siempre le hab¨ªa atra¨ªdo el entrenamiento militar, seguramente por influencia de su padre. "Si no me hubiera dedicado al golf creo que me hubiera gustado estar en operaciones especiales". El jugador, que no ha ganado un trofeo importante en los dos ¨²ltimos a?os, desde el Abierto de Estados Unidos que se celebr¨® en Long Island en 2002, asegur¨® que estaba a punto de recobrar la forma. "No estoy muy lejos de volver al nivel en el que estaba". Tendr¨¢ ocasi¨®n de demostrarlo en junio, cuando participe en el Abierto de Shinnecock Hills en Southampton (Nueva York).

Fort Bragg es una de las principales bases de donde ha salido gran parte del contigente de soldados destinados a Irak y Afganist¨¢n. La presencia de Woods aliviar¨¢ sin duda a muchos de los familiares que deber¨¢n esperar muchos meses, m¨¢s de los previstos, el regreso de las tropas. El jugador, que sigue ganando unos 90 millones de d¨®lares anuales, parece haber perdido el toque m¨¢gico que desencaden¨® la tigerman¨ªa, aunque sigue siendo una figura muy popular en Estados Unidos.

El que fuera joven prodigio del green no es el primero en aficionarse por la cosa b¨¦lica. En 1997 el boxeador Riddick Bowe, mucho m¨¢s entusiasta, intent¨® superar el programa de entrenamiento de los marines en Parris Island, (Carolina del Sur). El ex campe¨®n de pesos pesados tuvo que abandonar al cabo de once d¨ªas. Fue demasiado duro, incluso para ¨¦l.