El secretario general ocupa la presidencia si hay una dimisi¨®n

Los estatutos del PP establecen que la renuncia del presidente de la organizaci¨®n regional debe comunicarse al comit¨¦ ejecutivo que, de forma autom¨¢tica, traslada sus responsabilidades al secretario general para que ejerza la direcci¨®n hasta que el congreso correspondiente refrende una nueva ejecutiva.

Los mismos estatutos, por otra parte, establecen que la junta directiva es el principal ¨®rgano entre congresos de la organizaci¨®n.

El escrito de renuncia a la presidencia regional que Eduardo Zaplana difundi¨® desde el Ministerio de Trabajo el pasado martes incluye la convocatoria de la junta directiva regional con los cinco d¨ªas de plazo previstos en los estatutos. Pero evita cualquier menci¨®n del comit¨¦ ejecutivo.

Al margen de la literalidad de la norma interna, destacados militantes del PP apuntan con sorna que los estatutos se han obviado sistem¨¢ticamente desde hace a?os.

La junta directiva regional que celebr¨® el nombramiento de Eduardo Zaplana como ministro de Espa?a en julio de 2002, por ejemplo, fue convocada con horas de antelaci¨®n, y aclam¨® sin debate todas las propuestas que plante¨® el presidente regional: Jos¨¦ Luis Olivas fue designado presidente de la Generalitat hasta las elecciones de 2003, en las que Francisco Camps ser¨ªa el candidato a la presidencia de la Generalitat.

Casi de pasada, cuando los euf¨®ricos dirigentes del PP empezaban a levantarse de sus asientos, Zaplana anunci¨® que Camps asumir¨ªa la secretaria general de la organizaci¨®n. Es decir, defenestr¨® de su responsabilidad org¨¢nica a Olivas, su n¨²mero dos desde 1993.

Ning¨²n congreso regional ha refrendado desde entonces aquellos nombramientos, en virtud de los cuales Camps es, hoy, secretario general.