Teor¨ªa de la compensaci¨®n
Hay algo de irracional en aquellos que creen en la poco cient¨ªfica teor¨ªa de la compensaci¨®n: no se puede ser guapo, rico y tener salud a la vez; no hay felicidad sin tristeza. Soy uno de ellos. Cuando experimento una gran alegr¨ªa, inmediatamente pienso en la desgracia que sobrevendr¨¢. A los pocos d¨ªas de que Mijatovic -?nunca te olvidaremos!- nos llevara al cielo en el Arena de ?msterdam y nos diera la s¨¦ptima tras m¨¢s de 30 a?os de espera, se muri¨® mi perro, que era quien m¨¢s me quer¨ªa.
?Por qu¨¦ esta universal teor¨ªa de la compensaci¨®n no va a hacer mella en Florentino P¨¦rez? En los ¨²ltimos tiempos ha casado bien a su hija, ha hecho de su empresa ACS un gigante de la construcci¨®n, y del Real Madrid un equipo de otra galaxia. M¨¢s dura ser¨¢ la ca¨ªda. Como los biennacidos no deben desear el mal de persona alguna, los aficionados al f¨²tbol hubi¨¦ramos preferido que la compensaci¨®n de Florentino tuviese lugar en ACS (Carlos March o los Albertos seguro que no) y no en el equipo de f¨²tbol. Pero ya ha ocurrido.
Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, y Jaime Lizzavetsky, nuevo secretario de Estado de Deportes, son hinchas del Real Madrid. Cuando el 14 de marzo vieron que Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero ganaba las elecciones, seguro que intuyeron que tanta dicha (y sobrevenida de repente) no era compatible con el triplete, el doblete o incluso con el t¨ªtulo de campe¨®n de Liga de la temporada. Tanta felicidad es inmoral.
Alfredo Rela?o, director del As, dice que un equipo de f¨²tbol es un estado de ¨¢nimo. No, querido Alfredo: la vida es el estado de ¨¢nimo. As¨ª que da igual que se concentren en La Manga o que hagan el pino. El destino, el f¨¢tum -no el cansancio, las lesiones, la mala vida o el desequilibrio casi patol¨®gico de la plantilla- impiden la victoria final del Real Madrid. El culpable es ZP, que gan¨® las elecciones y adem¨¢s es del Bar?a.
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