MAESTRO DE LA PERSPECTIVA
DISC?PULO DE ?LVARO SIZA y el m¨¢s joven de una brillante generaci¨®n de arquitectos portugueses, Eduardo Souto de Moura naci¨® en Oporto en 1952. Profesor invitado en las escuelas superiores de Par¨ªs-Belleville, Harvard, Dubl¨ªn, Z¨²rich y Lausana, dirigi¨® la reconstrucci¨®n de la Casa de las Artes y el centro cultural de la Secretar¨ªa de Estado de la Cultura de Oporto, y proyect¨® el departamento de Geociencias de la Universidad de Aveiro y un hotel emblem¨¢tico para la ciudad austriaca de Salzburgo.
Influido por los suizos Herzog & De Meuron, Souto de Moura plantea una arquitectura en cierta forma manierista, pero extremadamente simple, rudimentaria y muy pragm¨¢tica en su b¨²squeda de la simplicidad y el confort. Sus proyectos se centran en los detalles y los materiales, como lo expuesto en el pabell¨®n de Portugal, dise?ado junto a Siza Vieira para la Expo 98 de Lisboa, en el que se conmemoraba el 500? aniversario del primer viaje de Vasco de Gama a la India. En la Pousada de Santa Maria do Bouro, el di¨¢logo presente y pasado se revela en una plenitud can¨®nica dif¨ªcil de parangonar en la arquitectura contempor¨¢nea, pues "los edificios rara vez son el resultado de las ideas de los arquitectos, sino de las legislaciones y las reglas, salvo la excepci¨®n de dise?ar catedrales o museos; por eso yo me concentro en los detalles, para tratar de emocionar sin dejar de cumplir las normas", se?ala.
El proyecto de reacondicionamiento en pousada del monasterio de Santa Maria do Bouro le vali¨® en 1996 una nominaci¨®n para el premio europeo de arquitectura Pabell¨®n Mies van der Rohe junto a cuatro m¨¢s de sus obras. Su ¨²ltima obra ser¨¢ contemplada por millones de telespectadores dentro de unas semanas. Es el estadio de f¨²tbol de Braga para la Eurocopa 2004, una construcci¨®n adaptada a la topograf¨ªa del paisaje que la rodea y en la que s¨®lo hay tribunas en dos lados del campo, a inspiraci¨®n de los teatros griegos, con grandes costillas de hormig¨®n armado visto de un metro de espesor y separadas entre ellas seis metros, en cuyo interior se ocultan todas las instalaciones.
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