Chipre, un viejo problema para la nueva Europa
La ONU ha convocado un refer¨¦ndum para que la isla mediterr¨¢nea llegue unida a la UE
Sus parroquianos no se hablan, aunque el bar del Club Nacionalista Heleno est¨¢ todav¨ªa abierto frente al caf¨¦ Turco de Pila. Es la excepci¨®n a la regla en una isla donde grecochipriotas y turcochipriotas viven separados por alambradas desde hace 30 a?os. Pero esta tierra de nadie patrullada por cascos azules de la ONU es s¨®lo una an¨¦cdota, debida a la proximidad de una base militar brit¨¢nica que fren¨® en seco en 1974 el avance hacia Larnaca de las tropas de Turqu¨ªa, en la tr¨¢gica partici¨®n de Chipre. Si finalmente se aplaza o, como parece previsible, fracasa el doble refer¨¦ndum de reunificaci¨®n convocado por Naciones Unidas para el pr¨®ximo d¨ªa 24, Chipre se incorporar¨¢ dividido el 1 de mayo a la Uni¨®n Europea. Ahmed Sakalia, alcalde ped¨¢neo turco de Pila, trabaja en el ¨²nico despacho del sur de Chipre del que cuelga un retrato de Atat¨¹rk. "En 30 a?os aqu¨ª no ha habido ning¨²n problema", asegura, antes de reconocer que apenas ha hablado en ese tiempo con el regidor grecochipriota.
El desarrollado sector grecochipriota, reconocido por la comunidad internacional, formar¨¢ parte de la Europa de los 25 en cualquier caso, en tanto que la parte turcochipriota, que agrupa a un 15% de la poblaci¨®n en el tercio norte de la isla, ser¨¢ expulsada al otro lado de nueva frontera com¨²n europea.
Despu¨¦s de tres d¨¦cadas acumulando polvo en el caj¨®n de los viejos problemas de la ONU, la adhesi¨®n de Chipre a la UE ha reavivado la esperanza de acabar con la partici¨®n. La comunidad internacional ha jugado sus bazas para presionar a las poblaciones griega y turca de la isla en favor del acuerdo. El secretario general de la ONU, Kofi Annan, ha planteado a ambas partes una soluci¨®n basada en un sistema confederal de dos Estados seg¨²n el modelo suizo de amplia autonom¨ªa. Aunque no lleg¨® a convencer a los l¨ªderes de ambas comunidades, despu¨¦s durante el proceso de negociaciones directas de febrero y marzo, Annan se ha atrevido a lanzar este mes un desaf¨ªo a los chipriotas, que est¨¢n llamados a votar en referendos separados el plan de arreglo.
Los empobrecidos turcochipriotas, aislados por el mundo y sometidos a un embargo internacional, parecen ser los m¨¢s inclinados a respaldar el Plan Annan, que les abre las puertas de la ciudadan¨ªa europea. Turqu¨ªa ocup¨® militarmente el norte de la isla con el pretexto de impedir la llamada Enosis, la anexi¨®n de la isla a Grecia que jaleaba el r¨¦gimen dictatorial de los coroneles desde Atenas. Pero desde entonces mantiene desplegados m¨¢s de 30.000 soldados y es el ¨²nico pa¨ªs que reconoce a la autoproclamada Rep¨²blica Turca del Norte de Chipre. La negativa del veterano l¨ªder turcochipriota, Rauf Denktas, a aceptar el plan de reunificaci¨®n de la ONU le ha acabado llevando a un alejamiento del actual Gobierno islamista moderado de Ankara, que a su vez conf¨ªa en recibir antes de que acabe este a?o una fecha para el inicio de sus propias negociaciones de adhesi¨®n a la UE.
En el llamado ¨²ltimo muro de Europa, a un tiro de piedra de la l¨ªnea verde que divide la isla y atraviesa Nicosia, Yanis Toumazis, de 43 a?os, dirige el Centro de Arte Moderno de la capital chipriota. "No puede pasarnos ya nada peor que lo que nos ocurri¨® en los ¨²ltimos a?os tras la invasi¨®n de Turqu¨ªa", advierte Toumazis, que con apenas 14 a?os tuvo que huir con su familia desde Varosa, el distrito griego de Famagusta, hoy convertido en una ciudad fantasma. Todas las encuestas publicadas por la prensa grecochipriota predicen la victoria del no en el refer¨¦ndum del sur de la isla, mientras los perder¨¢n los partidarios del s¨ª.
Estados Unidos y Reino Unido, la antigua potencia colonial en Chipre, han expresado abiertamente su apoyo a la soluci¨®n planteada por el Plan Annan. Grecia y Turqu¨ªa apoyan tambi¨¦n conjuntamente la reunificaci¨®n de la isla antes de su incorporaci¨®n a la UE. Pero las heridas del odio y la violencia que han marcado desde la independencia, en 1960, la dif¨ªcil convivencia entre ambas comunidades no se han cerrado a¨²n. Los radicales griegos persiguieron primero a la minor¨ªa turca. Los militares turcos expulsaron despu¨¦s a decenas de miles de campesinos griegos hacia el sur.
El nacionalismo sigue vivo en Chipre. En el sector norte se har¨¢ dif¨ªcil una amplia victoria del s¨ª ante la presencia de m¨¢s de 115.000 colonos turcos trasladados desde Anatolia a las aldeas grecochipriotas.
A pesar de que apoya el Plan Annan, la izquierda del sur grecochipriota sigue emparedada entre dos grandes partidos conservadores contrarios al acuerdo. Pero, sobre todo, el influyente llamamiento al no lanzado por del S¨ªnodo de la Iglesia ortodoxa griega de Chipre, va a hacer casi imposible el ¨¦xito del refer¨¦ndum en el sur. Siempre y cuando Kofi Annan no tire antes la toalla y, como ya ha insinuado, aplace la consulta.
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