El nuevo Gobierno se enfrenta a las reformas agrarias mediterr¨¢neas
Espa?a recibe ayudas en algod¨®n, tabaco y aceite de oliva por 1.400 millones de euro s
Los ministros de Agricultura comunitarios iniciar¨¢n el pr¨®ximo mi¨¦rcoles en Luxemburgo las negociaciones para las reformas de las Organizaciones Comunes de Mercado (OCM) de algod¨®n, aceite y tabaco. Para la nueva ministra de Agricultura, Elena Espinosa, y el futuro secretario general del departamento, Fernando Moraleda, ¨¦sta ser¨¢ la primera prueba de fuego comunitaria, agravada por la pol¨ªtica de ajuste de Bruselas y el deterioro en sus relaciones con el anterior Gobierno espa?ol del PP. El sector recibe casi 1.400 millones de ayuda en los tres cultivos.
Siguiendo los contactos bilaterales llevados a cabo por el equipo precedente, los nuevos responsables de Agricultura han desarrollado en las ¨²ltimas fechas encuentros con representantes de otros pa¨ªses comunitarios como Francia y Alemania tratando de buscar apoyos a sus posiciones para allanar el camino de las nuevas reformas. Igualmente, el nuevo equipo de Agricultura tiene previsto reunirse con el sector antes de acudir al consejo de ministros para conocer sus posiciones finales.
De cara a la aprobaci¨®n de estas tres reformas, Bruselas llega a esta fase final de las negociaciones pr¨¢cticamente con unos planteamientos similares a la oferta inicial. La Comisi¨®n, seg¨²n propuesta del pasado 15 de abril, se resiste a modificar sustancialmente sus posiciones. Ante esa situaci¨®n, los nuevos responsables de Agricultura y el propio sector defender¨¢n la aprobaci¨®n de reformas de m¨ªnimos en l¨ªnea con el dictamen del Parlamento Europeo para las tres OMC que se acercan m¨¢s a los planteamientos de cada uno de los sectores.
Aunque las reformas afectan a numerosos aspectos relacionados con la producci¨®n y los mercados de cada sector, el eje de la pol¨¦mica se halla en el grado de aplicaci¨®n de la pol¨ªtica de desacoplamiento (pago directo de las ayudas a cada agricultor en funci¨®n de los cobros hist¨®ricos que tuvo entre los a?os 2000/02, aunque abandone el cultivo). Espa?a rechazar¨ªa el conjunto de las reformas si no se logra una soluci¨®n aceptable para los tres sectores y muy especialmente en tabaco, donde en principio parece que existen las mayores dificultades por la presi¨®n pol¨ªtica en contra de los pa¨ªses del norte.
- Aceite de oliva. De cara a la aprobaci¨®n de esta reforma, Espa?a se ha fijado como punto de partida lograr un incremento en la asignaci¨®n presupuestaria en funci¨®n del peso real del sector en el conjunto de la UE. Sobre un gasto comunitario total en aceite de unos 2.300 millones de euros, Espa?a percibe 1.000 millones en funci¨®n de una cuota de 760.027 toneladas fijada con Loyola de Palacio como ministra de Agricultura.
Espa?a, sin embargo, supone m¨¢s del 50% del aceite comunitario real con producciones medias hoy superiores a 1,1 millones de toneladas. Por esta raz¨®n se considera que Bruselas debe cumplir con el compromiso asumido en 2001 cuando prorrog¨® la reforma para clarificar las producciones y reajustar ayudas, algo que sin embargo no se ha hecho. Lograr m¨¢s fondos en este momento ser¨ªa un ¨¦xito sin precedentes en los ¨²ltimos a?os ante la pol¨ªtica comunitaria de ajuste presupuestario.
A partir de esa posici¨®n, Espa?a apoyar¨¢ un m¨ªnimo del 60% como pago de ayudas desacopladas (no ligadas a la producci¨®n). En este punto se reclama de Bruselas como algo irrenunciable una flexibilidad para que cada Estado haga una distribuci¨®n del resto de los fondos. Fuentes de Agricultura se?alan que ello supondr¨¢ atender tanto las peticiones de una parte del olivar andaluz que reclama ayuda desacoplada de hasta el 90%, pero tambi¨¦n la demanda del resto de las zonas que quieren que la mayor parte de la ayuda sea por superficie para apoyar al olivar de bajos rendimientos.
- Algod¨®n. En el algod¨®n, la posici¨®n espa?ola ante la reforma est¨¢ marcada por el temor a que los pagos desacoplados de hasta el 60% propuestos por Bruselas supongan que miles de agricultores puedan limitarse a cobrar esa ayuda y abandonen el cultivo de 95.000 hect¨¢reas, con el consiguiente efecto econ¨®mico negativo en zonas donde el algod¨®n es eje de su econom¨ªa. Frente a ese 60%, el sector y la Administraci¨®n coinciden en que no se deber¨ªa llevar a cabo ning¨²n cambio, y en el peor de los casos, que ese tipo de pagos no supere en 20%, para obligar a seguir en la actividad. Si no se logra un acuerdo favorable, Espa?a plantear¨¢ un recurso ante el Tribunal de Justicia comunitario por estimar que se ha violado el Tratado de Adhesi¨®n.
- Tabaco. El tabaco es probablemente la reforma m¨¢s dificil para lograr un buen resultado ante la existencia de una vieja persecuci¨®n contra este cultivo desde las instancias comunitarias.
Los pa¨ªses mediterr¨¢neos, por un lado, est¨¢n decididos a poner en marcha una minor¨ªa de bloqueo en defensa del futuro de este sector, mientras los pa¨ªses del norte quieren recortar los gastos en ayudas al tabaco argumentando motivos de salud sin tener en cuenta que se van a mantener los mismos problemas con el tabaco de importaci¨®n.
Bruselas plantea que la ayuda o pago ¨²nico desacoplado llegue en conjunto al 70%, con diferente tratamiento, seg¨²n el tipo de explotacion, y que el 30% restante sea para reconversi¨®n.
Sector y Administracion defienden que la ayuda desacoplada sea s¨®lo del 30% para mantener una actividad econ¨®mica en unas 14.000 hect¨¢reas con una cuota de producci¨®n de 41.000 toneladas en una serie de zonas como C¨¢ceres, donde pr¨¢cticamente es monocultivo. Si no hay acuerdo en tabaco, Espa?a no aceptar¨ªa ninguna de las otras reformas.
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