Apag¨®n estad¨ªstico e informaci¨®n universal
Uno de los descubrimientos medi¨¢ticos m¨¢s significativos de los ¨²ltimos a?os ha sido Miguel ?ngel Fern¨¢ndez Ord¨®?ez (MAFO), que ocupar¨¢ a partir de ahora la Secretar¨ªa de Estado de Hacienda y Presupuestos, el n¨²mero dos de Pedro Solbes. En sus art¨ªculos en este peri¨®dico y Cinco D¨ªas; en la tertulia de I?aki Gabilondo, o en la Hora 25 de los negocios en la cadena SER, que dirig¨ªa, o en el programa de Econom¨ªa semanal de CNN +, en el que participaba junto a Emilio Ontiveros, MAFO ha defendido de modo obsesivo una idea fuerza: en una sociedad democr¨¢tica no puede producirse el apag¨®n estad¨ªstico que se ha dado en los ¨²ltimos a?os en la Administraci¨®n espa?ola, ya que la informaci¨®n es un derecho de todos los ciudadanos, no una gracia que le conceden los gobernantes.
En la legislatura pasada ha habido departamentos que produc¨ªan informaci¨®n y luego no la hac¨ªan p¨²blica o la retrasaban seg¨²n los intereses de sus responsables, y no los de los ciudadanos, que son sus propietarios. ?Cu¨¢ntas veces los responsables de Trabajo han utilizado los porcentajes de paro seg¨²n les conven¨ªa, antes incluso de que el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE) o el propio departamento los hiciesen p¨²blicos de forma oficial? En este sentido, MAFO ha de ser un aliado excelente para que se cumpla esa promesa socialista seg¨²n la cual se har¨¢ una ley que diga que toda la informaci¨®n que produzca la Administraci¨®n ser¨¢ p¨²blica y estar¨¢ a disposici¨®n de todos, siempre que la misma no atente contra la intimidad de las personas o contra los intereses estrat¨¦gicos de la naci¨®n.
Viene esto a cuento de la intervenci¨®n de ZP en el debate de investidura, a pregunta de Mariano Rajoy: antes de concretar el alcance de la reforma fiscal del PSOE habr¨¢ que ver c¨®mo est¨¢ la caja del Estado. Es decir, cu¨¢nto es el d¨¦ficit del Estado (que Barea dice que est¨¢ en un punto del PIB, y Llamazares, en el mismo debate, en 1,5 puntos) y cu¨¢nta la deuda que se deja, independientemente de artificios contables. Aqu¨ª hay una contradicci¨®n porque los datos del Gobierno han sido avalados por Eurostat, la oficina de estad¨ªsticas de la UE, que hasta ayer mismo ha sido responsabilidad del antiguo comisario de Econom¨ªa y hoy vicepresidente del Gobierno de Espa?a, Pedro Solbes.
Pero en buena parte, de esta situaci¨®n real de las cuentas del Estado depender¨¢ las respuestas que Zapatero obvi¨® en el debate de investidura: si sigue vigente la promesa de poner el tipo del impuesto de sociedades en el 30%, y hacer converger el tipo m¨¢ximo del IRPF en el mismo porcentaje; el nuevo modelo de financiaci¨®n auton¨®mica, y el incremento de gasto social y del gasto en capital tecnol¨®gico (ciencia y educaci¨®n) que incluye su promesa electoral (y que Gaspar Llamazares evalu¨® en al menos un punto de PIB). Adem¨¢s de la idea, m¨¢s gen¨¦rica, de aproximar el porcentaje de gasto social en Espa?a a la media de los pa¨ªses de la UE, lo que significar¨ªa un incremento, m¨¢s o menos, de cinco puntos.
La respuesta es tanto m¨¢s significativa por cuanto ZP s¨ª aport¨® en su discurso el marco general por el que se va a regir la pol¨ªtica de ingresos p¨²blicos de su Gobierno: estabilidad presupuestaria (en el programa electoral se dice que a lo largo del ciclo) y no aumento de la presi¨®n fiscal general, lo que significa que no crecer¨¢ la proporci¨®n de gasto p¨²blico en relaci¨®n con el producto interior bruto (PIB).
Si tenemos en cuenta que la reforma fiscal queda para el segundo a?o de legislatura, que la pol¨ªtica de austeridad en el gasto corriente no tendr¨¢ efectos inmediatos y que la lucha contra el fraude fiscal, de ser efectiva, s¨®lo tendr¨¢ efectos recaudatorios a medio plazo, ?c¨®mo se van a financiar las medidas de choque en el terreno econ¨®mico? MAFO ha hecho un enorme esfuerzo de pedagog¨ªa en los medios de comunicaci¨®n citados. Ha reconocido lo que el Gobierno del PP ha hecho bien en materia econ¨®mica en estos a?os y las hipotecas que dejaba para quien llegase. Ahora ha de reiterar esa pedagog¨ªa desde la otra trinchera. Es m¨¢s dif¨ªcil, pero ha demostrado que es muy capaz.
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