EE UU se adelanta a la UE y obliga a sus aviones a llevar desfibriladores cardiacos
Cada a?o, m¨¢s de mil personas mueren por parada cardiaca a bordo de aviones
La Administraci¨®n Federal de Aviaci¨®n de EE UU obliga desde esta semana a que los aviones de las 2.600 l¨ªneas comerciales del pa¨ªs -en los que haya al menos una persona atendiendo el pasaje- cuenten con un desfibrilador autom¨¢tico externo. Una m¨¢quina de f¨¢cil manejo, capaz de restablecer mediante una descarga el¨¦ctrica el ritmo del coraz¨®n de una persona aquejada de parada cardiaca. Pese a las recomendaciones de los expertos, y a que las principales l¨ªneas a¨¦reas internacionales llevan este equipamiento desde hace a?os y de manera voluntaria, en Espa?a ninguna compa?¨ªa cuenta con desfibriladores en sus aviones, una posibilidad que lleva a?os en fase de estudio.
M¨¢s de mil personas mueren al a?o por parada cardiaca a bordo de aviones de l¨ªneas a¨¦reas comerciales, seg¨²n un estudio realizado por la aerol¨ªnea australiana Qantas, que fue pionera en instalar, a finales de los noventa, desfibriladores en sus aeronaves. Aunque muchas otras l¨ªneas a¨¦reas comerciales ya llevan este equipamiento voluntariamente, sobre todo para vuelos transoce¨¢nicos, desde el lunes pasado es obligatorio en las compa?¨ªas estadounidenses.
Culmina as¨ª un proceso legislativo que se inici¨® en 2001 ante la presi¨®n de colectivos y expertos. En EE UU, cada a?o mueren unas 250.000 personas a causa de una atrofia cardiovascular. Un 20% de las muertes ocurre en lugares p¨²blicos. En el 95% de los casos, el paciente fallece antes de llegar al hospital. En lo que respecta a los aviones, entre 1998 y 1999 se registraron en EE UU 119 paradas cardiacas en viajeros, de los que 64 fallecieron. En 17 ocasiones se us¨® el desfibrilador y en cuatro casos se salv¨® a los afectados de una muerte segura, asegura la Administraci¨®n Federal de Aviaci¨®n de EE UU (FAA, en sus siglas inglesas).
El manejo de estos aparatos -del tama?o de un malet¨ªn, 1,5 kilos de peso y un precio que ronda los 3.000 euros- se ha simplificado mucho en los ¨²ltimos a?os. "Cualquiera m¨ªnimamente entrenado es capaz de usar un desfibrilador", seg¨²n Emilio Mar¨ªn, cardi¨®logo del hospital Ram¨®n y Cajal de Madrid y miembro de la Sociedad Espa?ola de Cardiolog¨ªa. Este aparato no s¨®lo restablece el ritmo cardiaco, sino que adem¨¢s monitoriza el estado del paciente y, mediante un sistema de voz y de gr¨¢ficos, da ¨®rdenes a las personas que practican la asistencia.
La fibrilaci¨®n ventricular es la principal causa de las cerca de 40.000 muertes s¨²bitas que se producen en Espa?a, seg¨²n Mar¨ªn. En muchos casos aparece en la fase final de un infarto -cuando se obstruye alguna de las arterias coronarias-, pero hay fibrilaciones debidas a otro tipo de dolencias. Cuando una persona sufre una parada cardiaca, es preciso atenderla en un plazo m¨¢ximo de 10 minutos, algo imposible si se va a bordo de un avi¨®n sin equipamiento para estos casos. Si la desfibrilaci¨®n se aplica s¨®lo un minuto despu¨¦s de la parada cardiaca, las posibilidades de sobrevivir aumentan hasta un 90%, seg¨²n datos de la FAA.
En Europa, la Conferencia Europea de Aviaci¨®n Civil (CEAC) trabaja en un manual de medicina aeron¨¢utica -titulado Aspectos de salud de los pasajeros- cuyo borrador fue presentado el pasado 17 de marzo a delegados de los 40 pa¨ªses miembros de esta organizaci¨®n, entre ellos Espa?a, y en el que, seg¨²n fuentes de la Direcci¨®n General de Aviaci¨®n Civil, queda como "optativo" el uso de desfibriladores a bordo.
La compa?¨ªa Iberia -la que m¨¢s vuelos transoce¨¢nicos desde Espa?a y el extranjero realiza- lleva a?os estudiando la instalaci¨®n de estos aparatos en sus aviones. La Sociedad Espa?ola de Cardiolog¨ªa (SEC) incluso lleg¨® a impartir cursos a m¨¦dicos de aviaci¨®n de Iberia para que ¨¦stos a su vez instruyeran al personal de la compa?¨ªa en el uso del aparato y en el aprendizaje de las t¨¦cnicas de reanimaci¨®n cardiopulmonar. Fuentes de esta aerol¨ªnea aseguran que por ahora se atienen a las normas internacionales vigentes, que no obligan a contar con desfibriladores.
Emilio Mar¨ªn asegura que "instalar estos aparatos es m¨¢s barato que pagar indemnizaciones a las familias de los afectados", y pide adem¨¢s que en lugares p¨²blicos "haya tantos desfibriladores como extintores". Esta reivindicaci¨®n por parte de los cardi¨®logos espa?oles se viene repitiendo desde 2001, pero no se restringe a los desfibriladores. "Su uso es determinante, pero debe encuadrarse en la llamada cadena de supervivencia", afirma Mar¨ªn. Un "reto sociosanitario", seg¨²n este facultativo, para quien un primer paso ser¨ªa que se permitiera el uso de desfibriladores "a cualquier persona entrenada, no s¨®lo a m¨¦dicos".
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