Un estudio revela que todos los puestos de trabajo del calzado causan lesiones cr¨®nicas a los operarios
El Instituto de Biomec¨¢nica resalta las negativas condiciones laborales de las aparadoras
Un estudio del Instituto de Biomec¨¢nica de Valencia (IBV) demuestra que todos los puestos de trabajo en la industria del calzado causan bajas laborales debido a dolencias cr¨®nicas. Los problemas m¨¢s comunes entre los operarios del calzado afectan a la zona del cuello y el hombro, y tambi¨¦n articulaciones como la mu?eca. El puesto de peores condiciones es el de las aparadoras, copado por mujeres. El Instituto recomienda modificar la altura de la superficie de trabajo, mejorar el mobiliario y potenciar las rotaciones para aliviar las condiciones de estas trabajadoras.
El Estudio ergon¨®mico en puestos de trabajo del sector del calzado, elaborado para la mutua sanitaria Asepeyo, ha analizado seis secciones de fabricaci¨®n de un zapato, que supone un total de 12 puestos de trabajo distintos. El an¨¢lisis se efectu¨® sobre 91 trabajadores de 14 empresas del sector de toda la Comunidad Valenciana y demostr¨® la necesidad de adaptar el espacio de trabajo para evitar dolencias y las bajas laborales por dolores agudos y cr¨®nicos. "Los principales problemas se detectan asociados a tareas de tipo repetitivo" y b¨¢sicamente afectan a la "zona de cuello-hombro", seg¨²n las conclusiones del estudio.
El informe del Instituto de Biomec¨¢nica considera que son muy comunes las posturas de "flexi¨®n de brazos asociados a alcances lejanos o demasiado altos", la torsi¨®n de cuello relacionada con los controles de las m¨¢quinas que se encuentran a alturas muy bajas para los trabajadores y una "repetitividad elevada en los movimientos de brazos". El informe destaca las dolencias que se producen en el eje mano-mu?eca, que representan el 15% del total, especialmente por la "desviaci¨®n radial-cubital" de la mu?eca. Los problemas en esta zona del cuerpo se asocian a elementos, m¨¢quinas o controles demasiado bajos y a la repetitividad elevada en los movimientos de brazos.
Tareas agresivas
Una de las tareas m¨¢s agresivas la sufren las trabajadoras del aparado, las encargadas de realizar el ensamblado de las diferentes partes del zapato a trav¨¦s del cosido. Estas mujeres presentan dolencias en la zona de cuello-hombro, el eje mano-mu?eca y principalmente en la zona lumbar y en los hombros.
En esta fase del trabajo, el Instituto determina una serie de recomendaciones sobre la silla de trabajo, porque la mayor¨ªa de ellas carece de elementos de regulaci¨®n o de ajuste en el respaldo. El informe se?ala que "el tama?o de la silla es inadecuado" y "son inc¨®modas", puesto que ninguna de ellas "dispon¨ªa de asiento o respaldo acolchados". Seg¨²n el estudio, "un buen n¨²mero de ellas hab¨ªa colocado cojines en las sillas, tanto para mejorar la comodidad como para tener algo de apoyo en la espalda" y a?ade que "la ausencia de asiento o respaldo acolchado, junto con una forma poco anat¨®mica de los mismos dificultan la circulaci¨®n sangu¨ªnea y crean zonas de sobredepresi¨®n en las nalgas". Las mesas de trabajo de las aparadoras son muy bajas y una inclinaci¨®n de la misma entre 10 y 15 grados reducir¨ªa la flexi¨®n del cuello en un 15%, especialmente si se trata de una operaria de una m¨¢quina plana. Las mesas de trabajo son muy peque?as, de unos 116 cent¨ªmetros de anchura media, cuando por la cantidad de material y herramientas subsidiarias que requieren necesitar¨ªan unos 20 cent¨ªmetros m¨¢s.
Adem¨¢s, en todos los casos analizados las piezas a coser se recog¨ªan o depositaban en cajas de cart¨®n situadas en los laterales de la trabajadora, a una escasa altura. Esta ubicaci¨®n obliga a constantes arqueos laterales de la trabajadora cada vez que termina o inicia un nuevo cosido. La propuesta del Instituto es la ubicaci¨®n de soportes m¨®viles elevados, para que la operaria pueda situar la caja en el lugar que le sea m¨¢s c¨®modo.
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