Catherine Deneuve desvela sus grandes pasiones y miedos

En los diarios publicados no hay cotilleos, ni detalles sobre la pl¨¦yade de directores o actores con los que ha compartido una filmograf¨ªa que sobrepasa los 90 largometrajes. Apenas unas palabras poco amables, por ejemplo, para "los caprichos" de la cantante Bj?rk, cuyas tonter¨ªas causaban problemas a todos los que trabajaban en Bailando en la oscuridad. Lo que desvela es la mezcla de sentimientos de placer con los de inquietud y frustraciones suscitados por cada jornada de trabajo. Y la soledad: para la gran dama del cine, el de actor es "un oficio de solitarios", a despecho de esos grandes equipos que pueblan los rodajes.

El primero de los diarios fue escrito en 1968, durante la realizaci¨®n en California de The april fools, una pel¨ªcula de Stuart Rosenberg a la que fue llamada en su calidad de francesita encantadora, cuando ella se sent¨ªa destrozada por la muerte de su hermana y principal confidente. No quer¨ªa marcharse durante tres meses a Estados Unidos, pero su agente de la ¨¦poca la convenci¨® con el argumento de que, despu¨¦s de los acontecimientos de Mayo del 68, nadie sab¨ªa "lo que iba a pasar con el cine en Europa".

Sola con Bu?uel

A partir de Tristana, rodada en 1969 con Luis Bu?uel, dej¨® de escribir en un periodo muy largo. Bu?uel le inspiraba temor y tranquilidad a la vez. El hombre al que llama constantemente Don Luis (aparece as¨ª, en espa?ol, en medio de este libro publicado en franc¨¦s) le desconcertaba por su capacidad para cambiar, cuestion¨¢rselo todo e improvisar en la pel¨ªcula rodada en Toledo, recordando su trabajo en Tristana.

"Llego a menudo al rodaje como para pasar un examen y s¨¦ que ¨¦l lo puede cambiar todo, dando indicaciones precisas, pero le parece demasiado fastidioso hablarlo antes", escribe. Tampoco entend¨ªa por qu¨¦ Bu?uel eleg¨ªa actores "a menudo convencionales y acad¨¦micos" para "romperles el juego y deformarles con casi nada". Su reacci¨®n ante todo ello, en ese diario que no estaba destinado a la imprenta, fue escribir: "Me siento sola".

Ninguno de los cuadernos publicados tiene que ver con las pel¨ªculas de Fran?ois Truffaut, Claude Lelouch o Roman Polanski. Confiesa que en Belle de jour, tambi¨¦n de Bu?uel, vivi¨® "momentos de tensi¨®n" y se sinti¨® "simplemente utilizada". Como actriz, prefiere el personaje de Tristana al de Belle de jour, y vuelve a la idea de que los actores no eran esenciales para Bu?uel y que hablaba poco con ellos. Quiz¨¢ por esa raz¨®n reflej¨® en su diario una cena compartida con Don Luis durante el rodaje de Tristana, la primera vez que el director sal¨ªa por la noche durante el trabajo en 30 a?os, cena de la que recuerda haberle o¨ªdo contar "historias mexicanas violentas y ocurrentes".