La soluci¨®n estaba en casa
Dos empleados del Celta logran taponar desde el banquillo la hemorragia defensiva del equipo en los periodos de Lotina y Antic
La soluci¨®n a las extravagantes goleadas sufridas por el Celta no resid¨ªa, al parecer, en las revoluciones t¨¢cticas de Miguel ?ngel Lotina ni en el vuelco ofensivo de Radomir Antic. Los remedios eran de andar por casa. Al menos, eso se deduce del estreno de los nuevos inquilinos del banquillo: Moncho Carnero y Rafa S¨¢ez, dos empleados del club que se han propuesto resolver los males desde la defensa. Tres partidos despu¨¦s, el equipo no juega mucho mejor, pero la hemorragia defensiva parece controlada. Los celestes no han concedido ning¨²n tanto en esos ¨²ltimos 270 minutos, lo que les ha permitido sumar cinco puntos y aliviarse algo de la sensaci¨®n de desahucio que les aplastaba.
Carnero y S¨¢ez: "Mientras recobramos la tranquilidad, mejor no asumir riesgos"
Carnero era el eterno segundo entrenador. A lo largo de su carrera, hab¨ªa acompa?ado en Bala¨ªdos a Txetxu Rojo, Fernando Santos, Javier Irureta, V¨ªctor Fern¨¢ndez, Lotina y Antic. Cuando el serbio abandon¨® recientemente el barco al que se hab¨ªa subido en plena zozobra, la directiva dud¨® entre ¨¦l y el t¨¦cnico del filial, Rafa S¨¢ez, para hacerse cargo del conjunto. Finalmente, opt¨® por una decisi¨®n salom¨®nica: una especie de t¨¢ndem con un difuso reparto de atribuciones.
La primera tarea consisti¨® en consolidar la defensa, en la que S¨¢ez ven¨ªa brillando al frente del Celta B, el cuadro menos goleado de todas las categor¨ªas nacionales durante la mayor parte de la temporada. Y por ah¨ª ha renacido la esperanza.
La nueva consistencia de la retaguardia se basa en la continuidad. En 30 partidos hab¨ªa alineado el Celta nada menos que 19 coberturas distintas con hasta 11 parejas de centrales y una surtida profusi¨®n de dibujos. Ahora, toda la afici¨®n sabe por fin cu¨¢l es la zaga titular, que ya no cambia seg¨²n el rival. Con Berizzo y el recuperado M¨¦ndez en el centro y Velasco y Juanfran en los laterales, el Celta se parece m¨¢s al equipo del curso pasado, cuando fue con 36 tantos el segundo menos goleado de la categor¨ªa, que al de lo que iba de ¨¦ste: el m¨¢s batido, con 60 en los primeros 29 encuentros.
Salvo en la regularidad de los mismos cuatro hombres, el modelo recuerda al que llev¨® al Celta de Lotina a la Liga de Campeones. Con la defensa cerca de la porter¨ªa y sin contemplaciones en el despeje del bal¨®n, Carnero y S¨¢ez han puesto t¨¦rmino, de momento, a las p¨¦rdidas de la pelota en las zonas calientes del campo y a los tradicionales errores de bulto que explican que los celestes salieran tres veces de su estadio con cinco goles en contra y otras dos como visitante con cuatro. "Mientras recobramos la tranquilidad, mejor no asumir riesgos", comenta S¨¢ez, que atribuye la permanencia del mismo cuarteto defensivo a los resultados: "Si el marcador acompa?a, ?para qu¨¦ cambiar?".
Carnero, que coincide en que la continuidad est¨¢ determinada por el buen comportamiento del equipo, no oculta que, cuando se hicieron cargo del grupo, S¨¢ez y ¨¦l concluyeron que hab¨ªa que reconstruirlo desde atr¨¢s. Era el diagn¨®stico que aconsejaba la l¨®gica de los n¨²meros, pero tambi¨¦n el que determinaba su condici¨®n de antiguos zagueros. Pese a la diferencia de edad -S¨¢ez es diez a?os m¨¢s joven-, ambos formaron durante cinco campa?as el n¨²cleo de la defensa del Arosa de Vilagarc¨ªa en un anticipo de la sociedad que ahora intenta reflotar al Celta.
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