Irritaci¨®n en el Pent¨¢gono por la publicaci¨®n de fotograf¨ªas con ata¨²des de soldados muertos
Bush no ha participado nunca en una ceremonia p¨²blica por un militar ca¨ªdo en la guerra
Horas despu¨¦s de que las primeras fotos se filtrasen en Internet y saltaran a la prensa, el Pent¨¢gono ha reforzado la normativa que proh¨ªbe tomar o distribuir im¨¢genes de los ata¨²des en los que se transporta a los soldados muertos en Irak. La Casa Blanca, que se ha esmerado para impedir que esa imagen llegue a la opini¨®n p¨²blica estadounidense, mantiene la prohibici¨®n y parece dispuesta a defenderla en los tribunales. El presidente, George W. Bush, nunca ha participado en una ceremonia p¨²blica por alguno de los m¨¢s de 700 soldados estadounidenses muertos en Irak, entre ellos m¨¢s de 100 este mes.
Los cad¨¢veres de los soldados de EE UU muertos en Irak son embalsamados en Kuwait y transportados a una base militar de Delaware tras una escala en Alemania. El nombre de esa base ha permitido acu?ar una expresi¨®n m¨¢s pol¨ªtica que militar: el efecto Dover, que define la capacidad de la opini¨®n p¨²blica de EE UU para aceptar la llegada de cad¨¢veres como precio de un conflicto militar. Los soci¨®logos siempre han explicado que este pa¨ªs suele apoyar las guerras en las encuestas, pero se apresura a detestarlas cuando llegan los primeros ata¨²des.
Aunque todos los presidentes de las ¨²ltimas generaciones han participado en ceremonias f¨²nebres por soldados muertos en conflictos -Beirut, Panam¨¢, Somalia, los Balcanes y otros muchos-, los estrategas pol¨ªticos de Bush le han mantenido alejado de esos escenarios f¨²nebres para evitar ecuaciones f¨¢ciles en la mente de los estadounidenses.
Convencidos de que el oscurantismo evita que la opini¨®n p¨²blica piense, el Pent¨¢gono distribuy¨® una circular en las bases militares en la que se recordaban las estrictas prohibiciones para la distribuci¨®n de im¨¢genes o el acceso de los medios de comunicaci¨®n a las ceremonias f¨²nebres, una normativa adoptada antes de la llegada de Bush a la Casa Blanca, pero nunca puesta en pr¨¢ctica. No por casualidad, la directiva fue distribuida un d¨ªa antes de que comenzara la invasi¨®n de Irak.
Ahora el Pent¨¢gono ha asistido a la publicaci¨®n de las im¨¢genes que esperaba no ver nunca en la prensa. Por un lado, una empleada contratada por el Departamento de Defensa en Kuwait tom¨® una instant¨¢nea del interior de un avi¨®n de transporte con 20 ata¨²des a bordo. La foto lleg¨® a la portada del Seattle Times y la mujer fue inmediatamente despedida.
De manera casi simult¨¢nea, un activista en defensa de las libertades p¨²blicas, Russ Kick, amenaz¨® con demandar a los responsables militares de la base de Dover por atentar contra el derecho a la libertad de expresi¨®n. Un mando de la base le entreg¨® 350 fotograf¨ªas para evitar que el caso llegara a los tribunales. Inmediatamente, Kick colg¨® las fotograf¨ªas en su p¨¢gina de Internet (www.thememoryhole.org) y enseguida el Pent¨¢gono entendi¨® que se hab¨ªa equivocado.
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