"Lo mismo que me hicieron los militares hacen ¨¦stos que se dicen dem¨®cratas"
Desde principios de enero, el ex presidente argentino Carlos Menem es vecino del mismo barrio de Santiago de Chile que el ex dictador Augusto Pinochet. Adem¨¢s de la hermosa vista de la cordillera de los Andes, que esta semana ha amanecido con las primeras nieves del a?o, los dos antiguos gobernantes comparten desde hace tiempo dificultades con la justicia. El general chileno ha logrado sortearlas pr¨¢cticamente todas pese a estar acusado de cr¨ªmenes de lesa humanidad, mientras que la situaci¨®n del veterano pol¨ªtico argentino se ha complicado seriamente tras la orden de captura internacional dictada por un juez de su pa¨ªs por negarse a declarar sobre una causa por corrupci¨®n. "No se pueden comparar los dos casos", replica Menem. "Mi Gobierno era una democracia pura, en la que hubo m¨¢s libertad de prensa que nunca. El general Pinochet fue un dictador".
"Argentina tiene un Gobierno autoritario, con el que puede ocurrir cualquier cosa"
"Si me dan la oportunidad volver¨¦ a ser presidente de Argentina"
La residencia y refugio de Menem, que de momento no piensa abandonar, es un amplio apartamento en un barrio residencial del norte de Santiago, propiedad de su esposa, la ex Miss Universo Cecilia Bolocco, de 38 a?os. Ah¨ª viven el matrimonio y su hijo M¨¢ximo, de cinco meses, apenas cuatro m¨¢s que Luca, hijo de Zulemita y primer nieto de Menem, que a los 73 a?os ha sido padre y abuelo casi al mismo tiempo. La entrevista se desarrolla en una sala repleta de fotos de la pareja, libros, recuerdos entre los que resalta la corona de la que fue reina mundial de belleza en 1987. Vestido impecablemente, el ex presidente se sienta en un sof¨¢ presidido por un gran retrato de su esposa. Desconoce el nombre del pintor. "Cuando vine aqu¨ª, ya estaba", se excusa. Conforme avanza la conversaci¨®n, la voz de Menem denota cansancio y adquiere un ritmo m¨¢s pausado, lo que no impide la acidez de su cr¨ªtica hacia el Gobierno de N¨¦stor Kirchner.
Pregunta. En una entrevista con este diario cuando Pinochet estaba detenido en Londres, usted sostuvo que el general ten¨ªa que ser juzgado en Chile. Ahora, usted no atiende los requerimientos de los jueces de su pa¨ªs.
Respuesta. Porque no tengo las garant¨ªas correspondientes. Por eso pido que los jueces argentinos vengan a Chile para tomarme declaraci¨®n.
P. Al no presentarse ante el juez, se ha convertido en un pr¨®fugo de la justicia.
R. Pr¨®fugo no. Soy un perseguido pol¨ªtico, que es una cosa totalmente distinta. Yo ya estuve tres veces preso y no es una buena experiencia. Ahora, a los 73 a?os, pese a que me sobran fuerzas y voy a seguir peleando en el mundo de la pol¨ªtica, no me puedo prestar a las maquinaciones de este juez Jorge Urso, que ya me tuvo seis meses detenido por la causa de las armas que hoy est¨¢ archivada. Lo mismo que me hicieron los militares hacen ¨¦stos que se dicen dem¨®cratas.
P. ?Por qu¨¦ se niega a ir a declarar a Argentina?
R. Cecilia y mi abogado me aconsejaron que no vaya a declarar porque ya estaba todo programado. En los cen¨¢culos tribunalicios las voces corren r¨¢pidamente. Y bueno, uno tiene muchos amigos que le pasan informaci¨®n de lo que puede decidir el juez. El plan era ordenar mi detenci¨®n despu¨¦s de declarar.
P. ?C¨®mo sab¨ªa que si acud¨ªa a declarar el juez ordenar¨ªa su detenci¨®n?
R. Informaci¨®n extrajudicial.
P. ?Por qu¨¦ iba a ordenar su detenci¨®n?
R. Por el odio. Porque en Argentina hay una persecuci¨®n pol¨ªtica que hac¨ªa tiempo que no se daba.
P. ?Cu¨¢l es su estado de ¨¢nimo?
R. De rabia, porque es una injusticia. No puedo disponer de mis bienes por orden judicial. ?Usted tolerar¨ªa una injusticia? Me veo asediado por una persecuci¨®n absurda. Mi sucesor, De la R¨²a, tambi¨¦n se siente perseguido, seg¨²n he le¨ªdo en unas declaraciones suyas. No puede salir de Argentina.
P. ?Qui¨¦n est¨¢, en su opini¨®n, detr¨¢s de esta persecuci¨®n pol¨ªtica?
R. El Gobierno, el presidente, el ministro de Justicia y estos jueces.
P. ?Por qu¨¦ le persigue el presidente?
R. Porque sabe que voy a seguir trabajando en el mundo de la pol¨ªtica, con m¨¢s fuerza que antes. ?l aspira a la reelecci¨®n y ah¨ª vamos a dar la batalla final. Habr¨¢ varios candidatos. Si no me inhabilitan, ser¨¦ uno de esos candidatos. Est¨¢n buscando mi inhabilitaci¨®n. Acu¨¦rdese del esc¨¢ndalo que hicieron con las famosas cuentas en Suiza. Viajaron el ministro de Justicia y algunos jueces para ver si consegu¨ªan algo para procesarme. No encontraron nada.
P. ?Qu¨¦ opina del presidente Kirchner?
R. Es un autoritario. A juzgar por los resultados, creo que no es una persona capaz de dirigir los destinos de Argentina. Con su Gobierno puede ocurrir cualquier cosa. Desde la violaci¨®n de los convenios firmados con potencias extranjeras hasta la persecuci¨®n de los l¨ªderes pol¨ªticos. Hay mejoras que no son producto de la acci¨®n del hombre sino de la riqueza de nuestra tierra, como es el caso de la soja.
P. Piden su captura internacional por supuesta corrupci¨®n en la construcci¨®n de dos c¨¢rceles durante su segundo mandato.
R. ?C¨®mo un presidente va a estar pendiente de una licitaci¨®n? En 10 a?os hicimos 84.000 obras p¨²blicas. El presidente no puede estar controlando los pliegos de licitaciones.
P. Pero, ?no es posible que hubiera pago de sobreprecios a la hora de otorgar las licencias de construcci¨®n?
R. No, esto es un invento.
P. Usted tiene tres causas abiertas y afronta la posibilidad de una reapertura de la causa del contrabando de armas si finalmente se acepta una apelaci¨®n de la Aduana federal y del Ministerio P¨²blico.
R. Eso es totalmente imposible porque hay un fallo de la Corte Suprema. Ese tema no me preocupa.
P. Usted nombr¨® al Urso. ?Se siente traicionado?
R. Decepcionado. La palabra traici¨®n es muy fuerte. Est¨¢n sometidos al Gobierno. En todas partes del mundo hay jueces serviles. ?ste es uno de ellos.
P. ?Cu¨¢l es su situaci¨®n legal en Chile?
R. Estoy con una visa de turista que acabo de ampliar a un a?o.
P. ?Ha pensado en pedir asilo pol¨ªtico en Chile?
R. Por ahora, no. Pese a que me siento un perseguido pol¨ªtico.
P. ?Vive una forma de exilio?
R. No, me sentir¨¦ un exiliado si pido asilo.
P. ?Lo descarta?
R. Por ahora, s¨ª, pero no quiere decir que no vaya a apelar a este remedio al cual recurrieron tantos a lo largo de la historia, como O'Higgins, Bol¨ªvar, San Mart¨ªn, Per¨®n...
P. ?Cree que alg¨²n d¨ªa volver¨¢ a ser presidente de Argentina?
R. Si me dan la oportunidad, no tengo la menor duda. Es decir, que haya plena vigencia de la democracia sin ning¨²n tipo de obst¨¢culo. Estuve seis meses detenido y super¨¦ la situaci¨®n. Me present¨¦ a las elecciones y gan¨¦. Me fui con el sabor del triunfo y con la amargura de no haber ganado en la segunda vuelta porque sab¨ªamos de antemano el resultado, como sab¨ªa de antemano lo que me iba a pasar en Argentina si acud¨ªa a declarar ante este personaje llamado Urso.
P. ?Qu¨¦ efectos puede tener para Argentina y Am¨¦rica Latina la llegada al Gobierno de Espa?a de Rodr¨ªguez Zapatero?
R. Yo tuve muy buenas relaciones con Felipe Gonz¨¢lez, que cuando ten¨ªamos una inflaci¨®n del 5.000% pidi¨® a los inversores espa?oles que confiaran en Argentina. Luego Aznar tambi¨¦n nos acompa?¨® con inversiones. Todo el mundo espera que la gesti¨®n del presidente Rodr¨ªguez Zapatero sea exitosa. A nadie le conviene que fracase, ni a los espa?oles ni a los pa¨ªses donde los espa?oles llegaron con sus inversiones.
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