La solidez y la inventiva feliz de Joan Guinjoan
Mientras la ONE act¨²a estos d¨ªas en Barcelona, la sinf¨®nica de la capital catalana, en uni¨®n del Orfe¨® Catal¨¢, cumple los conciertos del ciclo madrile?o en el Auditorio de Pr¨ªncipe de Vergara. Y hay que anotar de entrada el triunfo clamoroso logrado por el maestro Ernest Mart¨ªnez Izquierdo (Barcelona, 1962) al frente de los dos conjuntos, en un programa variopinto e interesante.
Siempre lo es un estreno de Joan Guinjoan, cuya partitura m¨¢s reciente, dada hace unos d¨ªas en la Ciudad Condal, hemos conocido ahora aqu¨ª. Guinjoan (Riudoms, 1931) es un maestro de s¨®lidos conocimientos e inventiva feliz y, en ocasiones, incluso bienhumorada como en El diari que bordaba la siempre recordada Anna Ricci.
Ciclos de la OCNE
Sinf¨®nica de Barcelona-Nacional de Catalunya. Director: E. Mart¨ªnez Izquierdo. Solista: E. Podles, mezzo; J. E. Lluna, clarinete. Orfe¨® Catal¨¢. Director: J. Villa. Auditorio Nacional. Madrid, 23, 24 y 25 de abril.
Entre su larga producci¨®n se cuentan creaciones de todo g¨¦nero, desde la ¨®pera a las formas de c¨¢mara, as¨ª como una serie de conciertos con solista que tras dos trabajos anteriores dedicados a Juli Panyella en los a?os sesenta, vuelven de nuevo al clarinete en el arte virtuos¨ªstico del valenciano Joan Enric Lluna.
Una vez m¨¢s, en su nuevo Concierto Guinjoan se expresa con individualidad, y calibra con perfecci¨®n la conjunci¨®n de solista y orquesta permitiendo al primero producirse como protagonista. Dentro de un lenguaje libre en todos los aspectos, encontramos, como dice Dur¨¢n Loriga en su nota de programa, una suerte de equilibrio e interacci¨®n entre lo estructural y lo intuitivo. Y el resultado, despu¨¦s de una versi¨®n de primer orden por parte de Lluna y sus colaboradores, supuso un ¨¦xito considerable cuyas muestras recogi¨® personalmente el autor desde la escena.
Antes, Mart¨ªnez Izquierdo nos propuso una p¨¢gina escrita por Michael Torke (Milwaukee, Wisconsin, 1961) para la inauguraci¨®n de los Juegos Ol¨ªmpicos de Atlanta, 1996. M¨²sica de gesto y amplia proyecci¨®n popular no pretende hacer historia como no sea vinculada a la manifestaci¨®n deportiva, pero posee vitalidad, ¨¢gil andadura y habilidad instrumental.
Culmin¨® la tarde, desde el punto de vista de la interpretaci¨®n, una de las mejores versiones que hayamos escuchado de la cantata Alexandr Nevsky, opus 78 de Sergu¨¦i Prok¨®fiev. La originalidad del pensamiento arm¨®nico, mel¨®dico y orquestal del gran m¨²sico ruso se al¨ªa con el saber y la inteligencia del realizador cinematogr¨¢fico Eisenstein, quien, por cierto, estudi¨® y coment¨® con singular agudeza la figura y la inventiva de quien, con el paso del tiempo, ha crecido en estimaci¨®n general.
En el texto denominado Silueta, incluido en las Reflexiones de un cineasta (publicado en traducci¨®n castellana en 1970 por Rom¨¢n Gubern), Eisenstein, creador de un mundo e im¨¢genes que tiene mucho de musical, elogia al m¨¢ximo el talento de un compositor que tuvo siempre mucho de cinematogr¨¢fico al que consideraba el mayor m¨²sico del s¨¦ptimo arte.
Narraci¨®n ¨¦pica
La cantata, ligada en principio al filme, adquiere inmediatamente autonom¨ªa art¨ªstica y resume y exalta con "precisi¨®n, exactitud y perfecci¨®n" la narraci¨®n ¨¦pica. Muy frecuentemente suele abultarse la espectacularidad de la obra, pero Mart¨ªnez Izquierdo ha preferido desentra?ar su contenido y ofrec¨¦rnosla con naturalidad.
El punto culminante de la emoci¨®n radica en El campo de los muertos, un hermos¨ªsimo lied que cant¨® maravillosamente -no se puede rebajar un grado el calificativo- la soberbia mezzo Eva Pod-les, una sensibilidad y una t¨¦cnica que justifican su prestigio mundial, mientras en todas sus intervenciones, el Orfe¨® Catal¨¢, dirigido por Josep Vila, parece alcanzar uno de los momentos m¨¢s altos de su larga historia.
Mart¨ªnez Izquierdo, m¨²sico de cuerpo entero, fue art¨ªfice con su gesto firme, un tanto bouleziano, de realizaciones a tono con la categor¨ªa de la Sinf¨®nica Nacional de Catalunya.
Babelia
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