El cine del Este busca p¨²blico en el Oeste
Eslovenia, con 100 premios en festivales, espera un nuevo mercado gracias a la ampliaci¨®n
Apenas produce una decena de pel¨ªculas cada temporada, pero el cine esloveno ha arrasado en los festivales de medio mundo en los ¨²ltimos a?os -en total ha acumulado 100 premios- y su cinematograf¨ªa es una de las m¨¢s potentes de los 10 pa¨ªses que el s¨¢bado ingresan en la UE. Con su entrada en la Uni¨®n los realizadores eslovenos, que no han conseguido estrenar sus filmes en Espa?a, esperan m¨¢s subvenciones, pero sobre todo mercados: Eslovenia tiene dos millones de habitantes, e incluso un ¨¦xito impresionante se queda peque?o entre las fronteras de esta antigua rep¨²blica yugoslava, que se independiz¨® en 1991.
La pujanza del cine esloveno es el caso m¨¢s llamativo entre los 10 nuevos socios de la UE, que heredan, en algunos casos, una notable tradici¨®n cinematogr¨¢fica. Algunos pa¨ªses, especialmente Polonia y la Rep¨²blica Checa, mantuvieron durante las dictaduras comunistas una producci¨®n importante en cantidad y en calidad. Nombres como los polacos Roman Polanski y Andrezj Wajda y el checo Milos Forman revolucionaron la est¨¦tica y los temas del cine mundial en las d¨¦cadas de los sesenta y de los setenta. Polanski y Forman emigraron m¨¢s tarde a Occidente donde han sido y son considerados cineastas de culto. El ¨¦xito ha acompa?ado tambi¨¦n a nuevos valores como el checo Jan Sverak, que en los noventa logr¨® un oscar a la mejor pel¨ªcula en lengua no inglesa con la magn¨ªfica Kolya, una historia sobre la transici¨®n pol¨ªtica despu¨¦s del comunismo.
"La supervivencia del cine esloveno pasa por la expansi¨®n a otros pa¨ªses"
A causa de su tama?o, obligada a buscar siempre mercados en el exterior, Eslovenia ha sido tradicionalmente una potencia econ¨®mica en el terreno de las multinacionales. Como explica el profesor de la Universidad de Liubliana Marjan Svetlicic, autor de un libro sobre las multinacionales eslovenas, "cuando nos independizamos de Yugoslavia, perdimos el 50% de nuestro mercado natural y nos esparcimos por la UE y el antiguo bloque del Este". Una empresa eslovena, Kolektor, es la primera firma mundial en conmutadores, y la farmac¨¦utica LEK, adem¨¢s de la patente del antibi¨®tico gen¨¦rico amoxicilina, controla, por ejemplo, el mercado ruso de medicinas. En total 30 empresas eslovenas tienen redes multinacionales. Algo similar comienza a ocurrir con el cine y, poco a poco, lo van consiguiendo. "Es un mercado demasiado peque?o y la supervivencia del cine esloveno pasa por la expansi¨®n al extranjero", afirma Andrej Kosar, de 38 a?os, director de The outsider, premiada en El Cairo.
Spare parts (Piezas de recambio), una pel¨ªcula de Damjan Kozole que concurs¨® en el ¨²ltimo Festival de Berl¨ªn, fue estrenada a mediados de abril en el Reino Unido, apoyada por unas cr¨ªticas excelentes. "Kozole nos ha dado una de las m¨¢s poderosas y provocativas pel¨ªculas del a?o, que actualmente s¨®lo exhibe en Londres, pero espero que en breve pueda verse en todo el pa¨ªs", escribi¨® Peter Bradshaw en The Guardian. "No podemos hacer pel¨ªculas s¨®lo para el mercado esloveno", explica Kozole, de 40 a?os, en un caf¨¦ de Liubliana. "Tenemos dos problemas serios, uno es el dinero y otro es la distribuci¨®n. Y la difusi¨®n del cine es muy importante para los pa¨ªses peque?os como el nuestro, que tienen un idioma que habla poca gente". Este realizador es, sin embargo, poco optimista sobre el ¨¦xito de p¨²blico que puede alcanzar una pel¨ªcula "tan negra" como la suya, que relata el drama de la inmigraci¨®n ilegal a trav¨¦s de la historia de dos traficantes de seres humanos. Un di¨¢logo entre los dos personajes principales resume el tono salvaje de Piezas de recambio:
- La mitad son piezas de recambio, dice uno de ellos refiri¨¦ndose a los inmigrantes, a los que ayudan a cruzar a Italia desde Croacia a trav¨¦s de Eslovenia.
- ?Piezas de recambio?
- S¨ª, en la parte italiana los drogan y luego les quitan todo: el h¨ªgado, los ri?ones, el coraz¨®n. Todo lo que se pueda transplantar. Un ri?¨®n vale 15.000 euros. Nosotros somos gu¨ªas tur¨ªsticos en comparaci¨®n con la otra parte.
"En los ¨²ltimos 10 a?os todo ha cambiado, cambi¨® el pa¨ªs y el sistema econ¨®mico. Y hay generaciones a las que les cuesta mover su mentalidad a ese mismo ritmo. Hemos vivido muchos a?os bajo el socialismo. El cine tambi¨¦n es una industria y necesita funcionar econ¨®micamente", se?ala Maja Weiss, de 39 a?os, la primera mujer que ha dirigido una pel¨ªcula en Eslovenia y autora de El guardi¨¢n de la frontera, que obtuvo el premio a la pel¨ªcula m¨¢s innovadora en la secci¨®n Panorama del ¨²ltimo Festival de Berl¨ªn. "Mi pel¨ªcula es una historia sobre la frontera, un concepto que ahora va a cambiar porque se convertir¨¢ en una frontera exterior de la UE", explica.
Pan y leche, el mayor ¨¦xito de taquilla de la historia de Eslovenia y una comedia agridulce que retrata a la sociedad contempor¨¢nea eslovena, obtuvo el Le¨®n del Futuro en el Festival de Venecia; el cortometraje de Stefan Arsenijevic (A)torsi¨®n, que transcurre durante el cerco de Sarajevo, fue finalista en los Oscar y premiado en Berl¨ªn; Queso y mermelada, la primera pel¨ªcula del actor bosnio Branko Djuric (protagonista de En tierra de nadie, el filme ganador de un Oscar, que ten¨ªa capital esloveno) tambi¨¦n ha obtenido buenos resultados de taquilla, a pesar de que deja a la sociedad eslovena a la altura del bet¨²n por su racismo hacia los ex yugoslavos. Son muestras de que un cine de bajo presupuesto, con dificultades para encontrar recursos, puede recorrer el mundo de festival en festival recogiendo premios. La gran esperanza que ponen los cineastas en el ingreso en la UE es que puedan circular por los cines europeos con la misma facilidad que por los cert¨¢menes. Consideran que el estreno de Piezas de recambio en Londres es un buen augurio.
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