Varios componentes de los insecticidas multiplican el riesgo de sufrir fatiga cr¨®nica
Exponerse a productos insecticidas y no ventilar bien las dependencias que han sido fumigadas puede ser suficiente para desencadenar el s¨ªndrome de la fatiga cr¨®nica en las personas m¨¢s sensibles al contacto con los organofosforados. Estas sustancias son uno de los componentes b¨¢sicos de muchos de los l¨ªquidos utilizados para la fumigaci¨®n de oficinas y viviendas y atacan directamente a las mitocondrias celulares, encargadas de convertir en energ¨ªa los nutrientes ingeridos.
Los casos de trabajadores, y sobre todo trabajadoras, afectados por las fumigaciones de sus centros de trabajo ya se acumulan por decenas en los juzgados, ya que muchos de ellos tienen grandes dificultades para demostrar que su dolencia es una enfermedad laboral contra¨ªda en sus puestos de trabajo.
La endocrin¨®loga Carme Valls, directora del programa Mujer, Salud y Calidad de Vida del Centro de An¨¢lisis y Programas Sanitarios, considera que "finalmente se est¨¢ demostrando la clara relaci¨®n que existe entre la fatiga cr¨®nica de muchas trabajadoras y su exposici¨®n m¨¢s o menos frecuente a insecticidas y plaguicidas". La endocrin¨®loga, por cuya consulta han pasado m¨¢s de 250 perjudicadas por fumigaciones realizadas en su centro de trabajo, confirma que son las mujeres las m¨¢s sensibles: "S¨®lo llevo los casos de tres hombres y todos ellos trabajaban en empresas de fumigaci¨®n", explica Valls.
Basta una sola exposici¨®n
Joaqu¨ªn Fern¨¢ndez Sol¨¤, responsable de la unidad de Fatiga Cr¨®nica del hospital Cl¨ªnic de Barcelona, asegura que la inhalaci¨®n o contacto con insecticidas compuestos por organofosforados no son la causa "directa" de la fatiga cr¨®nica, pero s¨ª son un "factor precipitante". "Y en algunos casos es suficiente una sola exposici¨®n a estas sustancias para comenzar a desarrollar los s¨ªntomas de esta enfermedad", advierte. Investigadores del hospital Cl¨ªnic est¨¢n realizando un estudio para determinar el alcance exacto del da?o celular causado por los organofosforados, pero Fern¨¢ndez Sol¨¤ ya advierte que "la relaci¨®n es bastante clara".
La mayor parte de casos de fatiga cr¨®nica atendidos por Valls y Fern¨¢ndez Sol¨¤ tienen rasgos comunes. "Son personas que estuvieron expuestas a una fumigaci¨®n y comenzaron a sentirse mal al d¨ªa siguiente, aunque la intoxicaci¨®n desapareci¨® pasados unos d¨ªas", explica el m¨¦dico del Cl¨ªnic. Sin embargo, muchas de estas personas respondieron mucho peor al contacto posterior con insecticidas y en algunos casos las dolencias se hicieron cr¨®nicas.
Jaume Bofill, perito y master en evaluaci¨®n del da?o corporal, cree que las denuncias por haberse visto sometido a fumigaciones irregulares en el sistema de trabajo se disparar¨¢n en un futuro pr¨®ximo.
"Nos encontramos ante un problema creciente y cuando un trabajador se da cuenta de que su malestar es producto de la sobreexposici¨®n a insecticidas, sus compa?eros de trabajo se dan cuenta que ellos tambi¨¦n pueden estar afectados", explica. Adem¨¢s, prosigue Bofill, "cada vez es m¨¢s dif¨ªcil ocultar la relaci¨®n causal entre la exposici¨®n a los organofosforados y la fatiga cr¨®nica y los jueces tambi¨¦n est¨¢n cada vez m¨¢s sensibilizados sobre este problema de salud laboral".
Pero la fatiga cr¨®nica no es la ¨²nica enfermedad relacionada con los insecticidas m¨¢s agresivos. Los pacientes con hipersensibilidad qu¨ªmica ambiental tambi¨¦n pueden presentar graves afectaciones en la piel, y lo que es peor: importantes problemas de p¨¦rdida de memoria. Esto ¨²ltimo se debe, seg¨²n Bofill, a que la mayor parte de los plaguicidas utilizados para fumigar basan su eficacia en el ataque al sistema nervioso de los insectos. Y si la concentraci¨®n de insecticida utilizado no se calcula con gran esmero el sistema nervioso humano resulta tambi¨¦n afectado.
"Como un viejo"
Por este motivo, Francisco Nache, t¨¦cnico en fumigaciones afectado tambi¨¦n por fatiga cr¨®nica, considera que se deber¨ªa controlar m¨¢s de cerca a las empresas que se dedican a la desparasitaci¨®n de edificios. "Se est¨¢n cometiendo aut¨¦nticas barbaridades", explica este t¨¦cnico, que a los 35 a?os afirma sentirse "como un viejo". Nache trabajaba para la empresa Rentokil y durante varios d¨ªas del verano de 2002 estuvo en contacto con un producto llamado Malafin emulsionable. Su principio activo es el malation, un organofosforado que por sus efectos sobre la salud se aconseja usar tan s¨®lo en el campo y bajo estrictas medidas de seguridad. Sin embargo, Nache lo utiliz¨® para fumigar el alcantarillado en pleno centro de l'Hospitalet de Llobregat por orden de su empresa.
Adem¨¢s, parte del producto se le derram¨® en la furgoneta, tras lo que comenz¨® a sentirse mal. Dos a?os despu¨¦s el afectado sigue sufriendo afecciones en el sistema nervioso y una alteraci¨®n de la hormona del crecimiento y de los niveles de testosterona. En marzo del a?o pasado tom¨® de nuevo la baja laboral, que puede desembocar en incapacidad permanente. Su empresa ya ha sido sancionada por la Inspecci¨®n de Trabajo con dos multas por valor de 5.000 y 6.000 euros por incumplir la Ley de Riesgos Laborales.
"Llevo el veneno dentro"
Tiene 49 a?os y no puede con sus huesos. N¨²ria Ordu?a, ex empleada del hotel Hilton de Barcelona, no sabe qu¨¦ es encontrarse bien desde que el 10 de marzo de 1999 se incorpor¨® a su puesto de trabajo sin que nadie la advirtiera de los riesgos de la fumigaci¨®n que un grupo de t¨¦cnicos hab¨ªan realizado los dos d¨ªas anteriores. "El hotel es una estructura cerrada herm¨¦ticamente y aquello no se ventil¨® para nada. Me dijeron que no era peligroso, pero hab¨ªa una nube de polvo incre¨ªble ". N¨²ria no estaba sola. Una quincena de empleados entraron en contacto con la nube y muchos, como ella, todav¨ªa sufren secuelas.
N¨²ria tose permanentemente, tiene problemas de visi¨®n y falta de memoria, y se le ha diagnosticado fatiga cr¨®nica. Los an¨¢lisis han demostrado que en su cuerpo hay una elevada concentraci¨®n de organofosforados y otra docena de contaminantes qu¨ªmicos. "Llevo el veneno dentro y cada vez me encuentro peor", asegura.
Desde poco despu¨¦s de la exposici¨®n al insecticida, N¨²ria est¨¢ de baja. Ha logrado que se le conceda la invalidez permanente y total, pero ahora lucha para que la empresa reconozca su presunta responsabilidad en lo acontecido. "Mis anteriores jefes llegaron a acusarme de inhalar el humo de los autobuses para quedar como estoy", afirma. La responsabilidad de la empresa se dirimir¨¢ ante el juez el 19 de mayo.
Hace ya tiempo que Ordu?a decidi¨® crear una asociaci¨®n junto con otros afectados por episodios de contaminaci¨®n en el trabajo. La asociaci¨®n, Adquira, ya tiene 71 miembros y no deja de crecer. "Cada vez nos encontramos peor, pero no podemos dejar de denunciar lo que nos ocurri¨® mientras trabaj¨¢bamos, s¨®lo queremos justicia", afirma.
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