Jaque a la Ciudad Judicial
En el futuro inmediato y tambi¨¦n en el m¨¢s lejano, la ciudad de Barcelona no dispondr¨¢ de la ciudad de la justicia, un proyecto emblem¨¢tico que pretend¨ªa concentrar todos los ¨®rdenes jurisdiccionales de la ciudad en un solo espacio.
El Gobierno catal¨¢n ha tomado la decisi¨®n de deconstruir el proyecto iniciado la pasada legislatura, por razones t¨¦cnicas, de seguridad, de movilidad y econ¨®micas...
As¨ª lo han anunciado. Han anunciado que desisten del proyecto estrella del Gobierno anterior y que proponen un proyecto de dispersi¨®n de los ¨®rganos judiciales con dos ¨¢reas diferenciadas y alejadas entre s¨ª.
Desde mi punto de vista, que l¨®gicamente es subjetivo, se ha perdido una oportunidad hist¨®rica, la de concentrar y unificar en un solo espacio f¨ªsico todos los ¨®rganos judiciales de la ciudad de Barcelona, con la sola excepci¨®n del Tribunal Superior de Justicia, hecho que supon¨ªa hoy agrupar el 60% de los ¨®rganos judiciales de Catalu?a.
La ciudad de la justicia era un proyecto moderno, avanzado, estudiado urban¨ªsticamente; era un proyecto seguro; era un proyecto consensuado con el mundo jur¨ªdico y judicial, pero por encima de todo era un proyecto que dignificaba el servicio de la justicia, lo racionalizaba, lo simplificaba y daba a los ciudadanos y a los profesionales una respuesta r¨¢pida y adecuada a sus necesidades.
El proyecto de la ciudad de la justicia como tal estaba en nuestra mente desde el inicio de los a?os noventa, pero la dificultad de encontrar un solar adecuado, as¨ª como la magnitud de la inversi¨®n, lo fue aplazando. El incremento de la planta judicial en los ¨²ltimos 10 a?os, la necesidad de m¨¢s espacio para la funci¨®n de juzgar y la modernizaci¨®n de la oficina judicial, hac¨ªan necesario estudiar un proyecto diferente. Un proyecto que, de acuerdo con el ¨¢mbito judicial, concentrara todos los ¨®rdenes jurisdiccionales y todos los servicios. Finalmente, en 1999 se adquiri¨® el solar de los antiguos cuarteles de Lepanto y empez¨® la cuenta atr¨¢s. Hay que a?adir, en este punto, que el Ayuntamiento de Barcelona nunca colabor¨® con el Gobierno catal¨¢n para facilitar alg¨²n solar, sino que m¨¢s bien puso obst¨¢culos al proyecto del edificio judicial.
A partir de ahora, a partir del anuncio del Gobierno tripartito en la persona del consejero de Justicia, ya no se puede hablar de ciudad de la justicia. La Administraci¨®n de justicia continuar¨¢ dispersa por las calles de Barcelona y tambi¨¦n en la plaza de Cerd¨¤. Los diferentes servicios auxiliares tambi¨¦n tendr¨¢n que fragmentarse, a¨²n m¨¢s, y los profesionales que colaboran con esta Administraci¨®n, as¨ª como los ciudadanos, ya no tendr¨¢n un solo espacio f¨ªsico para realizar sus tr¨¢mites. El coste econ¨®mico continuar¨¢ siendo muy alto; la seguridad, m¨¢s incierta, y el servicio no podr¨¢ ser eficiente y eficaz como se pretend¨ªa con el proyecto original.
Ser¨¢ m¨¢s de lo mismo, m¨¢s de todo aquello que ni la magistratura ni la fiscal¨ªa quer¨ªan. Tampoco el mundo jur¨ªdico, ni los funcionarios. Ser¨¢ peor porque tendremos una mayor dispersi¨®n.
Desconozco si el Gobierno ha madurado suficientemente esta decisi¨®n o simplemente obedece a la idea de destruir aquello que hab¨ªa construido el Gobierno de CiU. No s¨¦ si han valorado suficientemente que con esta decisi¨®n se hace un mal servicio al pa¨ªs y, en este caso, a la justicia.
No creo que hayan valorado econ¨®micamente la soluci¨®n propuesta. Yo creo que ser¨¢ m¨¢s costosa y menos eficiente. Un Gobierno ha de tener una visi¨®n m¨¢s amplia y a m¨¢s largo plazo. Y a este Gobierno le hace falta tiempo, si es esto lo que le falta, para saber gobernar.
Un proyecto como ¨¦ste requer¨ªa un gran consenso institucional y jur¨ªdico. No han tenido en cuenta la opini¨®n de los colaboradores directos de la Administraci¨®n de justicia. As¨ª se desprende de las declaraciones realizadas en los medios de comunicaci¨®n. Tampoco la de los jueces, magistrados y fiscales. Un proyecto como ¨¦ste deb¨ªa gestionarse de otra forma, con participaci¨®n y transparencia. ?No es ¨¦ste el discurso que hac¨ªa el Gobierno tripartito a principios de enero?
Aquel proyecto que dignificaba la justicia, que hab¨ªa sido un proyecto de todos, que daba una respuesta definitiva a los problemas de dispersi¨®n, apostando por la proximidad, que daba a la justicia una imagen singular y vinculada al servicio p¨²blico que desarrolla y que la colocaba en el lugar digno, moderno y avanzado que le correspond¨ªa, duerme ya el sue?o de los justos...
Si nos llenamos la boca pidiendo y defendiendo una justicia ¨¢gil, moderna y accesible para todos, la decisi¨®n del Gobierno tripartito realmente no va por esta l¨ªnea.
N¨²ria de Gispert i Catal¨¤ es diputada por CiU en el Parlament y ex consejera de Justicia e Interior.
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