Velero al infierno tropical
Convertido en un operador de cruceros de placer, el jugador deber¨¢ luchar contra mercenarios para recuperar a la chica
A Ubi Soft le sonr¨ªe la vida. De ser una compa?¨ªa local francesa con t¨ªtulos discretos se ha convertido en pocos a?os en un referente en el mercado mundial gracias al tino eligiendo las producciones para su cat¨¢logo. A la serie Ray Man se le uni¨® el agente Fisher de Splinter Cell, y ahora no cabe duda de que Far Cry ser¨¢ otro misil dirigido a minar el liderazgo de sus competidores.
Sus programadores han elevado, y mucho, el list¨®n de lo que se puede representar en la pantalla de un ordenador. Hasta ahora era Carmack, padre de Quake, el ¨²nico que marcaba las pautas y los l¨ªmites de los gr¨¢ficos tridimensionales. Pero esta vez se le han adelantado. Far Cry luce espacios muy amplios extremadamente detallados, repletos de sorprendentes efectos visuales, complejos sistemas de iluminaci¨®n y una densidad de pol¨ªgonos desconocida hasta el momento.
'Far Cry'
Desarrolla: Crytek
Distribuye: Ubi Soft
Plataforma: Windows
G¨¦nero: Acci¨®n
Edad recomendada: Mas de 16 a?os
Precio: 50 euros
Internet: http://ubisoft.infiniteplayers.com/farcry/
Al despliegue t¨¦cnico hay que sumarle un seductor gui¨®n en el que Jack Carver, un marinero de oscuro pasado, decide romper con la mundana rutina construyendo su propio negocio de alquiler de barcos en el Pac¨ªfico Sur. Pronto recibe un raro encargo por parte de la periodista Valeria Constantine: visitar unas islas de la Micronesia pr¨¢cticamente inexploradas. All¨ª comienza la aventura del usuario, cuando el velero salta en mil pedazos tras un ataque de un grupo de mercenarios. Valeria desaparece y un chivato parece querer ayudarle a trav¨¦s de la radio.
A pesar de ser una aventura bastante lineal, dado que se deben completar unos objetivos en un determinado orden, ¨¦stos se pueden acometer de distintas formas. Primero, porque se puede aprovechar la espesura que ofrece la vegetaci¨®n de la isla para pasar desapercibido. Eso s¨ª, tambi¨¦n hay que intentar no hacer ruido ya que los soldados a sueldo tienen el o¨ªdo muy fino.
Por otra parte, la amplitud del territorio permite acceder al mismo punto por distintos caminos. Cada uno de ellos tiene sus ventajas y peligros particulares. As¨ª, en cierto modo, el protagonista va decidiendo con cada paso c¨®mo quiere que sea su historia.
Controlado por el rat¨®n y el teclado, Carver est¨¢ capacitado para usar distintas armas, lanzar piedras para distraer al enemigo o granadas para quit¨¢rselo de encima. Tambi¨¦n puede, desde una vista en primera persona, usar binoculares, linternas y gafas de visi¨®n nocturna. Nada y bucea a la perfecci¨®n. Eso s¨ª, no puede disparar dentro del agua y conduce distintos veh¨ªculos, terrestres o acu¨¢ticos, al tiempo que usa las armas que est¨¢n acopladas a ¨¦stos. El Cryengine, el motor gr¨¢fico que mueve todo este mundo virtual, permite interactuar con pr¨¢cticamente todo. Si el jugador piensa: "Estar¨ªa bien que al disparar a las cuerdas del puente ¨¦ste cayera y as¨ª cortar¨ªa el camino", es muy probable que si dispara el resultado sea el previsto. Es palpable que quienes han programado Far Cry son jugadores empedernidos. Tambi¨¦n se nota que el proyecto ha estado perfeccion¨¢ndose durante casi cuatro a?os. Quiz¨¢s por ello la edici¨®n espa?ola ha llegado perfectamente localizada y doblada.
Pero si hay algo destacable es la calidad de los escenarios. Las opciones permiten ajustar Far Cry a cada ordenador. Si se dispone de un procesador potente, una tarjeta gr¨¢fica de ¨²ltima generaci¨®n compatible con DirectX 9 y suficiente memoria, el fest¨ªn para los ojos est¨¢ asegurado. No hay m¨¢s l¨ªmite de visi¨®n que el horizonte. Si se encuentra el lugar adecuado se pueden ver las islas de un extremo a otro. En ella, la maleza se introduce en los bosques repletos de distintas especies de ¨¢rboles. Varios tipos de hierba cubren como un manto todo el territorio hasta donde empieza la arena de las cristalinas playas, en cuyas aguas se reflejan, desdibujadas por las olas, las monta?as. Cuanto m¨¢s cerca se est¨¢ de una planta, m¨¢s detalle tienen las texturas, hasta el punto de ver los nervios de las hojas. Este realismo eleva la forma de jugar a un nuevo nivel que no se podr¨¢ olvidar f¨¢cilmente.
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