Por una Europa com¨²n
Nos dirigimos a los lectores europeos en un momento singular: el 1 de mayo, Polonia entrar¨¢ oficialmente en la Uni¨®n Europea, y en el empalme de octubre y noviembre, en Ucrania se celebrar¨¢n elecciones presidenciales.
Muchas generaciones de polacos so?aron con la liquidaci¨®n definitiva de la divisi¨®n de Europa simbolizada por el tel¨®n de acero que nos aisl¨® del mundo del bienestar y la seguridad. Muchas generaciones de ucranianos se vieron despojadas de su patria, cultura y lengua. Pero a todos los presos de conciencia de los a?os sesenta, setenta y ochenta castigados por su lucha por la libertad y la democracia les fue com¨²n la fe en que, alg¨²n d¨ªa, sus pa¨ªses conseguir¨ªan un sitio adecuado en la Europa unificada.
Ya muy pronto los polacos ver¨¢n ese sue?o hecho realidad. De los resultados de las elecciones presidenciales en Ucrania depender¨¢ el rumbo del desarrollo de ese pa¨ªs y de su sociedad.
Uno de nosotros es jefe del mayor grupo parlamentario en el Legislativo ucraniano; el otro, director del mayor rotativo de Polonia. Los dos sentimos gran amor por la libertad, la tolerancia y los derechos humanos. Los dos nos oponemos a todas las manifestaciones de discriminaci¨®n y chovinismo.
La Uni¨®n Europea ampliada tendr¨¢ que definir su identidad pol¨ªtica y su pol¨ªtica defensiva, as¨ª como presentar su propia visi¨®n del nuevo orden que nace en el mundo. En mayo, la Uni¨®n Europea definir¨¢ sus relaciones con los nuevos miembros. En junio, la cumbre de la Alianza Atl¨¢ntica deber¨¢ adoptar la decisi¨®n sobre la admisi¨®n de Ucrania en el pacto.
En un momento tan trascendental, pedimos a los dirigentes europeos que se abran a Ucrania, una gran naci¨®n europea, cuyas necesidades y aspiraciones no pueden ser ignoradas en la construcci¨®n de una nueva Europa.
Consideramos que la Uni¨®n Europea no puede limitarse a la concepci¨®n de "la nueva vecindad". Hace falta una declaraci¨®n inequ¨ªvoca sobre el derecho de Ucrania a incorporarse a la UE y a la OTAN.
Para Ucrania, esa perspectiva europea y atlantista es sumamente importante ahora, cuando ha surgido la esperanza real de un triunfo de las fuerzas democr¨¢ticas. El Gobierno trata de mantener su monopolio del poder, y de ah¨ª que combata de manera brutal a la oposici¨®n, que limite la libertad de expresi¨®n y la independencia de los medios, que ejerza un control excesivo sobre la econom¨ªa. No puede extra?ar que esas pr¨¢cticas hayan sido condenadas con firmeza por la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa y por la Comisi¨®n Europea. Son pr¨¢cticas que violan los principios respetados por los Estados democr¨¢ticos, principios que tambi¨¦n Ucrania se comprometi¨® a respetar.
Ucrania se enfrenta a un reto dram¨¢tico. Las elecciones presidenciales ser¨¢n una prueba muy importante, porque permitir¨¢n responder a varias preguntas b¨¢sicas. La principal de todas es si la sociedad conservar¨¢ el derecho a elegir libremente a sus representantes, es decir, si triunfar¨¢ la democracia a secas o, por el contrario, se impondr¨¢ la democracia controlada y el poder ser¨¢ dominio de s¨®lo unos cuantos clanes de la oligarqu¨ªa. Tambi¨¦n se decidir¨¢ si triunfar¨¢ la econom¨ªa de mercado, basada en reglas transparentes, o el capitalismo olig¨¢rquico, sometido a la voluntad de varios clanes financieros y pol¨ªticos. Se decidir¨¢, asimismo, si Ucrania continuar¨¢ consecuentemente las reformas que le abrir¨¢n el camino hacia la OTAN y la UE o tendremos una democracia "aparente" e, incluso, una autocracia sin disfraces. Los resultados de las elecciones presidenciales tambi¨¦n nos dir¨¢n si se desarrollar¨¢ la sociedad c¨ªvica, con todas sus instituciones, o, por el contrario, una sociedad de s¨²bditos sumisos. Y, por ¨²ltimo, sabremos si se respetar¨¢n los derechos humanos y la independencia de los tribunales o la ley estar¨¢ solamente al servicio de los gobernantes. Nosotros opinamos que Ucrania podr¨¢ construir una democracia s¨®lida.
La econom¨ªa ucraniana registra por quinto a?o consecutivo un notable crecimiento. Ese proceso de incremento comenz¨® en el a?o 2000, cuando empez¨® la lucha contra el poder de los oligarcas. Tras el triunfo que consiguieron las agrupaciones de la oposici¨®n en el a?o 2002, el poder declar¨® oficialmente su voluntad de incorporar a Ucrania a la OTAN y a la UE. Ese anuncio pone de relieve los enormes cambios que podr¨¢n realizar las fuerzas democr¨¢ticas cuando conquisten el poder en Ucrania.
Hoy, m¨¢s que nunca, hace falta una declaraci¨®n de Europa sobre las perspectivas europeas y atlantistas de Ucrania.
En primer lugar, esa declaraci¨®n ser¨ªa una se?al para la sociedad ucraniana, de incuestionable identidad europea y grandes tradiciones en la lucha por la democracia y los derechos humanos, de que nadie quiere cerrarle las puertas. Una actitud opuesta significar¨ªa el triunfo de ideas incompatibles con las que sirvieron de base en los a?os cincuenta y sesenta a la integraci¨®n europea, con las que movilizaron en los a?os 1989-1991 a los pueblos de la Europa Central y del Este, as¨ª como de las rep¨²blicas de la desaparecida Uni¨®n Sovi¨¦tica, para conquistar la libertad.
En segundo lugar, esa declaraci¨®n ser¨ªa una se?al muy importante para las fuerzas democr¨¢ticas y los millones de ciudadanos ucranianos que las respaldan, de que Europa aprecia el compromiso con los valores europeos. Los ejemplos de Polonia y otros pa¨ªses de Europa Central y del Este demuestran que la definici¨®n clara de las perspectivas de incorporaci¨®n a la UE contribuye de manera palpable al triunfo de las reformas y facilita la obtenci¨®n del apoyo de la sociedad.
En tercer lugar, en las discusiones sobre el futuro de Europa deber¨ªa triunfar el esp¨ªritu de la solidaridad tambi¨¦n con los pa¨ªses y naciones que no figuran en los planes actuales ni futuros de ampliaci¨®n de la Comunidad. En caso contrario, en nuestro continente surgir¨¢ una nueva divisi¨®n en pa¨ªses ricos y pobres, en Estados democr¨¢ticos o dominados por reg¨ªmenes autoritarios.
Nosotros declaramos con firmeza que no queremos que en la frontera polaco-ucraniana surja un nuevo tel¨®n de acero.
Polonia crea de manera natural la dimensi¨®n oriental de la pol¨ªtica de la UE, y por eso tiende consecuentemente a que Ucrania sea tratada como socio y futuro miembro de la UE y de la OTAN, y no como un pa¨ªs pedig¨¹e?o que molesta e irrita. La colaboraci¨®n polaco-ucraniana no est¨¢ enfilada contra nadie. Queremos vivir en amistad con los pueblos vecinos y construir con ellos el futuro de Europa y del mundo.
Ucrania conquist¨® la independencia en 1991. En los a?os que han transcurrido desde esa fecha ha demostrado que desempe?a un importante papel en Europa Central y del Este, respaldando los procesos que sirven a la seguridad y estabilidad en la regi¨®n y en todo el continente. La soberan¨ªa de Ucrania y su integraci¨®n con la UE y la OTAN ser¨¢ la mejor garant¨ªa de que en los territorios de la antigua Uni¨®n Sovi¨¦tica no reaparecer¨¢n las tendencias imperialistas.
A comienzos de la d¨¦cada de los a?os noventa, Ucrania se deshizo de las armas nucleares que ten¨ªa, participa de manera activa en las misiones pac¨ªficas de la ONU y de la OTAN, y concluye la soluci¨®n de sus problemas fronterizos con la Federaci¨®n Rusa, los ¨²ltimos que le quedan a¨²n por eliminar. Ha resuelto de manera pac¨ªfica los problemas que surgieron en su momento en torno a la pen¨ªnsula de Crimea y del territorio del Dni¨¦ster. En Ucrania no se han producido incidentes ¨¦tnicos, aunque hubo intentos de provocarlos.
Ucrania, por herencia hist¨®rica, sus intereses econ¨®micos y su estructura ¨¦tnica, es un pa¨ªs que pertenece tanto a la Europa Central como a la Europa del Este. Su ubicaci¨®n a orillas del mar Negro la une a los pa¨ªses de la Europa suroriental, del C¨¢ucaso y de los Balcanes, as¨ª como a Turqu¨ªa. Ucrania, juntamente con Georgia, Uzbekist¨¢n, Azerbaiy¨¢n y Moldavia, cre¨® la uni¨®n regional Guuam, una estructura que aspira a desempe?ar en su espacio el papel de centro de propagaci¨®n de la democracia y la econom¨ªa de mercado.
Concedemos una singular importancia a las relaciones de buena vecindad con Rusia. Nuestros pa¨ªses est¨¢n interesados en la defensa de la democracia en Rusia. Una Rusia estable y previsible ser¨ªa un elemento importante del nuevo orden mundial, un socio muy ¨²til para la Uni¨®n Europea. La colaboraci¨®n polaco-ucraniana en el marco de la UE crear¨¢ nuevas posibilidades de desarrollo para esa relaci¨®n y contribuir¨¢ a su consolidaci¨®n.
Somos conscientes de los problemas que dimanan de la creaci¨®n de una perspectiva europea para Ucrania. Sabemos que la integraci¨®n de los 10 nuevos miembros de la UE exigir¨¢ enormes recursos y una participaci¨®n solidaria en la soluci¨®n de los problemas. Sin embargo, esas dificultades no deber¨¢n imponerse a la necesidad de responder a los nuevos retos, entre los cuales ocupan un lugar muy importante el futuro de Ucrania y el fortalecimiento de su libertad.
,fue uno de los l¨ªderes del sindicato Solidaridad. V¨ªktor Yushchenko, ex primer ministro de Ucrania, es el l¨ªder del bloque pol¨ªtico Nuestra Ucrania, de oposici¨®n al presidente Kuchma.
Traducci¨®n de Jorge Ruiz Lardiz¨¢bal.
Adam Michnik, ensayista y director del diario polaco Gazeta Wyborcza
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