Bob Dylan: ¡°Le¨ª mucha poes¨ªa antes de escribir mis primeras canciones¡±
Con motivo de la concesi¨®n del Nobel de Literatura al m¨²sico, recuperamos esta rara entrevista de 2004, en la que habla del proceso de escritura de sus canciones y de sus influencias literarias
"No, no, no", dice Bob Dylan tajante cuando le pregunto si los aspirantes a cantautores deber¨ªan aprender el oficio estudiando sus ¨¢lbumes, que es precisamente lo que millares de ellos han venido haciendo en las ¨²ltimas d¨¦cadas. "Es natural seguir la pauta de alguien", dice, abriendo la puerta a un tema que ha sido terreno vedado a los periodistas durante mucho tiempo: su proceso como compositor de canciones. "Si yo hubiese querido ser pintor, probablemente habr¨ªa pensado en intentar ser como Van Gogh, o si fuera un actor en actuar como Laurence Olivier. Si fuera un arquitecto, ser¨ªa Frank Gehry. Pero no puedes limitarte a copiar a alguien. Si te gusta su obra, lo importante es someterse a todas las influencias que ha recibido esa persona. Quien quiera componer canciones deber¨ªa escuchar tanta m¨²sica folk como pueda, estudiar la forma y la estructura de todo el material que ha estado ah¨ª desde hace 100 a?os. Llegar hasta Stephen Foster".
Durante cuatro d¨¦cadas, Dylan ha sido una gran paradoja estadounidense: un artista que revolucion¨® la composici¨®n de canciones populares con su obra desnudamente personal y desafiante, pero que nos ha mantenido a tal distancia de su vida personal -y de su t¨¦cnica creativa- que seguro que no tuvo que ir muy lejos para encontrar el t¨ªtulo de su ¨²ltima pel¨ªcula: Masked and Anonymous (enmascarado y an¨®nimo). Aunque sus admiradores y bi¨®grafos puedan leer sus cientos de canciones como la cr¨®nica de amor y p¨¦rdida, celebraci¨®n y agravio de un hombre, ¨¦l no vuelve a las historias que est¨¢n detr¨¢s de las canciones, per se, al hablar de su arte. Lo que le resulta m¨¢s c¨®modo, y quiz¨¢ m¨¢s interesante, es hablar de c¨®mo convierte la vida, las ideas, las observaciones y las cadenas de im¨¢genes po¨¦ticas en canciones por medio de su oficio.
Mientras posa en la intimidad de un gran hotel de Amsterdam con vistas a uno de los pintorescos canales de la ciudad, pinta un retrato de su evoluci¨®n como compositor muy distinto del que cabr¨ªa esperar en un artista que parece haber aparecido en la escena pop de los a?os sesenta con su visi¨®n y talento intactos. La letra de Blowin' in the Wind se public¨® en Broadside, la revista de m¨²sica folk, en mayo de 1962, el mes en que cumpl¨ªa los 21. La historia que ¨¦l cuenta es de ensayo y error, de salidas en falso y de trabajo duro: un joven en una remota regi¨®n de Minnesota que encontraba tal libertad en la m¨²sica del compositor Woody Guthrie que sent¨ªa que podr¨ªa pasarse toda la vida simplemente cantando las canciones de Guthrie; hasta que descubri¨® su aut¨¦ntica vocaci¨®n gracias a un capricho del destino.
Dylan ha dicho con frecuencia que ¨¦l nunca se propuso cambiar la m¨²sica pop o la sociedad, pero est¨¢ claro que estaba imbuido de los ideales que ve¨ªa en la obra de Guthrie y que se hab¨ªa propuesto ser fiel a ellos. A diferencia de otras estrellas de rock anteriores a ¨¦l, su objetivo principal no era simplemente estar en las listas. "Siempre admir¨¦ a los artistas aut¨¦nticos, los que ten¨ªan dedicaci¨®n, y aprend¨ª de ellos", dice Dylan, meci¨¦ndose lentamente en la silla del hotel. "La cultura popular generalmente llega a su fin con mucha rapidez. La arrojan a la tumba. Yo quer¨ªa hacer algo que perdurase junto a los cuadros de Rembrandt".
"La cultura popular generalmente llega a su fin con mucha rapidez. La arrojan a la tumba. Yo quer¨ªa hacer algo que perdurase junto a los cuadros de Rembrandt"
A pesar de todos los a?os transcurridos, a¨²n le brillan los ojos al mencionar a Guthrie, el poeta del Dust Bowl (cuenco de polvo), cuyas mejores canciones, como This Land Is Your Land, hablan tan elocuentemente del abismo que Guthrie ve¨ªa entre los ideales y la praxis en Estados Unidos. "Para m¨ª, Woody Guthrie era el no va m¨¢s", dice Dylan, de 62 a?os, con su pelo rizado enmarc¨¢ndole majestuosamente la cabeza como en las portadas de los discos de hace cuatro d¨¦cadas. "Las canciones de Woody trataban de todo al mismo tiempo. Trataban de ricos y pobres, blancos y negros, de los altibajos de la vida, las contradicciones entre lo que ense?aban en la escuela y lo que de verdad estaba sucediendo. ?l dec¨ªa en sus canciones todo lo que yo sent¨ªa, pero no sab¨ªa c¨®mo expresar".
"Pero no se trataba s¨®lo de las canciones. Tambi¨¦n era la voz -era como un estilete- y su dicci¨®n. Yo nunca hab¨ªa o¨ªdo a nadie que cantase as¨ª. Su rasgueo en la guitarra era m¨¢s complicado de lo que parec¨ªa. Lo ¨²nico que yo sab¨ªa era que quer¨ªa aprenderme sus canciones".
Dylan interpret¨® tanto a Guthrie durante sus primeros tiempos en clubes y cafeter¨ªas que le llamaban la "gramola" de Woody Guthrie. As¨ª que imag¨ªnense su asombro cuando alguien le dijo que hab¨ªa otro cantante -Ramblin' Jack Elliot- que estaba haciendo lo mismo. "Es como si fueras un m¨¦dico que se ha pasado un mont¨®n de a?os para descubrir la penicilina y te enteraras de pronto de que ya lo hab¨ªa hecho alguien", recuerda. Un joven menos ambicioso no le hubiera dado importancia, hay sitio de sobra para dos cantantes que admiran a Guthrie. Pero Dylan era demasiado independiente. "Yo sab¨ªa que ten¨ªa algo que Jack no ten¨ªa", dice, "aunque me llev¨® tiempo descubrir qu¨¦ era".
Al final se dio cuenta de que lo que pod¨ªa diferenciarlos era la composici¨®n de canciones. En el plazo de dos a?os hab¨ªa escrito y grabado canciones entre las que se contaban Girl of the North Country y A Hard Rain's A-Gonna Fall que contribuyeron a elevar el alma de la m¨²sica pop del puro entretenimiento a la categor¨ªa de arte.
Hablar sobre el oficio
Dylan, cuya obra y vida personal han sido diseccionadas en tantos libros que podr¨ªan llenar una pared de biblioteca, parece agradecer la oportunidad de hablar de su oficio, no de su persona o de su historia. Es como si quisiera desmitificarse.
"Para m¨ª, el int¨¦rprete viene y se va", dijo una vez. "Las canciones son la estrella del espect¨¢culo, no yo". Tambi¨¦n detesta centrarse en el pasado. "Intento siempre estar aqu¨ª y ahora. No quiero hacerme nost¨¢lgico ni narcisista como escritor ni como persona. Yo creo que la gente que tiene ¨¦xito no habita en el pasado. Creo que es algo que s¨®lo hacen los perdedores".
"Es como si un fantasma hubiera escrito una canci¨®n as¨ª. Te regala la canci¨®n y desaparece. T¨² no sabes lo que significa. S¨®lo que el fantasma me eligi¨® a m¨ª para escribir la canci¨®n"
Y sin embargo tiene un fuerte sentido de la tradici¨®n. Le gusta verse como perteneciente a una hermandad de escritores cuyas ra¨ªces est¨¢n en el country puro, el blues y la estirpe folk de Guthrie, la familia Carter, Robert Johnson y decenas de baladistas escoceses e ingleses. Est¨¢ tan centrado en hablar de su oficio que tiene una guitarra al lado, por si quisiera hacer una demostraci¨®n sobre alg¨²n punto. "Hay tantas formas de abordar algo en una canci¨®n", dice. "Una forma es dar vida a los objetos inanimados. Eso lo hace muy bien Johnny Cash. Es suyo el verso que dice: 'Un barco carguero dijo: Ella estuvo aqu¨ª, pero se fue, chico, se fue'. Es genial. Un barco carguero dijo: Ella estuvo aqu¨ª. Eso es arte de verdad. Si haces eso una vez en una canci¨®n, le das la vuelta a partir de ese momento".
El proceso que ¨¦l describe es algo m¨¢s prosaico que atrapar rel¨¢mpagos en una botella. Cuando trabajaba en Like a Rolling Stone, dice, "no estaba pensando en lo que quer¨ªa decir, solamente pensaba: ?queda bien esto para la rima?". Pero es innegable que hay tambi¨¦n un elemento de misterio. "Es como si un fantasma hubiera escrito una canci¨®n as¨ª. Te regala la canci¨®n y desaparece, desaparece. T¨² no sabes lo que significa. S¨®lo que el fantasma me eligi¨® a m¨ª para escribir la canci¨®n".
A lo largo de los a?os algunos oyentes se han quejado de que las canciones de Dylan son demasiado ambiguas, que parecen ser simplemente un ejercicio narcisista a base de juegos de palabras. Pero la mayor¨ªa de los cr¨ªticos afirman que el aut¨¦ntico punto fuerte de Dylan son sus im¨¢genes a veces contrapuestas. En el pop estadounidense son pocos los que han escrito con regularidad versos tan inquietantemente bellos y tan desafiantes como su Just Like a Woman, una canci¨®n de mediados de los sesenta.
"Ella siente como una mujer, as¨ª es. / Ella hace el amor como una mujer, as¨ª es. / Y anhela como una mujer. / Pero llora / como una ni?a".
"Aunque pudiera decirte de qu¨¦ trata la canci¨®n, no lo har¨ªa. Es el oyente el que tiene que hacerse una idea de lo que significa para ¨¦l"
Dylan contempla impasible la hoja que le entrego con la letra de Just Like a Woman. Como sucede con tantas de sus obras, la canci¨®n parece referirse a muchas cosas al mismo tiempo. "No se me dan muy bien las definiciones", dice. "Aunque pudiera decirte de qu¨¦ trata la canci¨®n, no lo har¨ªa. Es el oyente el que tiene que hacerse una idea de lo que significa para ¨¦l".
Sin embargo cede un poco mientras sigue mirando fijamente la p¨¢gina en medio del silencio de la habitaci¨®n. "?sta es una canci¨®n muy amplia. Un verso como 'pero llora como una ni?a' es una met¨¢fora. Es igual que un mont¨®n de canciones basadas en el blues, en las que pueden estar hablando de una mujer, pero en realidad no est¨¢n hablando de ninguna mujer. Puedes decir mucho cuando utilizas met¨¢foras".
"Nadie siente dolor / esta noche, en la que estoy de pie / dentro de la lluvia. / Todo el mundo sabe / que Baby lleva ropa nueva / pero ¨²ltimamente veo que han ca¨ªdo de sus rizos / sus cintas y sus lazos".
En busca de la musa
Despu¨¦s de otra pausa a?ade: "?sta es una canci¨®n urbana. Es como mirar algo extraordinariamente poderoso, como la sombra de una iglesia o algo as¨ª. Yo no pienso en t¨¦rminos laterales como escritor. ?se es un defecto de los viejos escritores de Broadway... Son muy laterales. No hay nada circular, nada que aprender en la canci¨®n, nada que te inspire. Yo siempre intento darle la vuelta a una canci¨®n. Si no es as¨ª tengo la sensaci¨®n de estar haciendo perder el tiempo al oyente".
Dylan persigui¨® a su musa en Nueva York con apetito por todo lo que le pudiera servir para mejorar su arte, tanto si era aprender viejos blues y canciones folk como empaparse en literatura. "Yo hab¨ªa le¨ªdo un mont¨®n de poes¨ªa cuando escrib¨ª muchas de aquellas primeras canciones. Estaba metido en los poetas b¨¢sicos. Los le¨ªa como otros leen a Stephen King. Tambi¨¦n los hab¨ªa le¨ªdo de peque?o. Las cosas de Poe me dejaban anonadado en varios sentidos. Byron y Keats y todos esos. John Donne...".
"Lo de Byron es que ¨¦l sigue y sigue y t¨² no sabes ni la mitad de las cosas de las que habla, ni la mitad de la gente a la que se refiere. Pero s¨ª puedes apreciar su lenguaje".
"Las canciones no me vienen as¨ª como as¨ª. Normalmente se cuecen durante un tiempo y descubres que es importante guardar los pedazos"
Se encontr¨® al lado de los poetas beat. "No pod¨ªas evitar entusiasmarte ante la idea de una poes¨ªa dicha en las calles, p¨²blicamente", dice. "Siempre hab¨ªa un poeta en los clubes y t¨² escuchabas los versos y Ginsberg y Corso eran t¨ªos que ten¨ªan mucha influencia".
Dylan dijo una vez que en los a?os sesenta escrib¨ªa canciones tan deprisa que no quer¨ªa irse a dormir porque le daba miedo perderse alguna. Y tambi¨¦n se empapaba de influencias con tanta rapidez que le costaba mucho apagar la luz por la noche. ?Por qu¨¦ no leer un poco m¨¢s? "Alguien me dej¨® un libro de poemas de Fran?ois Villon y ¨¦l escrib¨ªa de cosas de la misma calle y las convert¨ªa en verso", dice Dylan, transmitiendo a¨²n el entusiasmo por utilizar la Francia del siglo XV como fuente de inspiraci¨®n. "Te dejaba pasmado y te hac¨ªa plantearte por qu¨¦ no pod¨ªas hacer lo mismo en una canci¨®n".
"Ve¨ªa a Villon hablando de visitar a una prostituta y yo le daba la vuelta, yo no visitar¨ªa a una prostituta, yo hablar¨ªa de rescatar a una prostituta. Una vez m¨¢s se trataba de darle la vuelta a las cosas, como 'el vicio es salvaci¨®n y la virtud puede ser tu ruina'".
El m¨¦rito de la tradici¨®n
Cuando escuchas a Dylan maravillarse a¨²n con citas como la anterior de Maquiavelo o con "lo bello es inmundo y lo inmundo es bello" de Shakespeare, se entiende por qu¨¦ salpimenta sus canciones con frases que siempre nos hacen cuestionarnos nuestros supuestos; versos cl¨¢sicos como "No hay mayor ¨¦xito que el fracaso y el fracaso no es un ¨¦xito en absoluto", de Love Minus Zero/No Limit, de 1965.
Como siempre, atribuye r¨¢pidamente todo el m¨¦rito a la tradici¨®n. "Yo no invent¨¦ esto, ya sabes", recalca. "Robert Johnson cantaba alguna canci¨®n y, sin venir a cuento, hab¨ªa alg¨²n dicho de Confucio que te hac¨ªa pensar ?y esto de d¨®nde sale? Es importante darle siempre la vuelta a las cosas de alguna forma".
Algunos escritores se sientan a escribir todos los d¨ªas dos o tres horas por lo menos, tanto si est¨¢n en vena como si no. Otros esperan la inspiraci¨®n. Dylan se mofa de la disciplina de escribir todos los d¨ªas.
"Escrib¨ª Blowin' in the Wind en 10 minutos; me limit¨¦ a poner palabras a un viejo spiritual, probablemente algo que aprend¨ª de los discos de los Carter"
"Bueno, no soy un compositor tan serio", dice con una sonrisa en los labios. "Las canciones no me vienen as¨ª como as¨ª. Normalmente se cuecen durante un tiempo y descubres que es importante guardar los pedazos hasta que est¨¦n completamente formados y unidos unos a otros".
A veces escribe a m¨¢quina, pero generalmente usa un bol¨ªgrafo, porque dice que es m¨¢s r¨¢pido escribiendo que mecanografiando. "No empleo mucho tiempo en revisar las canciones", dice Dylan. "A veces hago cambios, pero las primeras canciones, por ejemplo, casi todas eran del primer borrador".
No insiste en que sus rimas sean perfectas. "Lo que yo hago y muchos escritores no hacen es tomar un concepto y una l¨ªnea que realmente quiero poner en una canci¨®n y si no encuentro forma de simplificarla, por m¨¢s que haga, la dejo como est¨¢ -entera y verdadera- y busco la forma de cantarla de manera que encaje en el esquema r¨ªtmico. Prefiero hacer eso a reventarla o perderla porque soy incapaz de rimarla".
Los temas, dice, no han sido nunca un problema. Cuando ¨¦l empez¨®, la guerra de Corea acababa de terminar. "Aquello fue una pesada nube sobre las cabezas de todos", dice. "La cosa de los comunistas era a¨²n bastante gorda y el movimiento de los derechos civiles estaba empezando. As¨ª que hab¨ªa muchos temas sobre los que escribir. Pero yo nunca me puse a escribir de pol¨ªtica. No quer¨ªa ser un moralista pol¨ªtico. Hab¨ªa gente que hac¨ªa eso precisamente. Phil Ochs se centr¨® en lo pol¨ªtico, pero todos tenemos muchas facetas y yo quer¨ªa seguirlas todas. Podemos sentirnos muy generosos un d¨ªa y muy ego¨ªstas al momento siguiente".
Meditar sobre una canci¨®n
Son ya casi las dos de la madrugada y otra cafetera se est¨¢ enfriando. Se pasa la mano por el cabello rizado. Despu¨¦s de tantas horas, me doy cuenta de que no le he hecho la pregunta m¨¢s evidente: ?qu¨¦ viene antes, las palabras o la m¨²sica? Dylan se echa hacia delante y toma la guitarra ac¨²stica.
"Bueno, tienes que entender que yo no soy un melodista", dice. "Mis canciones est¨¢n basadas en viejos himnos protestantes, o en canciones de la familia Carter, o en variaciones del esquema blues. Lo que pasa es que cojo una canci¨®n que conozco y empiezo a tocarla mentalmente. ?sa es mi forma de meditar. Hay un mont¨®n de gente que mira una grieta de la pared y medita, o cuenta ovejas o ¨¢ngeles o dinero o cualquier cosa, y es un hecho demostrado que eso les ayuda a relajarse. Yo no medito con ninguna de esas cosas. Yo medito sobre una canci¨®n".
Rasguea lentamente la guitarra, pero es dif¨ªcil reconocer la melod¨ªa. "Escrib¨ª Blowin' in the Wind en 10 minutos; me limit¨¦ a poner palabras a un viejo spiritual, probablemente algo que aprend¨ª de los discos de la familia Carter. ?sta es la tradici¨®n de la m¨²sica folk. Usas lo que has recibido en herencia. The Times They Are A-Changin' probablemente venga de una antigua canci¨®n popular escocesa". Al seguir tocando, la canci¨®n empieza a sonarme vagamente familiar. Quiero saber sobre Subterranean Homesick Blues, una de sus canciones m¨¢s radicales. Esta pieza de 1965 fusion¨® el folk y el blues de una forma que hizo que todo el que la o¨ªa la escuchase una y otra vez. John Lennon dijo una vez que la canci¨®n era tan cautivadora a todos los niveles que le hac¨ªa preguntarse c¨®mo podr¨ªa competir alguna vez con ella. ?De d¨®nde ven¨ªa aquello?
Sin hacer ninguna pausa, casi con un gui?o, Dylan dice que la inspiraci¨®n data de su adolescencia. "Es de Chuck Berry, un poco de Too Much Monkey Business y algo de las canciones scat de los a?os cuarenta". Al subir el volumen de la m¨²sica de la guitarra me doy cuenta de que Dylan est¨¢ tocando una de las canciones m¨¢s famosas del siglo XX, Blue Skies, de Irving Berlin.
Lo miro a los ojos en busca de alguna se?al. ?Est¨¢ componiendo una canci¨®n mientras habla?
"No", dice con una sonrisa. "Simplemente te estoy mostrando lo que hago".
Bob Dylan actuar¨¢ el 7 de julio en Barcelona, el d¨ªa 9 en Benidorm, el 10 en Motril, el 11 en C¨®rdoba, el 14 en Alcal¨¢ de Henares y el 15 en C¨®rdoba. ? Los ?ngeles Times
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