El gasto p¨²blico contra la pobreza en Euskadi quintuplica la media espa?ola
La Administraci¨®n vasca dedic¨® el a?o pasado 103 millones en programas de renta b¨¢sica Antonia es pobre. Como ella hay otras 65.000 personas en Euskadi que reciben la renta b¨¢sica para vivir
El sistema p¨²blico vasco contra la pobreza es el m¨¢s generoso de cuantos existen en Espa?a, seg¨²n los principales analistas de la exclusi¨®n social. La Administraci¨®n vasca realiza un esfuerzo presupuestario cinco veces superior al de la media espa?ola en programas de renta b¨¢sica, concluye un informe dirigido por el profesor Luis Ayala Ca?¨®n, de la Universidad Castilla-La Mancha.
En el Pa¨ªs Vasco est¨¢n cubiertas el 99,57% de las posibles demandas de renta b¨¢sica. S¨®lo a este concepto el Gobierno destin¨® el a?o pasado 103 millones de euros. Manuel Vigo, viceconsejero de Inserci¨®n Social, confirma que "Euskadi es la comunidad aut¨®noma que m¨¢s recursos econ¨®micos dedica a la lucha contra la pobreza". El Ejecutivo aprob¨® en julio pasado el Plan Vasco de Inserci¨®n 2003-2005 con una dotaci¨®n econ¨®mica de 2.586 millones de euros, de los que la Administraci¨®n auton¨®mica aportar¨¢ 1.057 millones en este trienio.
Un total de 25.645 hogares recibieron la renta b¨¢sica el a?o pasado en Euskadi
Los estudios sobre la pobreza revelan que Euskadi, Asturias y Navarra, por este orden, son las comunidades que "ofrecen una intensidad protectora considerablemente superior a la de otras regiones". Si Euskadi gastaba 22 euros por habitante en 1999 -no hay estudios comparativos m¨¢s recientes- en programas de renta b¨¢sica, el promedio nacional estaba situado en 4,8 euros.
A estos datos, Vigo a?ade que el Pa¨ªs Vasco presenta los ¨ªndices m¨¢s bajos de pobreza en el conjunto de Espa?a. Los ¨²ltimos estudios realizados por el Eurostat concluyen que el 1,3% de la poblaci¨®n vasca (el 2,75% en Espa?a) padece una pobreza severa. Seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE), la media vasca se eleva al 4,52%, frente al 15,49% en el resto de Espa?a. Cada organismo emplea criterios diferentes para cuantificar la incidencia de este problema. S¨®lo Navarra mejora los datos de Euskadi. En la actualidad, la pobreza afecta a 25.645 hogares vascos. En uno de ¨¦stos vive Antonia, pobre que clama por un puesto de trabajo.
El cuarto de ba?o es su refugio. Entre sus paredes alivia Antonia (su nombre real es otro muy distinto que no quiere revelar) el desconsuelo de verse pobre. "Mi hijo -el menor, de 10 a?os- me pide un petit suisse, unas zapatillas de marca, cosas de ese estilo. Yo le intento enga?ar para ocultarle lo que nos pasa, pero a veces se me escapa que no tengo dinero. '?Ama, t¨² nunca tienes dinero!', suele responderme", relata Antonia, y a?ade que entonces llora sus penas en la soledad del cuarto de ba?o.
Antonia tiene 44 a?os. Hace 10 se separ¨® y entonces comenzaron los problemas. Pas¨® de vivir modestamente a malvivir. De la noche a la ma?ana, se qued¨® con un hijo de 12 a?os -hoy ya se ha independizado y vive con su novia-, otro gest¨¢ndose en su vientre y una hipoteca de 260 euros mensuales. Sin trabajo, tuvo que ponerse a limpiar casas, portales y a cuidar mayores. En todo este tiempo s¨®lo ha cotizado un a?o. "Por m¨¢s que lo intento -explica Antonia-, no consigo trabajo; s¨®lo horas sueltas que a veces no me compensan. Ahora hay muchas marroqu¨ªes, peruanas y dominicanas que est¨¢n dispuestas a trabajar por cuatro duros. Arrasan con todo".
"El Ayuntamiento me da una ayuda de 160 euros al mes. Y estoy esperando que la Diputaci¨®n me conceda otros 270 euros" para completar la renta b¨¢sica. Su ex marido le pasa 216 euros mensuales para mantener al peque?o. El calendario se le hace eterno para llegar a fin de mes.
Antonia vino de Portugal cuando ten¨ªa 16 a?os. Vive en Pasaia en un piso de tres habitaciones del que no quiere desprenderse "por nada del mundo". Pese a su apretada situaci¨®n econ¨®mica, repite insistentemente: "No me puedo quejar, no me puedo quejar". "Los servicios sociales del Ayuntamiento me ayudan mucho, no s¨®lo econ¨®micamente. Las amigas, tambi¨¦n. Mi hijo mayor (22 a?os) viene a veces a comer a mi casa y nos trae un pollo. No me puedo quejar. S¨®lo me falta encontrar un trabajo". El Ayuntamiento la tiene considerada como "una buena trabajadora"; ahora le han incluido en un listado de personas para empezar a hacer trabajos sueltos de limpieza.
38.000 hogares 'pobres'
En los momentos de m¨¢xima desesperaci¨®n, cuando la cartilla de ahorros no da para una barra de pan, Antonia obra sus "peque?os milagritos" econ¨®micos. Acude a un gran supermercado, hace una compra fuerte, para todo el mes, y tira de la tarjeta de pago aplazado. As¨ª, mal que bien, se garantiza la subsistencia. Cuando le llega el cargo a mes vencido, ella ya ha conseguido reunir un montoncito de euros gracias al subsidio que le ingresa el Ayuntamiento de Pasaia.
Antonia es una de las 65.000 personas que reciben la renta b¨¢sica en Euskadi. Un estudio realizado por el Eustat, referido al a?o 2000, sostiene que el 5,5% de los hogares vascos (casi 38.000, en los que viven 74.364 personas) tienen ingresos inferiores al 25% de la media y est¨¢n en "riesgo de pobreza grave".
Ante el problema de la pobreza, el sistema p¨²blico vasco contra la exclusi¨®n social desarrolla una doble acci¨®n combinada: la prestaci¨®n de ayudas econ¨®micas (la renta b¨¢sica, los convenios de inserci¨®n y las ayudas de emergencia social) y las pol¨ªticas activas para la inserci¨®n socio-laboral, asegura el viceconsejero de Bienestar Social Manuel Vigo. La ayuda econ¨®mica m¨¢s extendida es la renta b¨¢sica, destinada a "personas que carecen de recursos suficientes para hacer frente a los gastos b¨¢sicos para la superviviencia", apunta Vigo. Se otorga con car¨¢cter alimenticio y es intransferible. La financia al 100% el Gobierno, pero se tramita a trav¨¦s de las diputaciones y ayuntamientos. Actualmente se paga el 81% del salario m¨ªnimo interprofesional (460,5 euros al mes). En 2000, 13.039 unidades de convivencia se beneficiaban de esta ayuda; el a?o pasado fueron 25.645 hogares. La cuant¨ªa se ha duplicado en este mismo periodo. Ha pasado de 53 millones a 103 millones.
Las ayudas de emergencia social (AES) se conceden de forma puntual "para prevenir o paliar situaciones concretas de emergencia y de necesidad social". La mayor¨ªa se destina a sufragar el gasto de la vivienda. El a?o pasado se destinaron 24 millones, que se repartieron entre 19.900 unidades de convivencia. Tambi¨¦n es una competencia del Ejecutivo auton¨®mico pero, a diferencia de la renta b¨¢sica, su financiaci¨®n se complementa con aportaciones de las diputaciones. Las instituciones forales tambi¨¦n ofrecen la prestaci¨®n asistencia de garant¨ªa m¨ªnima (Pagami), una subvenci¨®n dirigida a perceptores de la renta b¨¢sica y mayores de 65 a?os que pretende cubrir la cuant¨ªa del salario m¨ªnimo.
Adem¨¢s, se conceden "incentivos al empleo", cuya finalidad es que los pobres puedan ir incorpor¨¢ndose al mercado del trabajo. Hay 11 empresas en Euskadi acogidas al programa de "empresas de inserci¨®n", que ofrecen formaci¨®n y trabajo a estas personas a cambio de una subvenci¨®n institucional.
Necesitados con coche
Las personas que viven solas y en familias monoparentales, sobre todo mujeres (el 61%), y sin estudios m¨ªnimamente cualificados, son los principales grupos de riesgo de la pobreza. No tienen disponibilidad econ¨®mica para hacer frente a las necesidades m¨¢s elementales, como los gastos regulares de alimentaci¨®n, vivienda, vestido y calzado.
Pobre, seg¨²n el diccionario, es un "necesitado", alguien que "no tiene lo necesario para vivir". Ahora bien, el arquetipo ha cambiado mucho en los ¨²ltimos tiempos. Hoy, una persona pobre, necesitada, bajo el amparo del dinero p¨²blico, puede perfectamente disponer de dos televisores, un coche y un tel¨¦fono m¨®vil de ¨²ltima generaci¨®n. As¨ª lo atestiguan los asistentes sociales que les tratan a diario.
Vigo opina que el sistema de lucha contra la exclusi¨®n social genera en Euskadi algunas situaciones parad¨®jicas: "Hay pobres que con los recursos que reciben de las administraciones igualan, y en ocasiones superan, los salarios que consiguen con un contrato eventual en una empresa".
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