Encomiable

Eran a?os de perfil bajo para Joyce en Brasil cuando la llamaron de Jap¨®n para una gira y lleg¨® la oferta de grabar para un sello londinense: hab¨ªan comprobado con asombro el ¨¦xito de grabaciones suyas a?ejas en las pistas de baile inglesas del acid-jazz. De ah¨ª The band on the wall. Aquella muchacha que lleg¨® a actuar con Vinicius de Moraes se qued¨® sola con su guitarra y cant¨® a Jobim (Aguas de marzo) y una de sus propias canciones de los a?os ochenta (Monsieur Binot). La acompa?aban tres m¨²sicos de plena solvencia con los que se compenetra como uno m¨¢s y con los que se lanz¨® hacia la gafieira, m¨²sica carioca de baile con influencia de samba y jazz, que permite el juego de cintura en improvisaciones con citas de cl¨¢sicos norteamericanos o brasile?os.

Joyce no s¨®lo canta con voz reconocible. Sus composiciones las han grabado desde Elis Regina hasta Milton Nascimento. Comenz¨® a componer cuando el ¨²nico papel de una mujer en la m¨²sica brasile?a era ponerle voz a canciones de otros. Y escribi¨® temas como Feminina, que cuenta cosas desde el punto de vista de una joven. Lleva 40 a?os en la carretera, sin hacer concesiones, con una dignidad y una personalidad encomiables.