C¨®mo pilotar un f¨®rmula 1 al precio de 2.262 euros

Aunque pueda parecer extra?o, pilotar un F-1 est¨¢ al alcance de cualquier aficionado... con medios econ¨®micos. No es ning¨²n cuento chino. Es una de las m¨²ltiples ofertas dise?adas por el Real Autom¨®vil Club de Catalu?a para mantener una ocupaci¨®n completa del circuito de Montmel¨® casi todos los d¨ªas del a?o. Subirse al b¨®lido y dar cuatro vueltas a la pista es s¨®lo cuesti¨®n de poder hacer frente al pago de 2.262 euros. Si en vez de cuatro se quieren dar cinco, seis o diez, el precio se va incrementando hasta alcanzar los 4.245 euros.

Curiosamente, no se requiere ninguna preparaci¨®n especial. Los cockpit -lugar que ocupa el conductor- han sido dise?ados para albergar a personas de hasta 1,95 metros de estatura y 105 kilos de peso. Ni siquiera es necesario tener una buena preparaci¨®n f¨ªsica. Basta con acreditar el carnet de conducir y m¨¢s de 25 a?os de edad. El precio incluye una matinal de dos tandas de 10 minutos a bordo de un f¨®rmula Renault, de unos 300 caballos, para aprender lo que es un monoplaza y familiarizarse con su comportamiento.

Nada que ver con un F-1 con motor Ford Cosworth de 3,5 litros y una potencia de 700 caballos a 14.000 revoluciones por minuto. Los coches que posee la empresa francesa LRS F¨®rmula 1, que lleg¨® a un acuerdo de explotaci¨®n con el RACC-, son un Benetton de 1998 que pilot¨® Giancarlo Fisichella, un Arrows de 1996 que condujo Damon Hill, un Larrousse de 1994 que llev¨® Eric Comas y un Prost de 2001 en el que se mont¨® Jean Alesi.

La sensaci¨®n de subir a uno de esos coches es brutal. Cuando se aprieta el acelerador, el artefacto sale como una flecha, le clava a uno al asiento y alcanza velocidades superiores a los 270 kil¨®metros por hora en la recta de tribunas. La experiencia puede resultar inolvidable. Pero la mayor¨ªa de las veces se abandona con la sensaci¨®n de no haber aprovechado del todo la oportunidad.