Una l¨ªnea sinuosa

?Por qu¨¦ no sigue Kosme de Bara?ano al frente del IVAM? Hasta la fecha, los directores del IVAM han ido cambiando por distintas razones. Tom¨¤s Llorens lo puso en marcha como idea, pero enseguida se fue a la Thyssen. Carmen Alborch lo dirigi¨® en sus primeros y dorados a?os, pero lo tuvo que dejar cuando fue nombrada ministra. Jos¨¦ Francisco Yvars tom¨® entonces las riendas y continu¨® m¨¢s o menos en la misma l¨ªnea, hasta que el Partido Popular gan¨® unas elecciones y, por causas que Zaplana conoce y por razones que a¨²n hoy se me escapan, fue sustituido por Juan Manuel Bonet. ?ste le imprimi¨® un sesgo un poco distinto -acaso condicionado por la marcha de Vicent Todol¨ª a Oporto-, algo m¨¢s historicista, pero todav¨ªa valioso. Cuando surgieron los problemas (?aquel episodio de los amasijos de hierro de Sanle¨®n!), se le present¨® la posibilidad de volver a Madrid, al Reina Sof¨ªa, y l¨®gicamente se fue.

Y entonces vino Kosme de Bara?ano y le imprimi¨® al IVAM su sello, renunciando al Centre del Carme a cambio de una ampliaci¨®n (mal negocio), quitando a unos y poniendo a otros (mal ambiente). Ahora se va y le sustituye Consuelo Ciscar. Y yo no s¨¦ ad¨®nde se va Bara?ano, aunque s¨ª recuerdo las ganas que Consuelo Ciscar ten¨ªa de ocuparse del IVAM. A ella no podemos si no desearle suerte. Y, en cuanto a Bara?ano, tambi¨¦n.

Pero ?qu¨¦ es lo que se ha hecho en el IVAM en la ¨¦poca de Bara?ano? Se han hecho exposiciones buenas o interesantes, y malas o irrelevantes. Entre las primeras, por citar s¨®lo algunas de las que ahora mismo me acuerdo, las de Giacometti, Sean Scully, Philip Guston, Matisse o Bacon (hay m¨¢s). De las otras no quiero acordarme (pero todas quedar¨¢n en las bibliotecas, en forma de imponentes cat¨¢logos). El problema es que Bara?ano ha seguido una l¨ªnea, digamos, un tanto sinuosa, a partir de la cual se ha hecho dif¨ªcil reconocer al IVAM una identidad definida, un car¨¢cter diferencial que le destacase, como en sus or¨ªgenes, entre el cada vez m¨¢s difuso y nebuloso universo de los ya innumerables centros de arte moderno que se han erigido por todo el mundo, incluida Espa?a. ?ste es uno de los reproches que se oyen por ah¨ª, desde fuera, y del que -aun comparti¨¦ndolo- simplemente me hago eco.

Pero no es el momento de andarse con reproches, ni mucho menos de hacer le?a del director presuntamente ca¨ªdo. Las concepciones museol¨®gicas de Bara?ano eran las que son, discutibles como todas, condicionadas como todas, y es de suponer que quien le puso al frente del IVAM (creo recordar que fue el campe¨®n Zaplana) sab¨ªa lo que se hac¨ªa, o tal vez no. Pero cambian los tiempos y cambian las voluntades. Lo que no es evidente es por qu¨¦.

Podr¨ªamos darle vueltas al asunto, pero s¨®lo si no tenemos nada mejor que hacer. Tal vez se trate de problemas internos del Gobierno valenciano, o quiz¨¢ de recuperar el pulso que una vez tuvo el IVAM, o de ambas cosas a la vez. Pero esto no importa demasiado. Lo verdaderamente importante es no convertir al IVAM en un centro de aburrimiento, en una instituci¨®n marginal, en un abalorio arquitect¨®nico o un ruinoso parque tem¨¢tico, sino conseguir que siga sirviendo para poner el mejor arte moderno y contempor¨¢neo al alcance de los valencianos. Si es esto lo que Consuelo Ciscar se propone, lo ¨²nico que podemos hacer es esperar y ver: nice work... if you can get it!