"El buen periodista tiene la mirada limpia"
Olga Rodr¨ªguez (Le¨®n, 1975) se ha hecho popular gracias a sus cr¨®nicas para la cadena SER de la Guerra de Irak. Sali¨® de aquel infierno hace un a?o y se fue a trabajar a Nueva York. All¨ª empez¨® a escribir sobre su trabajo, sus recuerdos, sus impresiones, sobre las relaciones entre los corresponsales de guerra, sobre aquel m¨¦dico que operaba incluso en el suelo y defend¨ªa con un arma su hospital de la rapi?a, sobre la expresi¨®n de Nur, que pas¨® del entusiamo del enamoramiento y de reflejar todo un mundo por delante a las sombras de la guerra, sobre lo arbitraria que es la vida... Una llamada de sus compa?eros en Madrid hizo que Olga Rodr¨ªguez se apartara del balc¨®n de una habitaci¨®n del hotel Palestina para hablar por su tel¨¦fono sat¨¦lite. Unos segundos m¨¢s tarde, un proyectil de un tanque americano seg¨® la vida de Jos¨¦ Couso. "En el mundo occidental pensamos que somos libres, que podemos hacer lo que queramos. Pero no somos due?os de nosotros. En Irak se te cae todo a pedazos. Te das cuenta de que no hay que darle tanta importancia al futuro. 30 segundos, una llamada, y todo puede cambiar", comenta horas antes de presentar junto al periodista Fernando Delgado su libro Aqu¨ª Bagdad. Cr¨®nica de una guerra (editado por Velec¨ªo Editores), que va camino de la segunda edici¨®n, en la Casa del Llibre de Valencia.
Es un relato novelado, aunque todo lo que cuenta es cierto y vivido, apostilla para evitar cualquier equ¨ªvoco. Cuenta, por ejemplo, c¨®mo la primera vez que cubr¨ªa una guerra se convirti¨® incluso en la vanguardia de sus compa?eros. En un momento del conflicto, s¨®lo ella conserv¨® el gu¨ªa - "un esp¨ªa del r¨¦gimen, claro"-, imprescindible para poder moverse a buscar la noticia. De modo que se form¨® una comitiva con ella de abanderada, eso s¨ª, previo pago de sobornos. Si no, no hab¨ªa nada que hacer. "Lo normal es que los espa?oles nos junt¨¢semos con otros periodistas mediterr¨¢neos", rememora.
"La exclusiva no existe en la guerra. Todos vamos a lo mismo", a?ade. "Un buen periodista es el que tiene la mirada limpia y primeriza", apunta en torno a la profesi¨®n y en alusi¨®n al peligroso fen¨®meno de acostumbrarse a la guerra, a cualquier cosa, a perder la capacidad de indignaci¨®n.
Olga Rodr¨ªguez mantiene muchos amigos en Irak. A una de ellas, Bad¨ªa, se la trajo a Espa?a. Ahora es m¨¢s dif¨ªcil trabar relaci¨®n con el pueblo. "Los iraqu¨ªes ya no distinguen y nos identifican a todos con el enemigo", explica a prop¨®sito de la situaci¨®n actual. Los iraqu¨ªes se quejan mucho de las detenciones arbitrarias, de la imposibilidad de llevar una vida cotidiana normal. "Lo cotidiano tambi¨¦n es importante. He conocido a aut¨¦nticos h¨¦roes an¨®nimos, como ese m¨¦dico del que acabo de hablar y que tiempo despu¨¦s ya encontr¨¦ deca¨ªdo, sin fuerzas", relata la periodista, que aparece fotograf¨ªada en el libro con algunos compa?eros, como Jos¨¦ Couso o Jon Sistiaga. Tambi¨¦n dedica su obra a una amiga, que la anim¨® a escribirla, a la escritora Dulce Chac¨®n, fallecida hace unos meses.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.