Carne de matadero, corrida infumable
Directamente de matadero, as¨ª como suena. Sin paliativos. No caben si quiera atenuantes. La corrida de Estaban Isidro, propiedad de la familia Chopera, s¨®lo pas¨® con nota su presencia. De imponente arboladura segundo, tercero y cuarto, aunque este volvi¨® por donde hab¨ªa salido. Pero s¨®lo eso, presencia. Un par de vueltas por el ruedo y descubr¨ªan su interior. Primero, su lamentable condici¨®n f¨ªsica.Tan al l¨ªmite en algunos casos, que segundo y tercero eran verdaderos inv¨¢lidos.Y segundo por su descastado comportamiento. Ni uno se salva. Corrida infumable, desde luego. El corolario a muestra tan escandalosa lo puso el sexto, que se tumb¨® cual largo era antes de que su matador montara la espada. Material de derribo, desde luego.
Isidro / Bl¨¢zquez, Senda, Bl¨¢zquez
Toros de Esteban Isidro, el cuarto lidiado como sobrero, descastados y flojos. V¨ªctor Manuel Bl¨¢zquez: saludos, vuelta y palmas. Paco Senda: saludos y saludos tras aviso. Ra¨²l Bl¨¢zquez: silencio en el ¨²nico que mat¨®. Plaza de Valencia, 8 de mayo. Menos de media entrada. Primer festejo de la Virgen de los Desamparados.
Tal propuesta se acept¨® con resignaci¨®n por parte de los toreros. De nada sirvi¨® la rabiosa decisi¨®n de V¨ªctor Manuel Bl¨¢zquez, que mat¨® tres toros. Paco Senda se estrell¨® contra la nada que supon¨ªa su tullido primero y dej¨® cierta solvencia ante el quinto, parado y corto. Ra¨²l Bl¨¢zquez recibi¨® a su primero a porta gayola, que lo arroll¨® para destrozarle los ligamentos de su tobillo derecho. Cojo el torero e inv¨¢lido el toro, al menos ambos en igualdad de condiciones, se desesper¨® Bl¨¢zquez contra la mala suerte y ante animal tan in¨²til. Lo m¨¢s vistoso de la tarde: los vestidos a la usanza valenciana que lucieron los lidiadores.
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