Colgados de un hilo

Con tan s¨®lo cinco a?os, Hugo Bordini ya se pasea por un fino cable de acero subido a una moto, eso s¨ª, acompa?ado y sujeto con un cintur¨®n de seguridad, para continuar con la tradici¨®n de la conocida familia de fun¨¢mbulos. Familia que actualmente est¨¢ integrada por diez personas con el mismo apellido, distribuidas por Europa en tres grupos, uno de los cuales recorre Espa?a, con edades entre los 5 y los 34 a?os, que recalar¨¢n en Madrid, con motivo de la festividad de San Isidro, despu¨¦s de pasar por Segovia y ?vila. Michael Bordini, de 28 a?os, asegura que hay documentaci¨®n que pone de manifiesto que sus antepasados ya protagonizaban espect¨¢culos callejeros con fuego y saltos en el aire en 1512, con un permiso especial del conde de Baden-W¨¹rttemberg, recorriendo pa¨ªses como Alemania y Austria, mientras que los n¨²meros sobre dos ruedas se iniciaron en 1938. Aunque no faltan los deslizamientos a m¨¢s de 70 kil¨®metros por hora y equilibrios con la moto sobre el cable, lo que atrae a los peque?os, el n¨²mero que m¨¢s espectacularidad encierra, es el llamado "hombre antena", donde el artista se sit¨²a en una torre met¨¢lica de 45 metros de altura, hace el pino y se balancea siete metros a cada lado, como si fuera a caer sobre el p¨²blico. Con la vida entre el cielo y el suelo, en un espacio abierto donde no hay trampa ni cart¨®n, sin red, a Hugo que no le quiten lo de subir cada tarde a la motocicleta porque ser¨ªa como un castigo, seg¨²n sus padres.-