'Los verdes campos del Ed¨¦n' Un mundo ideal
En 1964 hab¨ªa una moral m¨¢s alta que ahora. Se esperaba que muriese Franco, en cuyo r¨¦gimen fatal hab¨ªa se?ales de inflexi¨®n: aunque esa esperanza fuese meramente biol¨®gica, hab¨ªa algunos elementos m¨¢s en los que creer. Antonio Gala cre¨ªa en la bondad. El ambiente que llegaba de fuera era ¨¦se: el de Wilder en Nuestra ciudad; todo el cine que se llama "de Roosevelt", o inspirado por las utop¨ªas libertarias. Un libertarismo m¨¢gico, dominado. Y un lenguaje en consecuencia: tierno y l¨ªrico, con chispazos ingeniosos. Una composici¨®n de protagonista colectivo: como en La calle, de Elmer Rice (1929), que pod¨ªa ser un antecedente de la Escalera de Buero (m¨¢s pesimista). M¨¢s atr¨¢s, la Comedia de la felicidad, del ruso Evreinoff, que tanto iba a influir en el teatro espa?ol: en Tono y Mihura, en L¨®pez Rubio, en Ruiz Iriarte...
Los verdes campos del Ed¨¦n
De Antonio Gala (1964). Int¨¦rpretes: Joan Crosas, Tom¨¢s S¨¢ez, Teresa Cort¨¦s, Eva Tranc¨®n, Mercedes Arbizu, Marisol Ayuso, V¨ªctor Bened¨¦, Jes¨²s Hier¨®nides, Gorgonio Edu, Carlos Romero, Pepe ?lvarez, Javier V¨¢zquez, Cristina Fenollar, Chema de Miguel Bilbao, Fernando Ransanz, Eva Higueras, Rub¨¦n Ochandiano, Lola Cardona, Celia Castro, Ramata Koite. Escenograf¨ªa: Montse Amen¨®s. Vestuario: Arti?ano. Iluminaci¨®n: Miguel Camacho. Direcci¨®n: Antonio Mercero. Centro Dram¨¢tico Nacional, teatro Mar¨ªa Guerrero. Madrid.
En esta antigua comedia hay un personaje que llega a una ciudad y se le recibe mal: los poderosos, los ricos, los representantes de la autoridad, tienden a expulsar a ese cuerpo extra?o que no trae dinero, pero que est¨¢ bien educado. Cae entre los pobres, entre un ¨¢crata le¨ªdo, mendigos, homosexuales marginados, putas. Como dice un personaje, est¨¢n alegres: porque el dolor se puede llevar con alegr¨ªa. El lenguaje se va desbordando hasta esa poes¨ªa de la felicidad de no llevar camisa; y el escenario cambia hacia un pante¨®n del cementerio, donde conviven y reciben, y celebran la fiesta de la Nochevieja, y florecen amores, y un ni?o va a nacer. El tema se infla de palabras. O sea que, como no hay tema, se habla mucho, sin decir nada. Todos los personajes se re¨²nen en ese final, que al fin es penoso: llega la fuerza p¨²blica y los detiene a todos. Se rompe la lechera, como en el cuentecillo que meti¨® en su f¨¢bula Buero Vallejo. Pero la Cruz iluminada est¨¢ siempre presente. Hay otras esperanzas para los pobres.
El p¨²blico (estreno oficial) entr¨® pronto, y fue exteriorizando m¨¢s su agrado; ovacion¨® al final, y creo que los mejores gritos y palmas fueron para Lola Cardona, y para el equipo de direcci¨®n: se redoblaron cuando Gala sali¨® y habl¨®: sobre todo, para repartir el ¨¦xito con los presentes y con los que la hicieron en su lejano estreno y ya no estaban all¨ª.
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