Vuelven los Gandhi
La magia de la dinast¨ªa Gandhi ha funcionado otra vez en India, y Sonia Gandhi, de 57 a?os, jefa a su pesar del hist¨®rico Partido del Congreso, se convertir¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas, tras ocho a?os de oscuridad y casi contra todo pron¨®stico, en la primera ministra de uno de los pa¨ªses m¨¢s revolucionados y prometedores del mundo. Su hijo Rahul, el relevo generacional, la acompa?ar¨¢ en un Parlamento de 545 esca?os, en el que la alianza nacionalista gobernante que hasta ayer encabezaba el octogenario Atal Behari Vajpayee ha perdido un tercio de sus esca?os. Las elecciones hab¨ªan sido convocadas anticipadamente para aprovechar una ola de prosperidad desconocida en una naci¨®n de claroscuros chirriantes.
La viuda del asesinado primer ministro Rajiv y nuera de la asesinada primera ministra Indira ha sido empujada al tim¨®n de la democracia m¨¢s poblada del mundo por el voto de millones de campesinos solemnemente pobres, que, ajenos al eslogan gubernamental India brilla, se han sentido al margen de la relativa prosperidad urbana impulsada durante los ¨²ltimos a?os por el Gobierno marcadamente hinduista de Vajpayee. A estos votantes del Congreso en los Estados m¨¢s miserables les ha importado poco el balbuciente manejo del idioma hindi por Sonia Gandhi, su origen turin¨¦s o su escueta expresividad, argumentos todos ellos en los que han confiado en exceso sus adversarios pese a ser India un pa¨ªs de clanes y castas.
No es probable ning¨²n viraje relevante en la pol¨ªtica india. La potencia regional asi¨¢tica suele sentirse m¨¢s concernida electoralmente por cuestiones puramente locales o, como mucho, del ¨¢mbito de sus caleidosc¨®picos Estados.
El Gobierno que forme Sonia Gandhi no tendr¨¢ m¨¢s remedio que continuar una liberalizaci¨®n que es crucial para el papel global que pretende desempe?ar la tercera econom¨ªa de Asia y el segundo pa¨ªs m¨¢s poblado del planeta. Para tranquilidad de todos, el partido vencedor ya ha anunciado que se considera absolutamente comprometido, como el primer ministro dimisionario, con la b¨²squeda de la paz con el archienemigo y vecino Pakist¨¢n.
S¨ª cabe esperar que los aliados izquierdistas del Congreso -cruciales para completar los 273 diputados que trazan la frontera para formar Gobierno y que han obtenido sus mejores resultados en a?os- impongan una marcha m¨¢s lenta a las reformas econ¨®micas, sobre todo a las privatizaciones. Sonia Gandhi hablaba anoche de poner "un rostro humano" a las leyes del mercado.
La carism¨¢tica dinast¨ªa Gandhi-Nehru, marcada por la tragedia, ha dirigido India a trav¨¦s del laico partido del Congreso durante 35 de sus 57 a?os de independencia. Para muchos, su aplastante derrota de 1996, a consecuencia de la cual Sonia Gandhi entr¨® a empellones en pol¨ªtica, se?al¨® el comienzo de su extinci¨®n. Los resultados de ayer demuestran que el entierro era prematuro.
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