El Betis desahucia al Valladolid en un p¨¦simo partido

El partido jugado en la bonita tarde de ayer en Heli¨®polis fue fe¨ªsimo, aunque no se puede negar que fue consecuente con lo que hoy por hoy pueden aportar Betis y Valladolid a la competici¨®n liguera.

Los castellanos necesitaban ganar para tener alguna oportunidad de mantenerse en Primera. Jonathan de cabeza en el primer minuto, un disparo lejano de ?scar un rato despu¨¦s, una vaselina demasiado elevada de Losada poco antes de la media hora o Xavi Mor¨¦ en el ¨²ltimo tercio estuvieron a punto de encaminar el logro. Pero el Valladolid de ayer -mermado por las lesiones de varios de sus futbolistas- ten¨ªa m¨¢s cara de Segunda que de otra cosa, su aparente superioridad en la primera mitad tan s¨®lo fue fruto del f¨²tbol impresentable, desprovisto de orgullo o profesionalidad, del Betis. Assun?ao les quit¨® toda esperanza a los castellanos con un golazo que le regal¨® incomprensiblemente el lateral Marcos tras una alocada carrera en su propia ¨¢rea.

El conjunto verdiblanco menospreci¨® una vez m¨¢s a su afici¨®n. Los millonarios del club (entre los que no se puede olvidar al entrenador, V¨ªctor Fern¨¢ndez) le han tomado el pelo durante toda la temporada a las personas corrientes y molientes que abonan los moralmente -por mucho que se asegure que se justifican en el plano econ¨®mico- m¨¢s que cuestionables sueldos pagando entradas, abonos o partidos en televisi¨®n. Jugadores como Denilson o Joaqu¨ªn cobran en millones y aportan juego de c¨¦ntimos. Lo menos de lo que se les puede calificar es de desagradecidos.

El f¨²tbol es lo que es por el caudal afectivo de los aficionados y hasta que los jugadores no se enteren o les expliquen que lo suyo no es de origen principesco y que son trabajadores con un compromiso y unas determinadas obligaciones, el f¨²tbol ser¨¢ algo antip¨¢tico. En el Betis ni presidente, ni jugadores ni el entrenador han sabido ver m¨¢s all¨¢ de sus egos y han despilfarrado ese afecto con sus luchas intestinas.