El primer vals de don Felipe y Letizia
La pareja bail¨® rodeada de reyes y pr¨ªncipes tras la boda de Federico de Dinamarca con Mary Donaldson
Pasaban cinco minutos de la medianoche del s¨¢bado cuando el pr¨ªncipe Felipe de Borb¨®n invit¨® a bailar a su prometida, Letizia Ortiz. La pareja se encontraba en uno de los salones de m¨²sica del Palacio de Fredensborg. Acababan de asistir en Copenhague a uno de los momentos m¨¢s emotivos de la boda de Federico de Dinamarca con Mary Donaldson. Tras la cena, los 400 invitados formaron un gran corro y dejaron un hueco para que los reci¨¦n casados danzaran.
La m¨²sica comenz¨® a sonar y Federico y Mary dieron algo nerviosos los primeros pasos. Su baile fue enseguida acompa?ado por las palmas acompasadas de los presentes. Desde la reina de Dinamarca hasta la princesa Carolina de M¨®naco se sumaron al ritmo. Junto a los m¨¢s j¨®venes se encontraban don Felipe y su prometida y la infanta Cristina con su marido, I?aki Urdangar¨ªn. Las dos parejas se mostraron inseparables y c¨®mplices toda la velada.
La presentaci¨®n oficial de Letizia Ortiz a las casas reales europeas fue todo un ¨¦xito
El primer vals de los reci¨¦n casados concluy¨® cuando el c¨ªrculo se fue cerrando cada vez m¨¢s hasta que la pareja se abraz¨® y bes¨®. La tradici¨®n en Dinamarca en este tipo de ceremonias indica que cuando se llega a este punto comienza el baile para todos.
Don Felipe, todo caballeroso, llevaba un chal de Letizia en su mano derecha. Cuando la pareja decidi¨® sumarse al son de la m¨²sica, el Pr¨ªncipe se dirigi¨® hacia la zona de la orquesta para dejar all¨ª la prenda. Salvado este obst¨¢culo tom¨® de la cintura a Letizia. Y ah¨ª surgi¨® el siguiente peque?o problema: ?qu¨¦ hacer con la corta cola del vestido rojo que Lorenzo Caprile dise?¨® para ella? Tras unos instantes de titubeo, el Pr¨ªncipe recomend¨® a su prometida que soltara la tela de gasa. Entonces comenzaron a girar. A su lado, observaban divertidos la escena los duques de Palma de Mallorca.
Resueltos todos los problemas, la pareja se desliz¨® por el sal¨®n. Ella m¨¢s sonriente que nunca y ¨¦l tan relajado que incluso no dud¨® en silbar la melod¨ªa que la orquesta tocaba en esos momentos. Para el pr¨ªncipe de Asturias era el momento m¨¢s relajado del d¨ªa y quiz¨¢ del fin de semana. La boda del heredero del trono de Dinamarca estaba pr¨¢cticamente finalizada y todo hab¨ªa salido bien. La presentaci¨®n oficial de Letizia Ortiz a los miembros de las casas reales europeas fue todo un ¨¦xito. La prometida, que el pr¨®ximo s¨¢bado se convertir¨¢ en esposa, se movi¨® entre la realeza como si ¨¦se fuera su mundo, con un desparpajo que dej¨® a muchos boquiabiertos. La prensa danesa se hizo ayer eco de la presentaci¨®n oficial de Letizia y algunos peri¨®dicos concluyeron que su trabajo en televisi¨®n y su familiaridad con las c¨¢maras hab¨ªan sido e iban a ser una gran ventaja para el nuevo trabajo que desempe?ar¨¢ a partir del fin de semana que viene, el de princesa.
El primer vals de don Felipe y Letizia en Copenhague fue bien distinto de aquel baile m¨¢s discreto del Pr¨ªncipe en Oslo con su anterior pareja, Eva Sannum, en la boda de Haakon de Noruega con Mette-Marit. Aquella noche el heredero busc¨® la privacidad. En Copenhague no se escondi¨® de las c¨¢maras. Todo lo contrario. Por primera vez don Felipe pudo bailar en p¨²blico con la mujer que ama. Ya no tiene que esconderse.
La reina Sof¨ªa presenci¨® complacida los movimientos de la pareja, al igual que do?a Elena y Jaime de Marichalar, que observaban la escena desde un rinc¨®n del sal¨®n junto al Aga Khan, imam de los ismaelitas.
El s¨¢bado que viene, en el Palacio Real de Madrid no habr¨¢ vals, pero don Felipe y Letizia reunir¨¢n de nuevo a todos los miembros de las casa reales para pronunciar ante ellos el "s¨ª quiero". La pareja, y el resto de la familia real, regresaron ayer a Madrid. Todav¨ªa quedan muchos preparativos por delante. S¨®lo quedan siete d¨ªas para la boda.
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