Estado de emergencia en Cuba
Las medidas decretadas por el r¨¦gimen de Fidel Castro colocan a la isla en una situaci¨®n de desabastecimiento y de grave crisis
No es una exageraci¨®n: la noche del lunes pasado Cuba entera tembl¨®. Fue a la hora del telediario, tras difundirse una nota oficial de lenguaje grave y altisonante que anunciaba malas noticias. Una vez m¨¢s, dijo el locutor, la revoluci¨®n era agredida; y como respuesta a las medidas para endurecer el embargo decretadas d¨ªas antes por Estados Unidos, el Gobierno suspend¨ªa "hasta nuevo aviso" la venta de todos los productos que se comercializan en la red de tiendas de d¨®lares, exceptuando los alimentos y art¨ªculos de higiene y aseo personal.
La gente empez¨® a llamarse por tel¨¦fono. En poco tiempo, las l¨ªneas se congestionaron y los propietarios de autom¨®viles salieron de sus casas a llenar el dep¨®sito de gasolina. Al d¨ªa siguiente, el que pudo se lanz¨® a la calle a acaparar: hubo colas y nerviosismo, y la presencia policial ante las llamadas Tiendas de Recaudaci¨®n de Divisas (TRD) se increment¨® para evitar incidentes.
"Me record¨® los duros momentos del Periodo Especial, un trauma a¨²n no superado"
Las remesas que env¨ªan los exiliados a la isla rondan los 900 millones de d¨®lares
En el comunicado, las autoridades anunciaron que los precios del combustible y de los productos de venta en d¨®lares subir¨ªan debido a la "brutalidad" de las medidas dispuestas por Washington. Y el documento terminaba con una frase que a m¨¢s de uno le produjo escalofr¨ªos: "nos esperan d¨ªas de trabajo y sacrificio, pero tambi¨¦n de gloria y de victorias para nuestra patria heroica".
"Me record¨® los momentos duros del Periodo Especial; ese trauma los cubanos todav¨ªa no lo hemos superado", admit¨ªa el martes Felicita, una t¨¦cnico en inform¨¢tica de 38 a?os que aguardaba turno para comprar en los grandes almacenes de Carlos III, en Centro Habana. Por si acaso, hab¨ªa sacado del colch¨®n unos ahorros enviados por su hermana desde Miami para agenciarse algunas botellas de aceite vegetal, a 1,95 d¨®lares el litro, 50 pesos cubanos al cambio, equivalentes a la sexta parte de su salario mensual.
Muchos de los que all¨ª se arremolinaron esa ma?ana para adquirir desodorantes, jabones y otros productos b¨¢sicos ten¨ªan fresca en su memoria aquella crisis que sobrevino tras la ca¨ªda del bloque socialista, cuando los apagones llegaron a ser de diez horas diarias, la industria casi se paraliz¨® y el desabastecimiento fue tan general que los cubanos y al pa¨ªs se quedaron escu¨¢lidos.
Desde luego, la situaci¨®n hoy no es la misma, aunque basta recorrer cualquier TRD de La Habana para percatarse del agobio que representa hoy para cualquier cubano garantizar su subsistencia: 1 kilo de pollo, 2,75 d¨®lares; un tubo de pasta de dientes, 1 d¨®lar; un jab¨®n de lavar 0,40; un paquete de compresas, 0,75 y un litro de gasolina super, 0,90.
Si se tiene en cuenta que el cambio del d¨®lar est¨¢ a uno por 26 pesos, que el salario medio es de 250 pesos cubanos y que la mayor¨ªa de los productos importantes solo pueden adquirirse en d¨®lares o en el mercado negro, se entiende el drama que supone para la gente cualquier subida de precios, por peque?a que sea. Las estad¨ªsticas oficiales admiten, adem¨¢s, que en Cuba s¨®lo el 60% de la poblaci¨®n tiene acceso a d¨®lares, la mayor¨ªa a cantidades muy peque?as que reciben como est¨ªmulo en sus centros laborales. Los que tienen familias pudientes y generosas en Miami no son tantos.
"Es cierto que la educaci¨®n y la salud son gratuitos. Y que el precio de la vivienda, la electricidad o el tel¨¦fono son asequibles. Pero de eso no se vive ni se come, y todo el mundo sabe que aqu¨ª con lo que dan por la libreta de racionamiento no alcanza ni para una semana", comenta Jes¨²s, un economista que critica abiertamente las medidas anunciadas.
Argumenta que, en esencia, la administraci¨®n Bush ha dispuesto limitar la frecuencia de las visitas de los cubanos residentes en Estados Unidos, reducir la cantidad de dinero que los exiliados pueden gastar diariamente en Cuba y restringir estos env¨ªos solo a los familiares directos.
"Sin duda son medidas que tendr¨¢n un impacto en la econom¨ªa cubana, pero todav¨ªa no se sabe cuanto y en cualquier caso su efecto no ser¨¢ inmediato". "Por eso", sigue Jes¨²s, "la respuesta cubana ha sido percibida por gran parte de la poblaci¨®n como una agresi¨®n; la gente ha pensado que se ha aprovechado como excusa para hacer algo en los que se pensaba desde hace mucho tiempo: incrementar los precios".
Seg¨²n fuentes de la CEPAL (Comisi¨®n Econ¨®mica para Am¨¦rica Latina y el Caribe), en la actualidad el volumen de las remesas que env¨ªan los exiliados a la isla ronda los 900 millones de d¨®lares. Ser¨ªa la primera fuente de ingreso neto de divisas del pa¨ªs, por delante del turismo, que aporta 2.000 millones de d¨®lares (pero brutos); las exportaciones de n¨ªquel -800 millones de d¨®lares-; az¨²car -alrededor de 500 millones- y el tabaco -unos 200 millones-.
Todav¨ªa no se ha dicho de cuanto ser¨¢ la subida de los precios en las Tiendas de Recaudaci¨®n de Divisas. Seg¨²n algunos empleados de estas tiendas -la mayor¨ªa de las cuales permanecen cerradas-, podr¨ªa ser de entre un 10% y un 30 %, dependiendo de los productos. Seg¨²n expertos, por mucho que se incremente la recaudaci¨®n con esta subida -anualmente las TRD recaudan 1.000 millones de d¨®lares-, si la raz¨®n de la medida es el problema cr¨®nico de falta de liquidez de la econom¨ªa cubana, escaso ser¨¢ el alivio.
Si el motivo de las autoridades, en cambio, ha sido pol¨ªtico, una especie de reclamo patri¨®tico a la poblaci¨®n ante la agresi¨®n enemiga, lo sucedido ha sido revelador. Hac¨ªa mucho tiempo que en Cuba no se criticaba y maldec¨ªa tan abiertamente. Seg¨²n Jes¨²s, "la gente ha reaccionado con p¨¢nico, no esta dispuesta a regresar a los a?os duros del Periodo Especial, ni lo podr¨ªa soportar". M¨¢s de un funcionario, en petit comit¨¦, asegura que el Gobierno ha tomado nota.
El viernes, el cantautor cubano Pedro Luis Ferrer cantaba en una pe?a musical en La Habana una guaracha de nombre Fundamento que, en clave de choteo, resum¨ªa el dilema y las angustias a que se ven enfrentados sus compatriotas cada d¨ªa del a?o. "Pague ayer por un mel¨®n / el salario de dos meses / por eso es que algunas veces / estalla mi coraz¨®n", dice una de sus estrofas. Y se lamenta despu¨¦s: "Si me enfermo hay hospital / y hay escuela p¨¢ mis hijos / pero est¨¢n los gastos fijos / de la experiencia vital". Horas antes, por esa misma calle hab¨ªan pasado un mill¨®n de cubanos movilizados por el Gobierno para protestar contra el embargo de Estados Unidos.
Las medidas de Bush
Entre las medidas econ¨®micas anunciadas por la Administraci¨®n de Bush el pasado 6 de mayo para "acelerar" la transici¨®n democr¨¢tica en la isla se destaca:
- Limitar los receptores de remesas de dinero y paquetes a los familiares directos de cubanos residentes en EE UU, definidos ¨¦stos exclusivamente como abuelos, nietos, padres, hermanos, esposas e hijos.
- Prohibir a los exiliados el env¨ªo de remesas y paquetes a sus familiares, si ¨¦stos son "funcionarios del Gobierno o miembros del Partido Comunista".
- Reducir las visitas a Cuba de los cubano-americanos de un viaje anual a un viaje cada tres a?os. Establece la restricci¨®n adicional de la necesidad de un permiso especial para cada viaje, en lugar de la licencia general vigente hasta hoy.
- Disminuir la cantidad de dinero que pueden gastar los cubano-americanos de 164 d¨®lares a 50 d¨®lares diarios.
- Ordenar a las autoridades norteamericanas que realicen operaciones para perseguir a todo aquel que lleve dinero a la isla de forma ilegal.
- Restringir el otorgamiento de licencias para viajes educacionales y el intercambio acad¨¦mico a ciudadanos e instituciones norteamericanas a trav¨¦s de regulaciones m¨¢s r¨ªgidas que las actuales.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.