Adopciones

En estos d¨ªas se ha publicado que en breve se elaborar¨¢ una ley por la que las parejas de homosexuales pueden adoptar ni?os. Partiendo de la base que hay aceptar a las personas como son, sin ning¨²n tipo de discriminaci¨®n. Esto no significa que debamos dar a sus opciones sexuales las mismas posibilidades y menos cuando hay por medio otras personas, en este caso ni?os, que no tienen la capacidad de elegir.

La adopci¨®n existe para acompa?ar a un ni?o que ha sido privado de su familia, y pretende darle un ¨¢mbito lo m¨¢s adecuado posible para su desarrollo. Un ni?o no es un regalo, no es un derecho para la utilidad de nadie. Por tanto, se trata, en primer lugar, de buscar el mayor bien para el ni?o. La filiaci¨®n biol¨®gica constituye el modelo a cuya imagen se crean los v¨ªnculos "artificiales" de filiaci¨®n adoptiva: eso quiere decir que para crear una relaci¨®n jur¨ªdicamente semejante a la natural, la relaci¨®n creada se debe asemejar a la natural. En consecuencia, lo razonable es entender que s¨®lo cabe establecer un v¨ªnculo de filiaci¨®n adoptiva all¨ª donde podr¨ªa haber un v¨ªnculo biol¨®gico de filiaci¨®n.

Objetivamente, nadie puede afirmar si esta situaci¨®n es un bien para ¨¦l. La experiencia nos indica que el medio natural en el que el desarrollo integral del ni?o se puede conseguir es en una familia y, por tanto, cualquier suced¨¢neo es un experimento en el que est¨¢ en juego su futuro personal.

La cuesti¨®n no debe estar nada clara cuando en todo el mundo s¨®lo hay dos pa¨ªses que admiten la adopci¨®n de ni?os por parejas de homosexuales: Holanda y Suecia. Nuestros pol¨ªticos deber¨ªan reflexionar antes de dar este paso cuyas consecuencias no tendr¨¢ marcha atr¨¢s.